15 mar 2014

¿El grito al hombre/la mujer fuerte?

La mezcla de dos componentes que existen de forma simultanea crea a mi juicio una situación preocupante para los PIGS, con especial enfoque a España. Pido disculpas de ante mano ya que escribiré de forma más subjetiva. Los ejemplos seleccionados de la historia los he sacado de su contexto y los empleo únicamente para ejemplificar mi argumentación. 
Obviamente es imposible comparar 1:1 dos hechos o procesos históricos, ni es mi intención realizar algo por ese estilo. Comenzando con el tema: Los dos componentes a que me refiero son el 15-M con el final de la (¿primera?) transición por un lado y por el otro lado la crisis financiera (con consecuencias económicas que afectan a la vida real diaria). 
Hubo numerosas crisis financieras durante la historia. Desde la creación de las primeras bolsas durante la edad moderna hasta la actualidad ofrecían tanto una sabrosa ventaja como una grave desventaja. Cada particular tenía la posibilidad de participar con dinero, con suerte aumentando sus riquezas mientras que gracias a dicha inversión se posibilitaban la realización de numerosos proyectos económicos, sean compañías comerciales, sea una nueva fábrica de coches en Pittsburgh. 
La desventaja se única en la figura del especulador y el peso de las emociones. El especulador (mejor dicho: cualquier particular con suficiente ambición y mente veloz quien desea enriquecerse) convence e invierte dinero en acciones de forma tan intensiva que dichos valores explotan subiendo a niveles irreales, creando burbujas. Los menos expertos se dejan engañar, imitan, invierten su dinero y esperan convertirse en millonarios en una noche. Entonces los especuladores (o quien tenga una masa considerable de acciones) decide venderlas con ganancia. Eso puede provocar, si ocurre de forma masiva, la caída del valor de las acciones. A pesar de que sea mínimamente permanece el peligro de una caída desproporcionada. Si encima resulta que es una burbuja, se crea un autentico pánico. El resto de los accionistas intentan vender sus acciones lo antes posible para al menos recuperar algo del dinero invertido y todas las acciones pierden su valor, llevando a la empresa que se financiaba a través de dichas acciones a la quiebra. 

Dichas crisis, desde la primera crisis del tulipán hasta las numerosas crisis de los años 70 y 80, el viernes negro del 1929 y la actual crisis mundial iniciada en 2007/08, existían y posiblemente seguirán existiendo, causando numerosos daños. El problema particular que temo para los PIGS es la coincidencia con la el final de las transiciones democráticas. Italia comenzó siendo una republica en 1945, sin embargo España, Grecia y Portugal tardaron hasta los años 70. 
Las dictaduras militares ibéricas eran las mayores del continente y Grecia sufría hasta los años 80 la continua intervención de sus militares en la vida política. Esas democracias se encuentra con el descubrimiento de los graves casos de corrupción y (¿aparente?) ineficacia de sus gobernantes. 
¿Descubrimiento? Todos los datos sobre las dietas estaban siempre públicas y accesibles, solo que hasta ahora nadie se había interesado por esa información. ¿El monarca español caza elefantes? Tampoco era algo desconocido. ¿Se debe reformar todo el sistema? Entonces me sorprende que sea justo ahora que se reclame esos cambios, tras décadas de una economía turística dorada y la ayuda de los fondos europeos se despiertan los PIGS reclamando cambios. 

