29 mar 2014

¡La gente de la edad media no era tonta!

Hace poco vi un documental sobre la Verdad del hombre en la luna, un documental serio que deshacía los argumentos de los escépticos. La razón de mi incomodidad reside en una metáfora que emplearon: Igual como gracias a Colón descubrieron que la tierra era redonda…..; similar a los numerosos comentarios en series estadounidenses al estilo Soprano cuando los capitanes de la Mafia dicen Si, y antes cuando la tierra era plana…. o la frase de Sheldon Cooper diciendo a su madre (conservadora): Si, os atrevéis conduciendo en los océanos, incluso sin temer caer del plato…

Mapamundi del siglo XIII, con Jerusalén como centro del mundo y un enorme océano que embarca al continente asiático (arriba), europeo (abajo a la izquierda) y África (abajo a la derecha).
Colón y la forma de la tierra son, según veo, un conocimiento general en el mundo occidental. Lo que me descontenta es que se asocie la mentalidad medieval automáticamente con la idea que los medievos pensaron que la tierra era plana.

Es una idea completamente absurda. Cualquier marinero y habitante costero observa como los barcos lejanos van apareciendo de la nada, creciendo lentamente. Sin embargo, cuando ellos mismos navegan, tienen la noción de un mar o un océano completamente plano. Eso ocurrió en todas las civilizaciones navegantes. 
Dicha noción es prácticamente inexistente si se está en un lago pequeño o mares de tamaño reducidos, y en tierra – debido a montañas, sierras y colinas – es prácticamente imposible observarlo. Se tiene que irse a las amplias estepas del norte de Asia para observar dicho efecto. 
Todos los pueblos cuales navegaron tenían la vaga idea que la tierra tenía que ser redonda, solo que únicamente los filósofos griegos fueron los primeros en científicar esta idea: Pythagoras postuló que era una bola, Aristóteles lo confirmó y tanto Eratosthenes de Cyrene (siglo III a.C;) como Ptolomeos (siglo II D.c.) lo dibujaron de tal forma en sus mapas correspondientes. En el siglo V D.c. defendió Martianus Capella en su obra Geografía que la tierra no podía ser un disco, igual como lo dijo Thomas de Aquino (1225 – 1274, en su Summa Theologica). ¡Incluso la manzana imperial del sacro imperio germánico representa la tierra! (Reichsapfel
Lo que todos estaban conscientes era que África, Europa y Asía formaron tres enormes continentes conectados entre si, rodeados por un enorme océano septrentional. Incluso Alejandro Magno iba usar este supuesto hecho para volver desde la India hacia Persepolis, confundiendo el océano Indico y el Golfo Pérsico como partes cercanas de dicho enorme océano. Alejandro Magno aprendió de su profesor Aristóteles que después del Indus estaba el Okeanos, el gran lago, que encierra al oikumene, el continente habitado. Aristóteles había estado convencido que el Hindukusch formaba parte del Okeanos, pero cuando llegó Alejandro sospechó que posiblemente sería el río Ganges. En fin: se estaba consciente de la forma de la tierra en todas las culturas costeras: chino, islámico y cristiano.

Mapamundi del siglo X, un dibujo de la Apocalipsis de Beato, posiblemente del año 975 d.C. y otro océano alrededor de las tierras.
Entonces ¿De donde surgió la idea errónea de que en la edad media se pensaba que la tierra era plana? Principalmente porque los primeros mapas mundiales europeos eran circulares, situando Grecia o Jerusalén en el centro. 
Quienes dibujaban mapas raramente lo empleaban con fines de viajes, y los marineros, incluso los más aventureros, solían viajar cerca de la costa usando las estrellas en vez de mapas, la costumbre y listas de ciudades portuarias para orientarse. Por esa razón se dio la impresión que sus autores pensaron que la tierra era plano como un plato. Especialmente debido por el relato de Washington Irving de 1828, La vida y los viajes de Cristóbal Colón.

Ahora…¿Por qué el rey de Portugal ignoró el plan de Colón? ¿Y de que se reía la corte castellana y los científicos cuando presentaba su proyecto? La razón es simple: Colón era un náutico pésimo. 
Colón basó a partir de 1480 su idea en Aristóteles quien pensó que se podría rodear la tierra en pocos días, cosa que otros sabios como Pierre d`Ailly (1350 – 1420) con su Imago Mundi defendían. Correspondiendo con Paolo dal pozzo Toscanelli estaba convencido que sería posible. 
Reconstrucción del mapa de Toscanelli de 1474, con las latitudes mal calculadas
 El problema era el calculo erróneo. Desde Ptolomeo se pensó que el 180º de la latitud (anchura) de la tierra era Eurasia, y los otros 180º aún desconocidos. Pero D`Ailly calculó que Eurasia tiene una extensión de 225º. De esta forma la distancia entre los dos extremos eurasiaticos, es decir, entre las islas Canarias y Japón, serian tan solo 4.500 kilómetros. En realidad son 20.000 km. Por eso se reían en las cortes de Juan II de Portugal y los primeros comités en la corte de los reyes católicos. Había calculado mal la anchura de la tierra, por esa razón podía postular que un viaje a la India saldría más barato (e incluso se podría sobrevivir dado que el viaje sin ver tierra sería breve) si se viajaría rectamente hacia occidente. 
Como los marineros a partir del siglo XV solían calcular y tener en cuenta los mapas, sabían que en teoría sería posible viajar de esa forma, pero según sus cálculos duraría demasiado tiempo. Y sinceramente, si no existiría America, el Océano Atlántico y Pacifico, unidos en un enorme océano, habría sido verdad.

Mapamundi del siglo XIII.
¿Y había críticos de este hecho de la tierra redonda? Evidentemente, Lactanius (250 – 320 d.C.) decía que los humanos cuales vivirían en la parte inferior debían estar cayéndose y la lluvia tendría que caer al revés, y otros sabios como Johannes Chrystomos (394 – 407), Severian de Gabala (408) y Theodor de Mospsuestia (350 – 428) lo veían como idea pagana. Pero la influencia de estos autores era insignificante.

Estoy convenvido que el uno u otro geografo estaría cabreado conmigo por decir que la tierra sea redonda – porque antes de ser una bola perfecta se parece como una naranja, con los polos ligeramente aplanados. Y si como contraargumento se quiere proponer la expedición de Magellano: no era una prueba para escépticos que la tierra era redonda; sino que existía una posibilidad de navegar en barco desde Europa hasta Asia. 
Concluyendo: nunca era un pensamiento general que la tierra era plana ni que gracias a Colón se descubrió esto.

  • LEISERING, Walter, Historischer Weltatlas, edit. Marixverlag, Berlin, 2004 
  • ALBIG, Jörg-Uwe, "1492 – Das Wunderjahr", en GeoEpoche (31), 2008, pág. 46 – 60.
  • ALBIG, Jörg-Uwe, "Der König aller Könige", en GeoEpoche (13), 2004, pág. 128 – 144. 
  • ENTDECKER – FORSCHER – ABENTEURER – Sternstunden der Menschheit, edit. Lingen, Köln, 1989


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22 mar 2014

Mein Kampf (El contexto de creación de un libro ideologico)

Hace unas semanas me comentó un amigo que estaba leyendo un libro, de un filosofo del siglo XX. Pensé en los clásicos, como Nietzsche o Wittgenstein y me sorprendió diciendo que era el “Kampf” de Adolf Hitler
Dijo filosofo para engañar, y me comentó que estaba ligeramente asustado. Tras leer los primeros capítulos estaba, excepto sobre el tema del racismo y el antisemitismo, de acuerdo con lo que escribió su autor. 
Le recomendé que debería contextualizar al libro, como hago ahora yo. Primero contextualizo lo ocurrido entre la fundación de la primera república de Alemania en 1918 hasta la publicación del libro en 1925, y después haré unos breves comentarios sobre el contenido.

