20 ago 2011

Portal del monasterio San Pierre de Moissac

Portal del monasterio San Pierre de Moissac, Francia, construida entre 1115 y 1130.
Características formales
Durante cierto tiempo el tamaño de las portadas se vio condicionado por el tamaño de los tímpanos que se apoyaban solo en los lados extremos, como ocurrió en el arte románico. Con la introducción del soporte central (en ese caso el Maciel) se solucionó ese “problema” técnico.

En Moissac había una composición densa, con muchas figuras que llenaban al espacio. Eran figuras de volumen pronunciado, no plano, y muy salientes. Tanto el Maciel / Parteluz como los pilares laterales y el tímpano: todo estaba decorado con figuras, pequeñas esculturas salientes que representaban personajes de la Biblia. Lo destacable es el hecho de que las figuras estaban muy “movidas”, dinámicas, y nada estáticas; mientras que el Cristo daba una imagen de tranquilidad.


El tímpano del portal.
Características de contenido y comprensión
Durante varias décadas los cristianos tardo – romanos y de la edad media temprana habían criticado las imágenes de personas hasta que durante el siglo XII comenzó la aceptación. El tímpano de la portada era en opinión de algunos autores la obra más excelente de la románica francesa; y formaba parte de los años de las “grandes portadas escultóricas” (1125 – 1150). Junto a eso las portadas eran mas grandes que anteriormente. La combinación de la aceptación social de las imágenes y el espacio amplio llevo hacia el uso de las esculturas.
Jeremías en el parteluz.
La imagen era en la edad media donde poca gente podía leer un instrumento didáctico muy importante. Las iglesias comenzaron a decorarse para recordar a sus creyentes la fe y para contarles la historia de la Biblia. La portada de Moissac tenía el tema central de la llegada y bendición de cristo. En el tímpano se veía a un cristo majestuoso, rodeado por los cuatro tetramarfos (símbolos de los evangelistas). Debajo se encuentra a 24 ancianos, que simbolizaban a los 24 libros del antiguo testamento.
A la altura del creyente que entraba en la Iglesia se tenía a leones (en el mainel de manera decorativo), en el lado derecha al profeta Jeremías (que simboliza la profecía del nacimiento de Cristo) y en el otro lado a San Pedro (el representante). Junto a esas figuras se contaba con escenas del nuevo testamento. En conjunto representaba la segunda venida de Cristo, enmarcada por escenas alusivas a la encarnación, que era la primera venida, y el juicio final, que era el objetivo de la segunda.




Fuentes:
Apuntes de la asignatura Historia del Arte II de la Prof. Clara, Pamplona, 2006/07.
RAMIREZ, Juan Antonio (coord.), Historia del Arte: La Edad Media, edit. Alianza Editorial, Madrid, 2004.

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Altar de Zeus de Pérgamo

El altar de Zeus de Pérgamo, construida posiblemente durante el siglo II a.C. por el rey Eumenes II.
Características formales
Lo destacable del altar de Pergamo eran - y siguen siendo - sus relieves escultóricos y la enorme escalera con veinte metros de anchura. Era una obra arquitectónica griega, en vez de ser clásica ya tenía claros rasgos helenísticos. Ocurrió lo contrario que con el Partenón, en dos aspectos: primero la importancia arquitectónica se reducía frente a las esculturas; segundo las columnas (iónicas) se convertían en casi decorativas frente la dominante escalera. Aparte se tenía otros rasgo típicos de la arquitectura helenista: importaba la imagen de lo exterior, la impresión; mientras que lo interior se reducía a un lugar donde se hacían las ofrendas con escasa decoración.

Al final se tenía que tener en cuenta una última novedad helenística: la narración continua. Los relieves contaban la historia del fundador de Troya: Télefo, hijo de Heracles, dentro del contexto de la batalla entre Titanes y Dioses olímpicos.

Características de contenido y comprensión
No se sabe cuando se construyo el templo, lo que esta seguro es la función simbólica y política del edificio. Igual como el Partenón el templo de Pergamo simbolizaba el poder de su ciudad; en ambos casos se glorificaban los ciudadanos a si mismos. No era un monumento que memorizaba únicamente la victoria sobre los celtas como durante largo tiempo se pensaba; sino era propagandístico. Por esa razón el relieve enorme tenía en Pergamo una mayor importancia ya que tenía que legitimar la monarquía helenística.