Hagamos un salto en el tiempo. Cuando en 1945 terminó la guerra, la Alemania nacionalsocialista había sido derrotada. Gracias a la ayuda financiera de los EEUU, el Marshall Plan, Alemania podía reconstruirse y convertirse en la locomotora europea. En los años 50 comenzó su Wirtschaftswunder
De repente en 1968/69, en mitad del continuo crecimiento económico, llegó el momento de las revueltas estudiantiles. ¡Manifestaciones! ¡Comunas de izquierdas! ¡Viva la democracia! ¡Abajo el estado conservador paternalista! ¿Qué había ocurrido? Los jóvenes quienes habían nacido a partir de 1943, 1944, habían madurado. Tenían 17, 19 o 21 años, y preguntaron a sus padres: ¿Qué pasó en la segunda guerra mundial? En Alemania preguntaron: ¿Por qué se mató los judíos? Y en los EEUU: ¿Por qué tenemos que luchar en Vietnam? Cuando finalizó la guerra comenzó en Alemania una década del silencio. Los nacionalsocialistas eran como unas extraterrestres: habían venido de la nada, iniciaron la segunda guerra mundial, mataron más de seis millones de judíos, y desaparecieron. ¿Los alemanes, culpables? ¡Para nada! ¿La Wehrmacht, culpable? ¡Nunca! ¿Eras miembro del
partido nacionalsocialista? Si, ¡pero en contra de mi voluntad, nunca leí Mein Kampf (realmente nadie lo leyó, en serio) ni apoyaba los nazis, solo estaba para que no me pasara nada! 
Los alemanes cerraban los ojos, y conociendo las circunstancias, era normal. Los norteamericanos habían tenido en 1945 un plan ambicioso: Querían democratizar y desnazificar Alemania. Querían reeducarlos para que jamás se repita lo ocurrido. Fracasaron en rotundo. El tribunal de Nuremberg concluyo con el castigo por pena de muerte para 12 alemanes, tres estaban encerrado para el resto de su vida, cuatro culpables recibían castigos de prisión entre 10 y 20 años y tres quedaron absueltos. Miles de funcionarios, empleados y trabajadores quienes habían trabajado para el régimen nacionalsocialista recuperaban sus trabajos (que habían perdido entre 1946 y 1947 en un intento de quitar todos los nacionalsocialistas del mundo laboral) o incluso permanecían en sus trabajos. En la misma ciudad de Nuremberg trabajaban tanto 1944 como 1950 los mismos funcionaros y empleados de la administración pública. 

¿Por qué? 
Paul Dickopf, en los años 60.
Eran necesarios. Se necesitaba al personal. Era imposible sustituir a tantas personas de golpe, y los EEUU estaban interesados en tener una Alemania funcional. Hermann Josef, jefe del Deutsche Banka desde 1937 y posiblemente involucrado en los asesinatos de judíos por IG Farben, era jefe de dicho banco entre 1957 y 1967. Paul Dickopf, agente especial de los nacionalsocialistas en suiza, ayuda en la formación del Bundeskiminalamt en 1951 (donde terminaron numerosos miembritos de la SS y GESTAPO), entre 1965 y 1971 llegó a ser el jefe del BKA. Hans Flibnger, juez quien pidió aún en 1945 la pena de muerte para unos soldados alemanes quienes habían desertado, fue 1978 presidente del Land Baden Wurtemberg. Reinhard Gehlen, oficial del ejercito entre 1942 y 1945, ayudó en construir en 1956 el futuro Bundesnachrichtendienst. etc., etc., etc.….tanto en la Alemania democrática de oriente como en la Alemania federal de occidente había prácticamente una continuidad. 

A partir de 1968 eso cambió: se pregunto por el pasado, se debatió. Y desde entonces ningún cargo con alto grado de responsabilidad se podía ocupar si se tenía un pasado nacionalsocialista. Incluso literatos como Gunter Grass tenían y tienen que justificar que eran miembros de la HJ. Alemania se enfrentó con su pasado, lo aceptó. Se comenzó hablar abiertamente sobre lo ocurrido. Lo que hasta entonces se silenciaba vergonzosamente, ahora se confesaba y se decía. Todo eso simultáneamente con las protestas en contra de las guerras innecesarias como Vietnam y los movimientos por la igualdad (tanto de las mujeres como de los afroamericanos en el caso de los EEUU). 