El contexto exterior

Repartición de publicidad propagandistica de la SA en Berlin, 1924.
El 11 de agosto 1919 entra en vigor la constitución de la primera república de Alemania, hoy conocido bajo el nombre de la republica de Weimar. Es una republica inestable, no deseada. Hace poco habían dictado los victoriosos de la primera guerra mundial las condiciones de la paz a Alemania, con perdidas territoriales dolorosas y pagos financieros de castigo fuertes, han desmilitarizado la joven república y la han echado la culpa de la anterior sangría. 
Muchos alemanes se sienten deshonrados y están cabreados sobre esta paz de Schandfrieden (paz de la vergüenza). En vez de culpar las anteriores elites (la familia real, los altos militares y los industriales de guerra), quienes habían sido los que iniciaron y perdieron la guerra, culpan los representantes de la joven democracia. Porque los listos generales logran difundir exitosamente un mito: el ejercito ha sido exitoso en el campo de batalla, pero entonces fue empuñalado por el hogar revolucionario, es decir, por los marineros revolucionarios y liberales de 1918. Entre los enemigos nacionales de la república se extiende velozmente la Dolchstosslegende (la leyenda del empuñamiento). 
Uno de ellos es el cabo Adolf Hitler. Pero su comportamiento durante primavera de 1919 es extraño. Se sabe que siendo hombre de confianza de su compañía había trabajado con el departamento de propaganda del gobierno socialista y que se dejó votar, durante la republica comunista de Munich (abril 1919 – mayo 1919), como consejero de su batallón. ¿Una breve experiencia como hombre de izquierda, como lo tenían muchos otros nacionalsocialistas más tarde, similar al fachista Mussolini? ¿El oportunismo de un hombre quien no tiene hogar, excepto el de su compañía? ¿O un intento de infiltrar la republica comunista? ¿Por qué no se une con uno de los numerosos asociaciones de soldados veteranos (Freikorps) radicales? ¿Por qué tiene su cabeza llena de ideas contradictorias y está desorientado? El historiador Joachim Fest sospechó que Hitler, quien durante su vida adoró Wagner, antes que la política se interesó por el drama, el pathos, lo teatral. Similar opina el experto Ian Kershaw: Toda su carrera se basó en la representación. Sin embargo aclaran ambos historiadores que Hitler podía emocionarse considerablemente cuando creía realmente en su causa. Desde mediados de los años 20 del siglo XX hasta su muerte actúa Hitler de manera flexible, sin ser un oportunista. En cambio sus comportamientos tardíos están marcados por su obsesión ideológica.

Después de la república de Munich se libra Hitler de cualquier sospecha porque denuncia y ayuda buscar camaradas rojos. Así se convierte en el hombre de contacto de la agencia de noticias del ejercito (Reichswehr – Nachrichtenabteilung), una especia de policia política que se encarga de vigilar la vida política de la ciudad y difunde propaganda anti–socialista entre los soldados.
Durante un seminario se fija un docente en un grupo que rodea, muy atento y fascinado, un hombre, quien habla continuamente. De vez en cuando le cae algo de pelo en su cara de faz blanca. Claramente, una persona con don de habla. 
Durante todos los años se ha entrenado Hitler, monologando continuamente, una habilidad interesante: copiar sin gran esfuerzos ideas ajenas, recolocarlas y exponerlos emocionalmente. En diálogos es torpe; pero cuando habla en tono magistral, pierde Hitler toda contención. 
Una contradicción, donde se pone de manifiesto una brecha fundamental, que está presente desde la infancia: entre amor propio ilimitado, que le convierte en frente al público en un tribún popular, y profunda inseguridad que le imposibilita encontrar amigos. Algo indica que este comportamiento contradictorio tiene su raíz en el antagonismo del amor de su madre y el comportamiento dominante de su padre.
Le nombran como orador de propaganda de la agencia de noticias y trabaja con gran éxito. La ira y el amargo de los soldados, quienes se sienten traicionados por su victoria de la guerra mundial, sus ideales, su juventud, también es la suya. Y les puede presentar los culpables: marxistas y judíos, los revolucionarios de noviembre del año 1918. Pronto se convierte la imagen del judío como enemigo en un elemento esencial de su retórica: La meta ha de ser, sin duda, la desaparición de los judíos, como responde por escrito a su superior, quien le había ordenado contención. Algunos representantes conocidos de la izquierda política eran judíos, algunos protagonistas de la revolución rusa también. Tanto esos hechos como la simpleza de una conjura mundial de judíos invitan agitar contra los Judíos.

Hitler con 34 años, 1923, como nuevo jefe del partido.
En septiembre observa Hitler como hombre de contacto del ejercito la reunión de un minúsculo grupo político. El partido obrero alemán (Deutsche Arbeiterpartei) quiere reconciliar la nación con el socialismo, mover los obreros hacia la derecha. 
En reuniones y asambleas se quejan tanto de los ricos como del proletariado, tanto de la vergüenza de Versalles como de los judíos. Tal como el mismo Hitler más tarde narró, llamó la atención de la DAP gracias a un discurso emocional y le piden convertirse miembro del partido. Es una contradicción de lo que dice su superior, quien le había ordenado inscribirse para refortalecer al partido. 
De todos modos recibió Hitler unos días después el carnet de socio con el numero 555. La DAP había comenzado con la numeración a partir del 500 en vez del 0 con el fin de parecer más grande. Hitler gana rápidamente influencia, lleva las reuniones del camarote de un bar hacía el público. 
Al inicio de 1920 cambia el partido su nombre hacia el partido nacionalsocialista alemán (Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei). En verano recibe una nueva bandera, que contiene un símbolo muy extendido: una cruz gemada negra en un circulo blanco sobre fondo rojo. Al final del año puede el partido, gracias al dinero de un fabricante, permitirse la compra del Völkischer Beobachter como periódico del partido. En estos momentos Hitler ya no trabaja más para el ejercito, sino oficialmente para la NSDAP.

En el Munich post-revolucionario existen numerosos grupúsculos nacionalistas, desde grupos semi-sectarias en los fondos de los bares hasta la sociedad elitista Thule con sede en el noble hotel Vier Jahreszeiten
Nacionalismo alemán y antisemitismo habían existido ya en épocas del imperio alemán. Pero debido a la derrota militar y la crisis financiera aumenta el numero de personas disponibles escuchar ideas radicales. Especialmente en Baviera, que tras su experimento comunista se ha convertido en la fortaleza de la contrarrevolución.

Hitler observa (a su derecha Strasser, el jefe del periodico “der Stürmer”) en 1923 una marcha de los Freikorps en Nürnberg.
Realmente no hay nada nuevo en lo que dice Hitler. Lo nuevo es como lo dice: furioso ladra sus frases, incendiando el rencor de sus oyentes, su miedo de perder su estatus social. El habla en imágenes escuetos de blanco y negro, sin tono de gris, simplificado, sin sensibilidad, con sarcasmo ácido y un lenguaje brutal, capaz de subirlo teatralmente, cambiando continuamente entre un tono sagrado – oscuro hacia un chillón furioso. Y las bodegas de
Generalstaatskommissar Gustav von Kahr
cerveza le aplauden, hay tumultos, gritos. Se organiza una guardia de sala, un grupo de matones, que desde 1921 se denomina sección de asalto (Sturmabteilung). 
En el mismo año llena Hitler el Circus Krone con mas de 6000 oyentes dispuestos a pagar para escucharle. Para el público es cara y voz de su partido, que sin Hitler no tiene nada que ofrecer. Pronto comienza Hitler comportarse como una diva sensible, reacciona ante problemas y protestas con salidas de ira. Y aún así duda aceptar la jefatura del partido, varias veces ofrecido. 
Finalmente accede, pero reclamando poderes dictatoriales, ¡sino se va! Un comportamiento que será rutina: Hitler teme decisiones y cuando decide, lo hace como un jugador: una decisión instantánea apostando todo o nada. Los miembros del partido aceptan. Siendo jefe de partido, comienza la NSDAP interrumpiendo con la SA asambleas de partidos enemigos, con batallas tanto en salas como en la calle. Cuando el presidente de la republica de Weimar, Friedrich Ebert, visita Munich, le saluda el pueblo con chillos, pitidos y escupidazos – igualmente como suele sufrir Hitler chillos y jarras de cerveza volando por los aires. Disparos, asesinatos: la republica de Weimar se encuentra permanentemente al limite hacia una guerra civil.