El gálata moribundo; una escultura de Pergamo.
Dicha construcción tiene que contar la historia (poco conocida por los ciudadanos), demostrar que sus “reyes” estaban a servicio de los ciudadanos, que no eran tiranos ni déspotas, sino defensores elegidos por los dioses. Los relieves raramente hacían indicaciones a guerras concretas, sino contaban la batalla entre los dioses apoyados por el padre del fundador de la ciudad, Heracles, contra los Titanes. Se podía interpretar como la lucha del bien, lo civilizado, contra el mal, lo caótico. Así también se entendían los monarcas helenísticos: defensores de la civilización griega en países que desde su punto de vista eran bárbaros y que debían ser civilizados. No se debe olvidar que la dinastía de los Attalidos gobernaba desde 238 a.C. como (cuarta) potencia helenística en la antigüedad. A diferencia de los otros reinos helenísticos no podía hacer referencia a Alejandro Magno, y por eso sus monarcas se dedicaban en la lucha contra las invasiones célticas del norte.


Mapa de Pergamo en su máxima extensión.
Probablemente el Altar de Zeus ni siquiera era un templo, sino un altar enorme (de eso las escaleras) para el templo de la atenea. Eso se explicaría porque en los relieves se glorifica especialmente a Zeus y Atenea. Aún así ni siquiera eso era necesario; ya que en todos los hogares había un altar para sacrificar en honor de los dioses sin tener referencia a un templo en concreto.

Fuentes:
Apuntes de la asignatura Historia Antigua I del Prof. Navarro, Pamplona, 2006/07.
RAMIREZ, Juan Antonio (coord.), Historia del Arte: El mundo Antiguo, edit. Alianza Editorial, Madrid, 2005.

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Partenón

El partenón, promovido por Pericles, es un edificio construido entre 448 y 432 a.C. en Atenas.
Características formales
Se trata de un edificio impresionante. Los arquitectos Ictíneos y Calícrates se inspiraron para la construcción en los templos dorios. Así la planta era del tipo Períptero, a pesar de que en los frentes tengan dos filas de columnas. En vez de usar seis columnas para el frente usaron ocho; además las columnas están más juntas que normalmente. De esa manera lograron los arquitectos un monumento que era más grande que otros edificios similares, sin embargo no dejaba de ser "ligero", no pasó a ser monumental – pesado. Eso lograban con varios trucos matemáticos y ópticos. Las columnas no eran cilíndricos sino se engordaban en medio de manera muy mínima; y el fundamento del edificio tampoco era plano sino se inclinaba en cada lado del edificio hacia la mitad un poco hacia arriba.


A: Como se ve; B: Construcción verdadera (un poco exageradamente dibujado); C: Como se vería si se hubiera construido tal como se ve en A.
Varias esculturas decoraban el Partenón: en la fachada oriental del edificio los artistas glorificaban el nacimiento de Atenea de la cabeza de su padre Zeus; en el otro lado celebraba la diosa su victoria sobre Poseidón cuando discutían quien debía ser el patrón de Atenas. Otras esculturas demostraban las victorias míticas de los dioses olímpicos sobre los titanes; la de los griegos sobre los troyanos, las amazonas y los centauros.


Planta con los temas escultóricas
En la “Cella”, la parte interna del Partenón, se celebraban los atenienses a si mismos: con un relieve de 160 metros, un metro de altura y hasta 6 cm sobresaliendo, que demuestra a los atenienses en su procesión “Pantheas” al honor de Atenea.

Características de contenido y comprensión
A pesar lo que parezca: el monumento no es un templo. Falta un altar. Es el símbolo del poder y la fuerza ateniense, tanto de su diosa como de sus ciudadanos.
Anteriormente hubo un templo en la acrópolis ateniense que había sido destruida por los Persas en décadas anteriores. Pericles, uno de los hombres más poderosos de Atenas de su tiempo, convenció a sus ciudadanos que sería hora de reconstruir la Acrópolis. No era de sorprender que logró pertenecer al comité organizador; y por esa razón nombro a su amigo Fidias con la coordinación del ambicioso proyecto.




Atenas en esos momentos – entre las guerras persas y las guerras peloponenses – estaba en el cima de su poder; rica con una flota poderosa, y sus ciudadanos estaban muy orgullosos. Ese proyecto, aceptado por la población, era la demostración de dicho orgullo. Por ese motivo junto a la construcción del templo se reconstruyo todo la acrópolis con varios templos, el Odeón, el templo del Dionisios, etc.….
Ese Partenón era también un proyecto político. Alimentaba a una gran parte de ciudadanos – artesanos, jornaleros, capitanes de naves – y ellos obviamente apoyaban a “su” representante: Pericles. No obstante el proyecto arruinó las finanzas: solo el Partenón costaba el triple que Atenas ganaba en tres años. Probablemente fue una de las causas de la guerra del Peloponeso. Aun así no dejaba de ser una obra magnifica.

Fuentes:
RADEMACHER, Cay, „Das Goldene Zeitalter“, en GeoEpoche, Nr. 13, Hamburg, 2004, pag. 70 – 87.
RAMIREZ, Juan Antonio (coord.), Historia del Arte: El mundo Antiguo, edit. Alianza Editorial, Madrid, 2005.



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