Eso es lo que ocurre, a mi juicio, ahora en los PIGS, concretamente España. España terminó la guerra en 1939, pero a diferencia de Alemania, ganaron la guerra los del bando rebelde. Y evidentemente se indoctrinaba los jóvenes y si se habla del pasado fue solo para glorificar a los ganadores y demonizar los derrotados. Cuando 1975 se inició la transición, pocos cambios había. 
El personal del ejercito permanecía, la administración pública continuaba con los mismos funcionarios y se seguía silenciando al pasado. España vivió desde el 1975 lo que tenía Alemania tras el 1949: su gloria económica, el auge continuo y la creación de un estado de bienestar. Y efectivamente en España a partir de los años 90 se comenzó lentamente con el debate: sobre los caídos, las víctimas, lo ocurrido. Lento y con mucho cuidado: los viejos soldados de Franco seguían, desapareciendo como su amado caudillo: muriendo por causas naturales. Hoy en día el ejercito ha dejado de ser un peligro y sus responsables se han convertido en leal a la democracia (eso ocurre afortunadamente en todos los PIGS). 

Aquí está el problema que difiere España (y en cierta medida Portugal y Grecia) de Alemania. La elite gobernante nacionalsocialista desaparición en 1945, mientras que la elite franquista y los hombres de Salazar (especialmente los militares) permanecieron hasta los años 90. Los jóvenes de la generación del 68 seguían viviendo en un auge económico y los del 15-M español comenzaron sufrir la crisis económica. 
El estado federal alemán era algo completamente nuevo igual como el estado democrático español, con la singularidad que el sistema electoral alemán tenga una mezcla entre de votos directos a políticos puntuales y listas cerradas de partidos. En España se votaba desde el inicio solo a listas cerradas, provocando la creación de una clase política profesional. Por si fuera poco ninguna institución nacionalsocialista sobrevivió mientras que la monarquía española se creyó al fin de cuentas por Francisco Franco y continua existiendo porque así lo había decidió él, un general rebelde, igualmente como numerosas otras instituciones públicas. Opino que esa mezcla casual de crisis financiera con una confrontación del pasado reciente provoca una situación muy incómoda e incluso peligrosa. Ya en los años 90 comenzaron levemente las críticas al sistema político. 
Sin embargo ¿Para que cambiar? ¡Si España va bien, como repetía Aznar una tras otra vez! Se continuaba con la herencia franquista a lo largo de la primera transición: una monarquía hereditaria, las listas cerradas de los políticos (que se había creado con el objeto de posibilitar cierta estabilidad política) y numerosas leyes anticuadas (como el desahucio) que realmente necesitaban revisión. Las críticas existentes se silenciaron: había trabajo y un estado social benevolente, y si alguien engaña al estado trabajando negro o cobrando de manera incorrecta, raramente importaba. 

Con el comienzo de la crisis en 2006 se inició prestar atención a esas críticas. Por fin se quería hablar y por esa razón se convierten dietas, que en el año 2000 habían existido, en casos de atención pública. La corrupción, la financiación de los partidos y la ley sobre los desahucios habían existido desde 1975, se conocía y se tardó hasta el inicio de la crisis para reflexionar seriamente. Evidentemente, mi comparación de la generación del 68 con el 15—M son forzados, igualmente como la transición española con la republica bajo Adenauer. De todos modos me llamó la atención su similitud: en ambos países se silenciaba al pasado y permanecían las viejas elites para mantener la paz social y crear una floreciente economía, y en ambos casos deseaban los jóvenes reformar y mejorar los sistemas democráticos. Solo que en el caso español se le añade la crisis financiera. 