Cuerpos de refuerzo de la SA se preparan para viajar hacia Munich durante la intentona.
En 1923 parece llegar el momento. Franceses y belgas ocupan la zona del Rin y Ruhr, para confiscar y recaudar los pagos de reparación. La economía alemana esta a punto de
Reichswehrgeneral Otto von Lossow.
deshacerse, la inflación explota: en septiembre cuesta un pan tres millones de marcos, un dólar tiene el valor de 100 millones de marcos. En las metrópoli surgen revueltas de hambre. 
Presidente Ebert gobierna mediante directrices de emergencia, que le está permitido gracias al peligroso párrafo 48 de la constitución. En Sajonia preparan los comunistas una revolución, en Berlín plantean militares y derechistas un golpe de estado. Y en Baviera se hincha la NSDAP en pocos meses terminando teniendo más de 50000 miembros. 
 El gobierno del Land Baviera concede a un comisario general del estado, Gustav Ritter von Kahr, poderes semi–dictatoriales. En su lado está el jefe de la policía, Hans Ritter von Seisser, y general Otto von Lossow, el comandante del ejercito de Baviera. El triunvirato prohíbe una serie de asambleas de la NSDAP. Pero no para salvar la república: sino más bien para poder liderar un posible golpe de estado contra Berlín. Y para silenciar al Hitler vulgar, cuya política se dirige también contra las antiguas elites. 
Las semanas pasan tensamente. El precio para pan sube hacia mil millones de marcos. Al inicio de noviembre descubren Kahr, Seisser y Lossow, que los líderes del ejercito no harán nada contra el gobierno. Mientras tanto a Hitler se le escapa el tiempo. Desde hace años proclama la sublevación nacional, miles ha ilusionado, numerosos periódicos le celebran como rey de Munich. Para sus seguidores es el caudillo (Führer) superior. ¿Y ahora?

Bloqueo de calle por un cuerpo Freikorps en Munich, en el centro, con la bandera, Heinrich Himmler, 9. de noviembre de 1923.
¿Porque no actúa Hitler ahora, cuando tiene la oportunidad para un golpe de estado? Funcionarios del partido temen que los seguidores del NSDAP cambien de partido, hacia los comunistas, si no ocurre algo. Hitler vacila de nuevo, para después precipitarse. El 7 de noviembre de 1923 proclama en circulo pequeño, que se debería dar el golpe al día siguiente, cuando los famosos de Baviera se reúnan para un discurso de Kahr en el Bürgerbräukeller
Oberst Hans von Seisser, Kommandeur der Landespolizei.
Nada está planeado. Clandestinamente se movilizan en las horas de la tarde del 8 de noviembre tanto la SA como otras unidades paramilitares. A las 20 se apoya Hitler en una columna en la parte trasera del Bürgerbräukeller. Con 3000 visitantes está la sala a tope. Como siempre lleva su pistola browning. Kahr comienza leer su discurso desde un manuscrito. Después de media hora hay en la entrada un tumulto. Entran armados, empujan una enorme ametralladora hacia la sala. Hitler se remueve entre la gente. 
Una vez llegado adelante, dispara con su browning al techo, subiendo al podio: ¡la revolución nacional ha comenzado! Se formará un gobierno provisional - ¡bajo su liderazgo! Entonces ordena a Kahr, Lossow y Seisser que vayan a un despacho atrás. El triunvirato le sigue, perplejo. Hitler les exige cooperación, propone nombrarlos ministros. Con la llegada del general Erich Ludendorff, quien sabía de la conspiración, aceptan los tres. Junto vuelve el grupo a la sala. Allí recogen los seguidores el mensaje con entusiasmo, se canta el Deutschlandlied. Entonces se pueden ir todos. 
Mientras tanto intentan unos golpistas armados tomar instituciones del ejercito, del gobierno y de la policía. Entonces comete Hitler un error esencial: sale por donde están los grupos de la SA luchando y entrega el comando a Ludendorff, quien se queda en el Bürgerbräukeller. El viejo general deja que Kahr, Lossow y Seisser se puedan ir, palabra de honor dada, y Hitler no se entera de nada ya que está en la calle. 
Cuando en Munich comienza el 9 de noviembre y los carteles anuncian al nuevo canciller de Hitler. En cambio Kahr, Lossow y Seisser ya han informado al gobierno y tienen los edificios centrales de justicia y administración bajo su control. Todo lo que ha conquistado la sublevación nacional esta noche es el Bürgerbräukeller, una cervecería. Hitler está furioso, confuso, desesperado. 
Finalmente propone Erich Ludendorff una marcha de la NSDAP por el centro de la ciudad. Posiblemente se una la población a la intentona. Mas de 2000 hombres se ponen firmes. Hombres con bandera en la primera fila, seguidos por Hitler y Ludendorff, después en filas de 12 hombres los armados. Realmente atrae la marcha miles de espectadores. Hacia las 12:45 ven la Feldherrnhalle. La policía aparece. Entonces cae un disparo, se desconoce quien lo da. El tiroteo dura menos de un minuto, 14 golpistas y 4 policías mueren, docenas están heridos. Finalmente se escapan todos corriendo. 
Ludendorff se deja detener, Hitler huye, pero le capturan dos días después. Se había escondido en la casa de un mecenas suyo. Kahr prohíbe su partido el 9 de noviembre, primero en Baviera, poco después a nivel nacional. Hitler ha fracasado, mientras que está sentado en comisaría, desaparecen las cruces gemadas en las calles.

Despúes del juicio: Hitler, Wilhelm Frick (tercero de la izquierda), Ludendorff (medio) y Ernst Röhm (segundo de derecha).
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La amarga situación de la republica, el fundamento de su polémica, se mejora. La reforma monetaria finaliza la inflación, los aliados están dispuestos reducir las reparaciones. Con el año 1923 termina el caos de la postguerra. La democracia gana estabilidad. Pero continua con su hipoteca más pesada: tiene demasiados enemigos en interior, incluso en la administración proveniente de los tiempos imperiales. 
Eso se observa, cuando comienza en febrero de 1924 el proceso contra los golpistas. Con simpatía, lejos de disimularlo aunque sea mínimamente, permite el juez al acusado convertir el tribunal en su plataforma teatral. Así Hitler logra glorificar la intentona fracasada. El acuso de alta tradición rechaza Hitler Pues no hay traición contra los traidores de 1918. El ha actuado como mejor alemán quien quiere lo mejor para su pueblo
 El primero de abril 1924 se declara Ludendorff libre de todos cargos, Hitler es castigado con el mínimo de 5 años, con la posibilidad de poder salir más pronto de prisión. Ya el 20 de diciembre 1924 sale del juicio. El juicio aclara su espíritu patriótico y su noble voluntad. Si hasta entonces Hitler había sido un conocido a nivel local, se convierte con esta sentencia judicial en ídolo de los enemigos republicanos de derechas de Alemania.

Hitler en la prisión – fortaleza Landsberg 1924.
Su arresto en Landsberg se parece más ser una residencia en un hotel. Hitler recibe cartas de admiradores, flores, cientos de visitantes. Y escribe su primera parte de un libro: una combinación de autobiografía y programa. Titulo: Mein Kampf.

Cuando se publica el libro 1925/26 en dos libros, puede leer todo el mundo que plantea Hitler, si una vez llega al poder. Pero apenas hay lectores o lo toma en serio. 
Se tarda hasta los primeros éxitos electorales de la NSDAP a partir de 1930 para que tenga un cierto éxito: 287.000 personas compran al libro hasta 1933, más tarde se traduce en 16 lenguas. 
De todos modos, incluso nacionalsocialistas de rangos altos reconocían que nunca habían leído el libro.



El contexto interior

Hitler escribe Mein Kampf principalmente por dos razones: por un lado pretende recuperar su control sobre la NSDAP prohibido que se refundó con su vuelta a la libertad, y darle un fundamento ideológico que aseguraría su poder. Por el otro lado necesitaba simplemente dinero para pagar su abogado. No tiene más misterio.

