28 ago 2014

El palacio de Arazuri

Torreón de homenaje, el elemento más antiguo.
El palacio de Arazuri, un pueblo cuya primera mención fue en 1055 y la segunda de 1097 aclara que dicho lugar fue donado al monasterio de Leire, llegó tras tres siglos a la posesión de Lancelot de Navarra (1386 ? - 1420), un hijo bastardo de Carlos III (rey de Navarra 1387 – 1425) e obispo de Pamplona (sin recibir la consagración).


En 1418 pagó el rey 1000 florines para que Lanzelot pueda ampliar al torreón que existía ya en Arazuri por un edificio palacial, sin embargo ya murió en 1420.
El palacio ya construído, con elementos tardiós del gótico como las ventanas geminadas y los lienzos sobre modillones, pasó a los manos del tesorero del reino, Johan de Monreal, y luego a la familia Beaumont.
De todas formas, el palacio fue inspeccionado en 1427 por el maestro de obras Martín Périz de Estella por orden de la reina Blanca I de Navarra (reina 1425 – 1441).

Cuando estalló la guerra de la conquista en 1512, el líder de los Beaumonteses, Francés de Beaumont, (pro – castellanos) invitó al duque de Alba, general de las tropas castellanas, instalarse en el palacio.
Dicho palacio fue brevemente ocupado en noviembre 1512 por Juan III de Albret, y posterior encarceló Francés de Beaumont al general del ejercito navarro, Asparrots, en las mazmorras de dicho palacio.
 
Torre en frente del torreón principal, que conecta a dos murallas cuales encierran el patio del palacio.
Ala norte del palacio, con ventanillas tardo - góticas.
Lado sur del ala palaciego, visto desde el exterior. Se ve bien las fases de construcción.
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21 ago 2014

El puente romano de Cirauqui



Si se abandona Cirauquí en dirección oeste, se pasea un rato por encima de una calzada romana cruzando un pequeño río sobre un puente de procedencia romana.

Hoy en día se mantiene el puente gracias a las modificaciones de 1702 y otras restauraciones recientes, porque su impresionante arco difícilmente se podría sostener por propia cuenta.
De todas formas se tiene una cierta noción de la importancia que tenían los caminos para mantener vivió al imperio romano, tanto para comerciantes como para administradores y, finalmente, militares.

Camino romano desde Cirauqui hacia el valle, donde está el puente.
Los restos del puente, el arco del lado derecho aún se conservó, pero en un estado tan frágil que tenía que ser rellenado con piedras y rebajado el nivel de carretera. Ya no era posible usarlo con un carruaje sin problemas.

La continuación del camino romano, que se ha conservado excepcionalmente bién.
Por falta de mantenimiendo el puente se debilitó considerablemente, en siglos posteriores se intentó restaurarlo, pero rebajando el nivel de la carretera.

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14 ago 2014

El palacio de Echarren de Guirguillano



En Navarra existen varios palacio de cabo de armería. Eran palacios o casas de las familias nobiliarias más antiguas, mayoritariamente linajes de origen medieval, cuyos dueños tenían asociados una serie de privilegios. Así no tenían que pagar cuarteles ni alojamiento de tropas, tenían habitualmente derechos jurídicos y solían recibir los mejores sitios en una iglesia. Finalmente tenían el derecho de ser llamado a las cortes de Navarra.

Se puede distinguir entre cuatro tipos de palacios de cabo de armería: o tenían una sola torre, o dos torres (en ambos casos eran casa – torres que se ampliaban posteriormente con alas palaciegas), cuatro torres (creando palacios señoriales fortificados) y las casas señoriales con ventanas y balcones, habitualmente situados en ámbitos urbanos.

Durante el siglo XIV construyeron los señores de Guirguillano el Palacio de Echarren. Como se observa su escaso número de ventanas y el grosos de las murallas, se trataba más bien de un palacio fortificado, defensivo, construida en mitad de las guerras civiles de Navarra. Se trata de un palacio  casa – torre unida a una ala residencial, igual como en Arazuri y Guenduláin.

Dentro se encuentra a diferentes dependencias campesinas, como cuadras, graneros y pajares.

Los señores de Guirguillano formaban parte de la nobleza alta de Navarra. Aunque controlaban solo entre 700 y 1000 robadas de sembradío y viñas, era suficiente para mantener e incluso reformar en el siglo XVI su palacio, consiguiendo de esa manera el derecho de ser llamado a las cortes y elevándose al nivel de los caballeros.
De los dos niveles de nobleza (Hidalgos y Caballeros), los caballeros se diferenciaban por poseer títulos como duque, marques o conde, o pertenecían a una orden militar. Como mínimo se requería un “palacio cabo de armería”, lo que cumplían los señores de Guirguillano.


Detalle defensivo del ala sur.
Fachada principal, muy defensivo.

Torreon de la esquina del sureste, con decoraciónes como las columnas que no conjuega con el edificio, añadido posteriormente.

Lado sur.

Vista interior (lado norte).

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7 ago 2014

El palacio de Mendillorri



Fue construido pocos años antes de la conquista. Los Larrasoaña, los Liedena y los Velaz de Medrano, quienes eran los vizcondes de Azpa, fueron llamados a cortes por ese castillo (así que, con un castillo tocho un noble es suficientemente importante como para poder ser llamado a las cortes durante los siguientes tres siglos).

El rasgo de todas las familias nobiliarias es su vinculación a un palacio. Los habitantes de esos palacios se les consideraban como eminencia con ciertos privilegios: alcaldes y capitanes. Y solían estar extensos de todas las cargas militares. Y el hecho de poseer un palacio dio derecho a ser llamado por las cortes. En ese caso, es un palacio cabo de armas similar al de Barasoain o Echeverría de Irurita.
A partir del siglo XVIII muchos títulos habían salido de Navarra, o los nobles vivían fuera de Navarra al servicio del rey, oidores en las audiencias, etc.…mientras que los primogénitos permanecían en los palacios sin viajar nunca.

Por bodas, herencia femenina o extinciones de títulos muchos títulos pasaron a familias fuera de Navarra, y por esa razón se abandonó numerosos palacios a partir del siglo XVIII.

Durante el gobierno de los Habsburgos se concedieron escasos títulos en Navarra, pero se concedieron numerosos títulos bajo los Borbones, lo que devaluó por la inflación de títulos. Pocos tenían arriego y menos pesaron en Navarra porque nunca se instalaron allí.


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