Dicha mezcla me resulta tan peligrosa por las posibles consecuencias, como una repetición al estilo de la Alemania del año 1933. Cuando 1929 comenzó la gran crisis financiera por la explosión de numerosas burbujas provocando un pánico intensivo en las grandes bolsas del mundo occidental, se paralizó la economía mundial hasta los años 40 del siglo XX. Numerosos países sufrían un elevado número de personas desempleadas, los mercados nacionales dificultaron notablemente la importación de productos extranjeros y numerosas empresas quebraron. 
El paro a nivel mundial aumentó del 10 % del 1930 al 30 % en 1932, y se iba reduciendo lentamente (1938 aún el 11 % estaba en paro). Traduciendo en números absolutos, con unos ejemplos: Alemania pasó tener de 1,4 Millones de desempleados en 1928 a 5,775 Millones en 1932, Francia exploto de 16.000 a 301.000, y los EEUU subían de 1,982 Millones a 11,586 Millones en 1932 (Fuente: Knaurs Historischer Weltatlas, edit. Knaur, 2000, Pág. 265). ¿Qué efectos tenía eso en la política? Una considerable inseguridad social en toda Europa. Había numerosas olas de huelgas potentes en Irlanda (1937 – 1938), Inglaterra (1935 – 1936), Noruega (1931, 1936 – 1938), Países Bajos (1931 – 1933), Bélgica (1932, 1935 – 1937), Francia (1934, 1936, 1939), España (1930, 1932), Portugal (1934), Polonia (1930 – 1938), Suiza (1932), Yugoslavia (1935 – 1938) y Rumania (1933). 
La intranquilidad social se tradujo en las transformaciones de la naturaleza de los gobiernos. Si hasta 1918 gobernaban las grandes monarquías Europa, desde 1918 dominaban las democracias. 
Esos gobiernos eran en muchos países jóvenes, y tanto los sistemas republicanos como las monarquías liberales cayeron como un domino: 
  • 1920 Horthy se instala en Hungría. 
  • 1926: Mussolini se instala en Italia 
  • 1926 (así que antes de la crisis): golpe de estado por Smetona en Lituania y dictadura de Pilusdski en Polonia. Sin embargo sufrió igualmente la crisis, porque 1935 se instaló el régimen de los oficiales. 
  • 1929 Alejandro crea una monarquía autoritario con apoyo militar en Yugoslavia. 
  • 1930 El monarca Carlos II de Rumania acepta y apoya la “guardia de hierro” fascista. 
  • 1932: Salazar se proclama dictador 
  • 1933 Alemania (se nombra canciller a Hitler, quien 1935 se convierte en el Führer)
  • 1933 Bulgaria tiene un golpe de estado, 1935 crea Boris II una dictadura. 
  • 1934 Estland (dictador Päts). 
  • 1934 Lettland (dictador Ulmanis). 
  • 1936 Guerra civil española Si antes de la crisis existían solo tres regimenes autoritarios en Europa (Italia, Hungría y Lituania), cinco años después ya eran diez y España estaba a punto de comenzar su guerra civil. 

En los países que se mantenían en la democracia se refuerza el papel de los jefes de gobierno, como ocurrió con Franklin D Roosevelt quien intervino de tal forma en la economía como nunca ningún Presidente antes de el había hecho. Ahora sigue siendo España una democracia relativamente joven. Afortunadamente tiene actualmente más experiencia que Alemania en 1933: la republica alemana apenas 15 años, mientras que España cuenta hoy con una democracia de 38 años de edad mas sus experiencias con dos republicas (1873 – 1874 y 1931 – 1939). Solo por esa razón es imposible una comparación de la republica de Weimar con el final de la primera transición española. ¿Se podría repetir una dictadura? Me da la esperanza que la situación actual está lejos de ser tan grave con ocurrió en la Alemania de Weimar. Basta con contextualizarlo correctamente: 