¿Qué ha escrito Hitler en su libro, cuya primera parte se publica en 1925 y la segunda en 1926? Pocos lo leen, era uno de los bestseller menos leídos en la historia alemana. Mientras que morían las victimas descritas por Mein Kampf, se acumulaba polvo en las estanterías de la nación. 1939 analiza un historiador de Oxford al libro. E. C. K. Ensor publica su análisis en un libro pequeño, siete semanas antes del inicio de la segunda guerra mundial. Señor Hitler intentara, eliminar los judíos e iniciar una guerra contra Rusia. Después de dos años más tarde se hizo realidad.

Hitler abandona tras solo 6 meses Landsberg.
Mein Kampf es la manifestación de un revolucionario fracasado. 
Lo que llama la atención no es la audacia de su visión ni la originalidad de sus ideas (de ambos carece el libro), sino el desprecio profundo hacia una sociedad civil democrática. 
El nacionalismo de la NSDAP se diferencia considerablemente del nacionalismo burgués. No tanto la misma cultura y historia son el criterio de una nación, sino la igualdad racial. 
La sustancia biológica determina tanto física- como psicológicamente. Y de todas las razas es la nórdica o los arios la mas valioso. Solo esa es digno de poder desarrollar una cultura. Mein Kampf quiere deshacer los bases del marxismo, y Hitler se glorifica a si mismo como cuadillo, dingo para luchar contra los malvados judíos, junto con la NSDAP, el único movimiento racial moderno y joven capaz de llevarlo a cabo, a diferencia de los numerosos otros partidos derechistas. 
Hitler declara su admiración y respeto hacia los campesinos, los obreros alemanes patrióticos y leales, el ejercito, la escuela de la nación, incluso hacia la monarquía. El ve un país bendito con justicia social, donde todos pueden actuar y trabajar según sus habilidades, con igualdad social, donde una raza común haya eliminado todas el odio clasista.

Resumiendo su contenido: 
  • repite Hitler la petición de la anexión austriaca a Alemania, 
  • defiende la necesidad de extensión del Lebensraum (espacio de vida) para los alemanes destruyendo la unión soviética, 
  •  hace una fuerte crítica antisemita al marxismo y socialismo 
  •  proponiendo un socialismo nacional
  • acusa los judíos difundir la sífilis y finalmente 
  • crítica al sistema parlamentarismo, proponiendo como alternativa un estado autoritario dirigido por un caudillo.
Hitler, seguno de la derecha: Rudolf Hess. .
Lo que interesa es la colección de resentimientos sociales: hacia los Habsburgos, los Hohenzollern, la totalidad de la nobleza, los funcionarios, los burgueses, y la clase obrera quien le había humillado cuando estaba en Viena. 
El mensaje esencial de toda su obra lo sintetiza en el capitulo 11, culpando de todo, absolutamente todo el mal a los judíos.

Los bases de esas ideas vienen del libro Intento sobre la desigualdad de las razas humanas de José Arturo, conde de Gobineau (1816 – 1882). Allí declara las luchas raciales como factor esenciales de la historia de la humanidad. Houston Stewart Chamberlain (1855 – 1927) va un paso más y modifica en su Los fundamentos del siglo XX las tesis de Gobineau: en vez de la mezcla natural de las razas se debe cultivar germanos, los representantes arios más elevados. El germano debe liderar la lucha mortal con los judíos menores. 
Hitler copia a gran medida las teorías de Gobineau y Chamberlain en su libro, dándole una gran importancia en la vigilancia sobre la pureza racial.

Conclusión

Hitler en Weimar, 1926.
Espero que haya podido ayudar en contextualizar un poco Mein Kampf. A pesar de la aparente similitud de la situación que tiene la democracia española de la actualidad (2013) con la republica de Weimar (1924), se debe huir de comparaciones incompletas y descontextualizadas. 
La actual democracia es más estable y, ahora, más antigua que fue Weimar, tiene un sistema social que carecían los parados de entonces, y la última guerra que ha sufrido está lejos. 
Las críticas que hace Hitler al sistema parlamentario de la republica más democrática de sus tiempos son similares a los que hacen sus contemporáneos, tanto de derechas como de izquierdas. Si se le los discursos de Ernst Thälmann o de Rosa Luxemburg, ambos del partido comunista de Alemania, son idénticos a las frases anti–democráticas de Hitler. 
Similar son las críticas si se analiza la ideologia tanto de Gil Robles como de Larroux. Por esta razón, recomiendo siempre cuando se lee o observa una fuente primaria, una obra política, artística, etc.…, contrastarlo con otros textos contemporáneas o informarse en bibliografía secundaria escrita por expertos.

 
Marcha de la intentona, comenzando en el Bürgerbräukeller (calle Rosenheim) y finalizando donde la calle Residenz, junto a la Feldherrnhalle.
Fuentes:
  • KNOPP, Guido, Die Machtergreifung, edit. Goldmann, München, 2010. 
  • RADEMACHER, Cay, "München unterm Hakenkreuz", en: GeoEpoche (27), 2007, pág. 54 – 73. 
  • MESENHÖLLER, Mathias, "Kanzler und Diktator", en: GeoEpoche (57), 2012, pág. 22 – 39. 
  • CONZE, Werner, Der Nationalsozialismus – Teil I: Hitlers Kampf gegen den demokratischen Staat (1919 – 1934), edit. Ernst Klett Verlag Stuttgart, Heidelberg, 1959. 
  • KRINK, Alfred, Die NS – Diktatur, edit. Diesterweg, Düsseldorf, 1973.
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15 mar 2014

¿El grito al hombre/la mujer fuerte?

La mezcla de dos componentes que existen de forma simultanea crea a mi juicio una situación preocupante para los PIGS, con especial enfoque a España. Pido disculpas de ante mano ya que escribiré de forma más subjetiva. Los ejemplos seleccionados de la historia los he sacado de su contexto y los empleo únicamente para ejemplificar mi argumentación. 
Obviamente es imposible comparar 1:1 dos hechos o procesos históricos, ni es mi intención realizar algo por ese estilo. Comenzando con el tema: Los dos componentes a que me refiero son el 15-M con el final de la (¿primera?) transición por un lado y por el otro lado la crisis financiera (con consecuencias económicas que afectan a la vida real diaria). 
Hubo numerosas crisis financieras durante la historia. Desde la creación de las primeras bolsas durante la edad moderna hasta la actualidad ofrecían tanto una sabrosa ventaja como una grave desventaja. Cada particular tenía la posibilidad de participar con dinero, con suerte aumentando sus riquezas mientras que gracias a dicha inversión se posibilitaban la realización de numerosos proyectos económicos, sean compañías comerciales, sea una nueva fábrica de coches en Pittsburgh. 
La desventaja se única en la figura del especulador y el peso de las emociones. El especulador (mejor dicho: cualquier particular con suficiente ambición y mente veloz quien desea enriquecerse) convence e invierte dinero en acciones de forma tan intensiva que dichos valores explotan subiendo a niveles irreales, creando burbujas. Los menos expertos se dejan engañar, imitan, invierten su dinero y esperan convertirse en millonarios en una noche. Entonces los especuladores (o quien tenga una masa considerable de acciones) decide venderlas con ganancia. Eso puede provocar, si ocurre de forma masiva, la caída del valor de las acciones. A pesar de que sea mínimamente permanece el peligro de una caída desproporcionada. Si encima resulta que es una burbuja, se crea un autentico pánico. El resto de los accionistas intentan vender sus acciones lo antes posible para al menos recuperar algo del dinero invertido y todas las acciones pierden su valor, llevando a la empresa que se financiaba a través de dichas acciones a la quiebra. 

Dichas crisis, desde la primera crisis del tulipán hasta las numerosas crisis de los años 70 y 80, el viernes negro del 1929 y la actual crisis mundial iniciada en 2007/08, existían y posiblemente seguirán existiendo, causando numerosos daños. El problema particular que temo para los PIGS es la coincidencia con la el final de las transiciones democráticas. Italia comenzó siendo una republica en 1945, sin embargo España, Grecia y Portugal tardaron hasta los años 70. 
Las dictaduras militares ibéricas eran las mayores del continente y Grecia sufría hasta los años 80 la continua intervención de sus militares en la vida política. Esas democracias se encuentra con el descubrimiento de los graves casos de corrupción y (¿aparente?) ineficacia de sus gobernantes. 
¿Descubrimiento? Todos los datos sobre las dietas estaban siempre públicas y accesibles, solo que hasta ahora nadie se había interesado por esa información. ¿El monarca español caza elefantes? Tampoco era algo desconocido. ¿Se debe reformar todo el sistema? Entonces me sorprende que sea justo ahora que se reclame esos cambios, tras décadas de una economía turística dorada y la ayuda de los fondos europeos se despiertan los PIGS reclamando cambios. 

Hagamos un salto en el tiempo. Cuando en 1945 terminó la guerra, la Alemania nacionalsocialista había sido derrotada. Gracias a la ayuda financiera de los EEUU, el Marshall Plan, Alemania podía reconstruirse y convertirse en la locomotora europea. En los años 50 comenzó su Wirtschaftswunder
De repente en 1968/69, en mitad del continuo crecimiento económico, llegó el momento de las revueltas estudiantiles. ¡Manifestaciones! ¡Comunas de izquierdas! ¡Viva la democracia! ¡Abajo el estado conservador paternalista! ¿Qué había ocurrido? Los jóvenes quienes habían nacido a partir de 1943, 1944, habían madurado. Tenían 17, 19 o 21 años, y preguntaron a sus padres: ¿Qué pasó en la segunda guerra mundial? En Alemania preguntaron: ¿Por qué se mató los judíos? Y en los EEUU: ¿Por qué tenemos que luchar en Vietnam? Cuando finalizó la guerra comenzó en Alemania una década del silencio. Los nacionalsocialistas eran como unas extraterrestres: habían venido de la nada, iniciaron la segunda guerra mundial, mataron más de seis millones de judíos, y desaparecieron. ¿Los alemanes, culpables? ¡Para nada! ¿La Wehrmacht, culpable? ¡Nunca! ¿Eras miembro del
partido nacionalsocialista? Si, ¡pero en contra de mi voluntad, nunca leí Mein Kampf (realmente nadie lo leyó, en serio) ni apoyaba los nazis, solo estaba para que no me pasara nada! 
Los alemanes cerraban los ojos, y conociendo las circunstancias, era normal. Los norteamericanos habían tenido en 1945 un plan ambicioso: Querían democratizar y desnazificar Alemania. Querían reeducarlos para que jamás se repita lo ocurrido. Fracasaron en rotundo. El tribunal de Nuremberg concluyo con el castigo por pena de muerte para 12 alemanes, tres estaban encerrado para el resto de su vida, cuatro culpables recibían castigos de prisión entre 10 y 20 años y tres quedaron absueltos. Miles de funcionarios, empleados y trabajadores quienes habían trabajado para el régimen nacionalsocialista recuperaban sus trabajos (que habían perdido entre 1946 y 1947 en un intento de quitar todos los nacionalsocialistas del mundo laboral) o incluso permanecían en sus trabajos. En la misma ciudad de Nuremberg trabajaban tanto 1944 como 1950 los mismos funcionaros y empleados de la administración pública. 

¿Por qué? 
Paul Dickopf, en los años 60.
Eran necesarios. Se necesitaba al personal. Era imposible sustituir a tantas personas de golpe, y los EEUU estaban interesados en tener una Alemania funcional. Hermann Josef, jefe del Deutsche Banka desde 1937 y posiblemente involucrado en los asesinatos de judíos por IG Farben, era jefe de dicho banco entre 1957 y 1967. Paul Dickopf, agente especial de los nacionalsocialistas en suiza, ayuda en la formación del Bundeskiminalamt en 1951 (donde terminaron numerosos miembritos de la SS y GESTAPO), entre 1965 y 1971 llegó a ser el jefe del BKA. Hans Flibnger, juez quien pidió aún en 1945 la pena de muerte para unos soldados alemanes quienes habían desertado, fue 1978 presidente del Land Baden Wurtemberg. Reinhard Gehlen, oficial del ejercito entre 1942 y 1945, ayudó en construir en 1956 el futuro Bundesnachrichtendienst. etc., etc., etc.….tanto en la Alemania democrática de oriente como en la Alemania federal de occidente había prácticamente una continuidad. 

A partir de 1968 eso cambió: se pregunto por el pasado, se debatió. Y desde entonces ningún cargo con alto grado de responsabilidad se podía ocupar si se tenía un pasado nacionalsocialista. Incluso literatos como Gunter Grass tenían y tienen que justificar que eran miembros de la HJ. Alemania se enfrentó con su pasado, lo aceptó. Se comenzó hablar abiertamente sobre lo ocurrido. Lo que hasta entonces se silenciaba vergonzosamente, ahora se confesaba y se decía. Todo eso simultáneamente con las protestas en contra de las guerras innecesarias como Vietnam y los movimientos por la igualdad (tanto de las mujeres como de los afroamericanos en el caso de los EEUU). 

Eso es lo que ocurre, a mi juicio, ahora en los PIGS, concretamente España. España terminó la guerra en 1939, pero a diferencia de Alemania, ganaron la guerra los del bando rebelde. Y evidentemente se indoctrinaba los jóvenes y si se habla del pasado fue solo para glorificar a los ganadores y demonizar los derrotados. Cuando 1975 se inició la transición, pocos cambios había. 
El personal del ejercito permanecía, la administración pública continuaba con los mismos funcionarios y se seguía silenciando al pasado. España vivió desde el 1975 lo que tenía Alemania tras el 1949: su gloria económica, el auge continuo y la creación de un estado de bienestar. Y efectivamente en España a partir de los años 90 se comenzó lentamente con el debate: sobre los caídos, las víctimas, lo ocurrido. Lento y con mucho cuidado: los viejos soldados de Franco seguían, desapareciendo como su amado caudillo: muriendo por causas naturales. Hoy en día el ejercito ha dejado de ser un peligro y sus responsables se han convertido en leal a la democracia (eso ocurre afortunadamente en todos los PIGS). 

Aquí está el problema que difiere España (y en cierta medida Portugal y Grecia) de Alemania. La elite gobernante nacionalsocialista desaparición en 1945, mientras que la elite franquista y los hombres de Salazar (especialmente los militares) permanecieron hasta los años 90. Los jóvenes de la generación del 68 seguían viviendo en un auge económico y los del 15-M español comenzaron sufrir la crisis económica. 
El estado federal alemán era algo completamente nuevo igual como el estado democrático español, con la singularidad que el sistema electoral alemán tenga una mezcla entre de votos directos a políticos puntuales y listas cerradas de partidos. En España se votaba desde el inicio solo a listas cerradas, provocando la creación de una clase política profesional. Por si fuera poco ninguna institución nacionalsocialista sobrevivió mientras que la monarquía española se creyó al fin de cuentas por Francisco Franco y continua existiendo porque así lo había decidió él, un general rebelde, igualmente como numerosas otras instituciones públicas. Opino que esa mezcla casual de crisis financiera con una confrontación del pasado reciente provoca una situación muy incómoda e incluso peligrosa. Ya en los años 90 comenzaron levemente las críticas al sistema político. 
Sin embargo ¿Para que cambiar? ¡Si España va bien, como repetía Aznar una tras otra vez! Se continuaba con la herencia franquista a lo largo de la primera transición: una monarquía hereditaria, las listas cerradas de los políticos (que se había creado con el objeto de posibilitar cierta estabilidad política) y numerosas leyes anticuadas (como el desahucio) que realmente necesitaban revisión. Las críticas existentes se silenciaron: había trabajo y un estado social benevolente, y si alguien engaña al estado trabajando negro o cobrando de manera incorrecta, raramente importaba. 

Con el comienzo de la crisis en 2006 se inició prestar atención a esas críticas. Por fin se quería hablar y por esa razón se convierten dietas, que en el año 2000 habían existido, en casos de atención pública. La corrupción, la financiación de los partidos y la ley sobre los desahucios habían existido desde 1975, se conocía y se tardó hasta el inicio de la crisis para reflexionar seriamente. Evidentemente, mi comparación de la generación del 68 con el 15—M son forzados, igualmente como la transición española con la republica bajo Adenauer. De todos modos me llamó la atención su similitud: en ambos países se silenciaba al pasado y permanecían las viejas elites para mantener la paz social y crear una floreciente economía, y en ambos casos deseaban los jóvenes reformar y mejorar los sistemas democráticos. Solo que en el caso español se le añade la crisis financiera. 