  • Alemania tenía 1933 aún (a pesar de numerosos tratados) aún una gran deuda impuesto por castigo debido a la paz de Versalles. 
  • Alemania estaba totalmente solo en la crisis (como cada país), mientras que hoy en día los países intentan buscar juntos una solución y dialogan en vez de encerrarse. 
  • El ejercito alemán, que detestaba la republica y la echaba la culpa de haber perdido la guerra, raramente apoyo a los gobernantes y se mantenía únicamente a raya porque el segundo presidente fue Hindenburg, un general prestigioso de la primera guerra mundial. En España, por suerte, faltan generales quienes desean intervenir en la política y los soldados parecen ser leales a la democracia, igualmente como los otros cuerpos de seguridad. 
Una especie de 23F no se repetiría. Por el otro lado de la moneda, si tan diferentes son ambos casos ¿Por qué los menciono? La razón está en las pequeñas similitudes de reacción ante la crisis. Un Polibio carismático, con buena retórica, quien se presenta como pacificador y hombre con una mano dura digna de crear orden, podría recibir tanto el apoyo de las masas descontentas como de los poderosos del país quienes temen una revolución de izquierdas. Justamente eso ocurrió durante los años 30. Al inicio el partido nacionalsocialista se comportaba igualmente como el partido comunista: sus miembros se peleaban por las calles, ambos hacían manifestaciones, y mientras la izquierda organizaba huelgas, la derecha hacía marchas militares con veteranos de la primera guerra mundial. Ambos partidos eran hasta las elecciones de 1928 minorías en el parlamento. 1930 aumentaron sus escaños, bloqueando ambos a los gobiernos de Julio 1932 y Noviembre 1932. Con el inicio de la crisis y el crecimiento de los partidos, crecieron los nacionalsocialistas mucho más rápido que los comunistas. Políticos conservadores como Franz Von Papen comenzaron apoyar al partido de derecha revolucionaria (como se entendían los nacionalsocialistas a si mismo), tanto los generales prestigiosos (incluido Hindenburg) como los representantes de las grandes empresas pensaban poder manipular y dirigir los nazis en cambio de que ese partido mayoritario mantenga la paz en las calles y recupere el orden. Como se ve, no ocurrió en la realidad. ¿Por qué ese apoyo de la población al partido nacionalsocialista? 

  • Su líder, Hitler, era (para los gustos de los contemporáneos) muy carismático, y su retórica era impresionante. En sus discursos prometió el fin de la crisis y, importante, la recuperación de la honra perdida por la derrota en la primera guerra mundial. 
  • Hitler empleó la tecnología más moderna durante sus campañas: vuela por avión de discurso a discurso, y se emite publicidad y esloras por la radio. 
  • El partido se representó como un monolito de igualdad, donde ricos y pobres eran iguales (dejemos de lado que la realidad era un tanto diferente), en contra del enemigo capitalista, burgués y judío (OH si, los nacionalsocialistas empleaban vocabulario idéntico a los comunistas hasta el año 1935 cuando se proclamó el cambio de la revolución hacia la evolución).

 La falta de un estado social, el sentimiento de derrota y la escasa experiencia de la democracia dio malas posibilidades a la primera republica alemana. ¿En España podría ocurrir algo similar¿ ¿Un/a polito carismática al estilo de un Osama español? ¿Quién usa Twister, Factbook, Youtube para llegar a los ciudadanos? ¿Quién lucha contra los malos bancos y los políticos corruptos (los alemanes de los años 30 no opinaron mejor de “sus” políticos)? ¿Quizás un caudillo moderno, menos xenófobo, apoyado por una población (¡Joven!) descontenta? ¡Los electores del partido comunista y del partido nacionalsocialista no eran ancianos conservadores al estilo franquista, eran jóvenes defraudados! ¡Los que se peleaban en las calles con el uniforme de guardia roja o de la SA contra el bando opuesto o la seguridad del estado eran adolescentes, estudiantes y jóvenes adultos! 

Tengo esperanza que no ocurra eso, porque España tiene experiencia de una dictadura y un ejercito más leal que en 1936. Además cuenta con una ventaja si se haría realidad el caso temido: sus regionalismos. Nunca puede haber un “caudillo español” quien pueda negar cooperar con catalanes, vascos o gallegos sin concederles numerosos poderes. 

Escribí ese ensayo subjetivo porque me da la sensación que justamente eso está cambiando durante el ultimo año. Ya escuche al uno u otro amigo que se necesita un hombre fuerte, pero ¡ningún Franco! - ¿Qué entonces? ¿Un gobernador autoritario quien no se llama caudillo sino primer ciudadano, para cambiar títulos? Otros comienzan decir Bueno, bajo Franco al menos había menos paro o Él fue quien impuso un buen sistema de pensiones y ahora nos lo están quitando. La memoria es un peligroso amigo. Se olvida cosas que conserva la historia, modifica un poco al pasado e influye a la realidad. Si continua la crisis, puede que ocurra algo. Una revolución de izquierda que está tan de moda (a diferencia a la derecha) - ¿pero será un sistema democrático, al estilo ateniense, o más al estilo soviético con una dictadura del proletariado?
 ¡A ver que ocurre!

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