Dicha mezcla me resulta tan peligrosa por las posibles consecuencias, como una repetición al estilo de la Alemania del año 1933. Cuando 1929 comenzó la gran crisis financiera por la explosión de numerosas burbujas provocando un pánico intensivo en las grandes bolsas del mundo occidental, se paralizó la economía mundial hasta los años 40 del siglo XX. Numerosos países sufrían un elevado número de personas desempleadas, los mercados nacionales dificultaron notablemente la importación de productos extranjeros y numerosas empresas quebraron. 
El paro a nivel mundial aumentó del 10 % del 1930 al 30 % en 1932, y se iba reduciendo lentamente (1938 aún el 11 % estaba en paro). Traduciendo en números absolutos, con unos ejemplos: Alemania pasó tener de 1,4 Millones de desempleados en 1928 a 5,775 Millones en 1932, Francia exploto de 16.000 a 301.000, y los EEUU subían de 1,982 Millones a 11,586 Millones en 1932 (Fuente: Knaurs Historischer Weltatlas, edit. Knaur, 2000, Pág. 265). ¿Qué efectos tenía eso en la política? Una considerable inseguridad social en toda Europa. Había numerosas olas de huelgas potentes en Irlanda (1937 – 1938), Inglaterra (1935 – 1936), Noruega (1931, 1936 – 1938), Países Bajos (1931 – 1933), Bélgica (1932, 1935 – 1937), Francia (1934, 1936, 1939), España (1930, 1932), Portugal (1934), Polonia (1930 – 1938), Suiza (1932), Yugoslavia (1935 – 1938) y Rumania (1933). 
La intranquilidad social se tradujo en las transformaciones de la naturaleza de los gobiernos. Si hasta 1918 gobernaban las grandes monarquías Europa, desde 1918 dominaban las democracias. 
Esos gobiernos eran en muchos países jóvenes, y tanto los sistemas republicanos como las monarquías liberales cayeron como un domino: 
  • 1920 Horthy se instala en Hungría. 
  • 1926: Mussolini se instala en Italia 
  • 1926 (así que antes de la crisis): golpe de estado por Smetona en Lituania y dictadura de Pilusdski en Polonia. Sin embargo sufrió igualmente la crisis, porque 1935 se instaló el régimen de los oficiales. 
  • 1929 Alejandro crea una monarquía autoritario con apoyo militar en Yugoslavia. 
  • 1930 El monarca Carlos II de Rumania acepta y apoya la “guardia de hierro” fascista. 
  • 1932: Salazar se proclama dictador 
  • 1933 Alemania (se nombra canciller a Hitler, quien 1935 se convierte en el Führer)
  • 1933 Bulgaria tiene un golpe de estado, 1935 crea Boris II una dictadura. 
  • 1934 Estland (dictador Päts). 
  • 1934 Lettland (dictador Ulmanis). 
  • 1936 Guerra civil española Si antes de la crisis existían solo tres regimenes autoritarios en Europa (Italia, Hungría y Lituania), cinco años después ya eran diez y España estaba a punto de comenzar su guerra civil. 

En los países que se mantenían en la democracia se refuerza el papel de los jefes de gobierno, como ocurrió con Franklin D Roosevelt quien intervino de tal forma en la economía como nunca ningún Presidente antes de el había hecho. Ahora sigue siendo España una democracia relativamente joven. Afortunadamente tiene actualmente más experiencia que Alemania en 1933: la republica alemana apenas 15 años, mientras que España cuenta hoy con una democracia de 38 años de edad mas sus experiencias con dos republicas (1873 – 1874 y 1931 – 1939). Solo por esa razón es imposible una comparación de la republica de Weimar con el final de la primera transición española. ¿Se podría repetir una dictadura? Me da la esperanza que la situación actual está lejos de ser tan grave con ocurrió en la Alemania de Weimar. Basta con contextualizarlo correctamente: 

  • Alemania tenía 1933 aún (a pesar de numerosos tratados) aún una gran deuda impuesto por castigo debido a la paz de Versalles. 
  • Alemania estaba totalmente solo en la crisis (como cada país), mientras que hoy en día los países intentan buscar juntos una solución y dialogan en vez de encerrarse. 
  • El ejercito alemán, que detestaba la republica y la echaba la culpa de haber perdido la guerra, raramente apoyo a los gobernantes y se mantenía únicamente a raya porque el segundo presidente fue Hindenburg, un general prestigioso de la primera guerra mundial. En España, por suerte, faltan generales quienes desean intervenir en la política y los soldados parecen ser leales a la democracia, igualmente como los otros cuerpos de seguridad. 
Una especie de 23F no se repetiría. Por el otro lado de la moneda, si tan diferentes son ambos casos ¿Por qué los menciono? La razón está en las pequeñas similitudes de reacción ante la crisis. Un Polibio carismático, con buena retórica, quien se presenta como pacificador y hombre con una mano dura digna de crear orden, podría recibir tanto el apoyo de las masas descontentas como de los poderosos del país quienes temen una revolución de izquierdas. Justamente eso ocurrió durante los años 30. Al inicio el partido nacionalsocialista se comportaba igualmente como el partido comunista: sus miembros se peleaban por las calles, ambos hacían manifestaciones, y mientras la izquierda organizaba huelgas, la derecha hacía marchas militares con veteranos de la primera guerra mundial. Ambos partidos eran hasta las elecciones de 1928 minorías en el parlamento. 1930 aumentaron sus escaños, bloqueando ambos a los gobiernos de Julio 1932 y Noviembre 1932. Con el inicio de la crisis y el crecimiento de los partidos, crecieron los nacionalsocialistas mucho más rápido que los comunistas. Políticos conservadores como Franz Von Papen comenzaron apoyar al partido de derecha revolucionaria (como se entendían los nacionalsocialistas a si mismo), tanto los generales prestigiosos (incluido Hindenburg) como los representantes de las grandes empresas pensaban poder manipular y dirigir los nazis en cambio de que ese partido mayoritario mantenga la paz en las calles y recupere el orden. Como se ve, no ocurrió en la realidad. ¿Por qué ese apoyo de la población al partido nacionalsocialista? 

  • Su líder, Hitler, era (para los gustos de los contemporáneos) muy carismático, y su retórica era impresionante. En sus discursos prometió el fin de la crisis y, importante, la recuperación de la honra perdida por la derrota en la primera guerra mundial. 
  • Hitler empleó la tecnología más moderna durante sus campañas: vuela por avión de discurso a discurso, y se emite publicidad y esloras por la radio. 
  • El partido se representó como un monolito de igualdad, donde ricos y pobres eran iguales (dejemos de lado que la realidad era un tanto diferente), en contra del enemigo capitalista, burgués y judío (OH si, los nacionalsocialistas empleaban vocabulario idéntico a los comunistas hasta el año 1935 cuando se proclamó el cambio de la revolución hacia la evolución).

 La falta de un estado social, el sentimiento de derrota y la escasa experiencia de la democracia dio malas posibilidades a la primera republica alemana. ¿En España podría ocurrir algo similar¿ ¿Un/a polito carismática al estilo de un Osama español? ¿Quién usa Twister, Factbook, Youtube para llegar a los ciudadanos? ¿Quién lucha contra los malos bancos y los políticos corruptos (los alemanes de los años 30 no opinaron mejor de “sus” políticos)? ¿Quizás un caudillo moderno, menos xenófobo, apoyado por una población (¡Joven!) descontenta? ¡Los electores del partido comunista y del partido nacionalsocialista no eran ancianos conservadores al estilo franquista, eran jóvenes defraudados! ¡Los que se peleaban en las calles con el uniforme de guardia roja o de la SA contra el bando opuesto o la seguridad del estado eran adolescentes, estudiantes y jóvenes adultos! 

Tengo esperanza que no ocurra eso, porque España tiene experiencia de una dictadura y un ejercito más leal que en 1936. Además cuenta con una ventaja si se haría realidad el caso temido: sus regionalismos. Nunca puede haber un “caudillo español” quien pueda negar cooperar con catalanes, vascos o gallegos sin concederles numerosos poderes. 

Escribí ese ensayo subjetivo porque me da la sensación que justamente eso está cambiando durante el ultimo año. Ya escuche al uno u otro amigo que se necesita un hombre fuerte, pero ¡ningún Franco! - ¿Qué entonces? ¿Un gobernador autoritario quien no se llama caudillo sino primer ciudadano, para cambiar títulos? Otros comienzan decir Bueno, bajo Franco al menos había menos paro o Él fue quien impuso un buen sistema de pensiones y ahora nos lo están quitando. La memoria es un peligroso amigo. Se olvida cosas que conserva la historia, modifica un poco al pasado e influye a la realidad. Si continua la crisis, puede que ocurra algo. Una revolución de izquierda que está tan de moda (a diferencia a la derecha) - ¿pero será un sistema democrático, al estilo ateniense, o más al estilo soviético con una dictadura del proletariado?
 ¡A ver que ocurre!

8 mar 2014

Viaje por Estambul: el palacio Topkapi

Leyenda (para ampliar, abrir la imagen)
Cuando Mehmed II conquistó Constantinopla, lo convirtió en la nueva capital del imperio osmanlí, que era el corazón geográfico y también económico. 
Dicho imperio tenía un gobierno centralizado, el sultán, lugarteniente del califa, era desde el anterior el máximo representante, tanto laico como religioso, del Islam. Todos los otros reyes musulmanes, sean califas o emires, estaban ideológicamente inferior al Sultan osmanlí. 
A diferencia de los reinos europeos, cuyos monarcas tardaron siglos en crear gobiernos centralizados, ubicados en un lugar geográfico, la dinastía osmanlí nunca dejo que su poder se reparta entre sus vasallos. De esa manera era muy 
fácil establecer la nueva capital, y en la misma, convertir el palacio imperial como centro único.

Y dentro de esta ciudad, que pronto volvía a tener 500.000 habitantes, quienes mayoritariamente vivían en casas de madera, montó el Sultan su tienda de campaña – una tienda de campaña de piedra, el Yeni Sarayi cedide-i amire (nuevo palacio imperial). Dicho palacio conservó su nombre hasta la construcción de una nueva residencia al otro lado del bósforo por Abdülmecid I en 1865. Desde entonces cambió la denominación hacia Topkapi, es decir: palacio del cañón, debido al taller real de cañones ubicado en lo mismo.

Con una extensión de 700.000 metros cuadrado es una manifestación en piedra de las tiendas de campaña turcos. A diferencia de los palacios europeos carece de fachada, torres, escaleras y pasillos largos. Lo contrario: dominan los edificios pequeños, de una planta, con cúpulas, muchas columnas, fuentes y árboles. El palacio se parece más a un parque con pabellones conectados entre si. Sin embargo, igual como los monarcas europeos, se distanciaban los monarcas osmanlí de la población mediante distanciamiento físico y (debido por murallas y rituales) simbólico con la construcción de cuatro diferentes patios. 



Modelo. En la derecha (lado sur) está el "parque", el primer patio. El complejo amurallado a la izquierda (al norte) es el conjunto palacial con el segundo, tercero y cuarto patio.

El primer patio del palacio era un parque amplio, con acceso para toda la población. En la esquina al sur – oeste se encuentra un pequeño pabellón. Construida por ordenes de Sultan Mahmud II en 1820, servía para contemplar cómodo las marchas y procesiones de las tropas.

El portal Bab-Çus Selam.
Para acceder al segundo patio era necesario cruzar un impresionante portal: el Bâb-üs Selâm, o portal del saludo, también conocido como portal medio, acompañado por dos torres octagonales. No se sabe claramente la edad del portal (dado a la clara influencia byzantina en su arquitectura), pero se sospecha que en 1542 ya había sido construido. En los lados del portal se encuentran los tugra (emblema o escudo) de diferentes sultanes.

Segundo patio, a la izquierda el ala de la cocina (con las numerosas cimeneas), en la derecha el diván (junto a una pequeña torre, la torre de la justicia). Los numerosos edificios con las cimeneas pequeñas, con aspecto caótico, al extremo izquierdo, es el harén.
El segundo patio era el nervio del imperio. Alrededor de 1465 finalizó Mehmed II su construcción, aunque recibió su imagen actual durante el gobierno de Süleyman entre 1525 y 1529. En el parque silencioso, entre gacelas y avestruces, decidió el diván (el consejo real) sobre paz y guerra y solucionaba los problemas imperiales o podían ordenar la ejecución de gobernadores provinciales ineficaces. A este patio solo podían acceder personas si tenían asuntos imperiales, y únicamente el sultán y su madre podían entrar cabalgado en caballo, todas las otras personas entraban a pie.

Al lado oeste estaban el hospital palacial, los cuarteles de los janizares y los establos. Al nor – oeste se encontraba la sala del diván. El consejo solía estar formado por el gran visir, tres visires, el comandante militar de las tropas musulmanes (kazaskers) de Rumelia y Anatolia, el tesorero (defterdar), el visir para asuntos internos (Reis-ül-Küttab) de de vez en cuando el Müfti (Sheik ül-islam). En este consejo debatían y discutían, para que más tarde el gran visir llevase las propuestas al Sultan, con el fin de recibir su aprobación. Al lado del diván estaba la sala de la tesorería real, para pagar principalmente los sueldos del ejercito, de los janizares y de grandes proyectos urbanísticos.

En la izquierda está la sala del diván, en el centro la sala de los secretarios, y a la derecha (sin decoración y saliendo de la imagen) la tesoreria imperial.

Las columnas son de la primera construcción. La cámara al sur (izquierda) era el Kubbealti, la segunda para los secretarios, y la tercera sala a la derecha, cerrada, era el archivo. En el fondo se ve la torre de la justicia.

La sala del diván también se llamó Kubbealti (bajo la cúpula). Se comenzó con su construcción bajo el reinado de Mehmed II y tenía varias modificaciones bajo Süleyman, se destruyó una gran parte tras el incendio de 1665. Desde el siglo XVIII perdió su importancia, dado que se reunían los visires en la oficina del gran visir, y 1878 hubo la última conferencia. La entrada desde el patio está diseñada en estilo rococó, igualmente como las pinturas. El diván se solía reunir cuatro veces en la semana (Sábado, domingo, lunes y martes). Desde la rejilla dorada (en el fondo, arriba) podía seguir tanto el Sultan como la sultana (Valide Sultan) los debates.Donde están los sillones rojos y el guardia, estaban los consejeros, separados mediante una pequeña pared de los secretarios, en la derecha de la fotografía.
Hay dos elementos peculiares: El diván salonu estaba pegado a la torre de justicia (el único edificio alto del palacio), y en esta torre solía sentarse el Sultan quien, a través de una pequeña rejilla dorada, seguía los debates del diván. Solo: sus ministros nunca sabían si estaba presente su señor y les escuchaba, o no. El segundo elemento era que el harén (y la torre pertenecía al mismo) estaba también pegado al celebro imperial, lo que facilitaba considerablemente las intrigas palaciegas en las luchas por el poder a lo largo de los siglos XVII y XVIII.

La torre de justicia (Adalet Kulesi) tiene hasta 4 pisos, construido bajo Mehmed II. en 1825 recibió bajo ordenes de Mahmud II su apariencia renacentista y sus columnas actuales. La torre simboliza la continua vigilancia del Sultan contra la injusticia, cada uno podía ser visto desde este torre.
En frente del diván, a todo lo largo del lado oriental, estaban las cocinas palaciegas. Dado que vivían entre 4000 y 5000 personas en el palacio (la familia del Sultan, sus funcionarios y administradores, el harén, los janizares, invitados, y los sirvientes) producían a diario hasta 6000 alimentos.
Las cocinas palaciegas. Construidas durante el siglo XIV, se quemaron en 1574 antes de ser reconstruidas por el arquitecto Sinan. Se divide en 10 partes, responsable cada una para una parte diferente. Sus consumidores eran: el Sultan, la escuela palaciega, el harén, los servidores externos del palacios y la propia cocina. Aparte había una sección especializada en el postre y otra en la producción de cremas. Finalmente dos almacenes y una sala para los cocineros. Casi 800 personas trabajaban en la cocina para hacer la comida de alrededor 4000 personas, preparando hasta 6000 comidas diarias.

En frente de la puerta de felicidad, estaba colocada, en tiempos de paz, la estandarte imperial. Detrás se encontraba el tercer patio, con un acceso más restringido. A este patio tenían acceso menos de 800 personas, como los visires, janizares o embajadores. Los sirvientes que entraban por el portal besaban el suelo – y nadie podía pasar sin el expreso permiso del Sultan, excepto el gran visir en días concretos.

La puerta de la felicidad. Construido bajo Mehmed II, recibió su decoración rococó en 1774 con las ordenes de Mustafa III y Mahmud II.
Frente a la puerta, donde de normal se solía sentar el Sultan durante procesiones en días festivos, está el marcador donde se solía clavar la estandarte de Mahoma.
Vista del palacio Topkapi desde el norte. En el centro está el tercer patio, en la parte superior el segundo y a la derecha el harén. En el centro del segundo patio hay un pequeño edificio, que es la biblioteca de Ahmed III, y justo al norte, rectangular, la sala de visitas. En la esquina hacia abajo a la derecha de este patio se ve 7 cúpulas pequeñas, que es la sala donde se conservan las reliquias religiosas. En la izquierda del patio, donde las dos grandes cúpulas, estaba la tesoreria privada del sultan.

En el centro de este patio (construido bajo Mehmed II) construyeron los sultanes dos pabellones preciosos. En el siglo XVI, en frente de la salida del patio, se construyó la cámara de la audiencia (donde el sultán solía recibir tanto visitas de diplomáticos como a su visir). Se llamaba Arz Odasi (sala del trono), y tras numerosos añadidos y modificaciones terminó tener su aspecto actual en el siglo XVIII. El Sultan se sentó en su trono (con baldaquín, un encargo de Mehmed III). Aquí verificaba y aceptaba (o rechazaba) las propuestas del diván (del consejo real). Las dos puertas en el frente era para los visitantes, mientras que el portal en el fondo era solo para el Sultan. La decoración interior proviene de 1865. La fuente que está a la derecha ya estaba desde la época de Süleyman el Magnifico. Los regalos que traían los visitantes se dejaba en frente de la enorme ventana. Las fuentes, como una gran fuente construida junto a una de las entradas de los visitantes, no servían para beber sino hacer ruido para evitar que se pueda escuchar lo que se hablase adentro. 

Gran ventana "dorada" por la cual podía observar el sultan los regalos, depositados afuera.
Una de las dos puertas por las cuales podían entrar los visires y embajadores. En la derecha la fuente construida por Süleyman I.

Al otro lado, una puerta mayor (aunque con menos decoración, al otro lado del edificio, en dirección norte): era la tercera puerta del edificio, y únicamente el sultan podía entrar por la misma.
Justo detrás construyó Ahmed III en 1719 su biblioteca. Su interior tiene decoraciones típicas de la era tulipán (1703 – 1730), con estanterías de libros sobre teología, la Sharia y historia escrita en turco, árabe y persa. Su planta se asemeja una cruz griega con una fuente para beber en el centro. 
La biblioteca de Ahmed III, dentro del tercer patio.
Dos estanterias de libros dentro de dicha biblioteca.
Estanterias y sofá para una lecutra relajante en el centro del parque.
En el lado occidental está la legitimación del liderazgo religioso del Sultan: el sanctasanctórum del palacio, donde se guardan los pelos de la barba del profeta, una mano suya y una capa. Esas reliquias fundamentaban el papel del Sultan como líder religioso de los creyentes, dado que se entendían desde 1517 como los herederos de los califas de Abbasi, encargados en luchar tanto contra la fe cristiana europea como chiíta persa.

En ambos lados de la entrada estaban las habitaciones donde se formaban los funcionarios de rango algo: las escuelas de los peajes. Para evitar corrupción, tenían que cumplir los jóvenes pretendientes con tres citerior: primero no podían ser turcos, segundo tenían que sean huérfanos y tercero ningún familiar puede trabajar simultáneamente en el palacio. Aprendían arte, música, política, caligrafía, historia y todo lo necesario para la administración. El mejor alumno podía incluso terminar ser el Has Odali Aga – el guardián de las reliquias sagradas.


El cuarto patio, vista desde el norte. Abajo a la derecha está el gran quiosco de Bagdad. Justo hacia el norte se observa un minúsculo objeto rectangular - es el techo del baldaquín de Ibraim el loco. El norte de estó, con una pequeña torre, está la sala de circuncisión. En el lado izquierdo está, con su forma octogonal, el quiosco de Revan. Todo lo verde a su derecha se supone que es el jardín de tulipanes. Al sur-oeste está el harén, y al sur-este el tercer patio con la biblioteca de Ahmed III en su centro.
Finalmente, cruzando el último portal, se llega al hogar privado del Sultan: el jardín de los tulipanes, su lugar de retiro y relajo. Era un lugar con máximo esplendor, solo se empleaba el mármol y maderas tropicales, alfombras y muebles de lo más exquisito, y para decorar se empleaba toneladas de oro.

Interior del quiosco de Revan.
Interior del quiosco de Bagad.
Murat IV (1623 – 1640) construyó, tras su victorias militares, dos pequeños pabellones: el quiosco Revan en 1636 y el quiosco Bagdad, 1639. También se denomino el pabellón de Revan como cámara de los turbantes, dado que servía como almacén de lo mismo, y desde 1733 Mahmud I lo usaba como biblioteca (¿posiblemente le disgustaba o no tenía espacio suficiente la biblioteca de Ahmed III?). El pabellón de Bagdad es uno de los últimos ejemplos de la arquitectura palacial clásica, y también se empleo desde mediados del siglo XVIII como biblioteca privada. En ambos casos eran edificios dedicados a manifestar y recordar la memoria de Murat IV hacia sus succesores.

El baldaquino Iftariye, en el fondo se observa el quiosco de Bagdad.
Ibrahim el loco no quedó corto, y construyó en 1640 el baldaquino Iftariye, para superar el ayuno diario del ramadán. En el extremo oeste estaba la sala de circuncisión, donde se solía hacer el ritual de iniciación a la edad adulta para los príncipes herederos, construida por el mismo Ibrahim el loco entre 1640 y 1641. 

El pabellón de la circuncisión de Ibrahim I, construida en 1640, esta decorada con paneles azules y blancos que se han quitado de los edificios construidos por Süleyman (como el diván, la tesorería, o de la sala del trono), posiblemente para recordar tiempos gloriosos.
Exterior del pabellón de la circuncisión.
Techo ricamente decurado del pabellón de la circuncisión.
Un elemento aparte fue el harén. Entre Mehmed II y Süleyman el Magnifico se construyó los cuatro patios del palacio. Pero el harén fue que creció de forma caótica y continua, en el lado oriental. 

El harén tenia dos entradas: una justo al este de la torre de la justicia (el torreón en el centro e ka imagen), y otra hacia el cuarto patio (que está fuera de la imagen, a la izquierda). A lo largo de los siglos se amplió, modifició y reformó el harén, de manera caótica y desordenada.
El harén significa, literalmente, tabú o privado. Vivían, llegando al máximo en el siglo XVII, hasta 300 mujeres. Como el Islam prohíbe que los musulmanes sean esclavos, las mujeres del harén era cristianas o judías, robadas desde sus hogares o compradas en los mercados de esclavos. Una vez llegado al harén, se les instruía en el Islam, la cultura y lengua osmanlí, el maquillaje, como vestir, que música tocar, lectura, escritura, bordado y baile. Tenían que aprender tantas habilidades dado que el harén tenía tres funciones claros: cuidar y entretener a la familia del Sultan, formar la elite fémina y asegurar la sucesión.

La convivencia de las chicas del norte de África, judías españolas, rubias de Polonia, albanas, alemanas, persas etc.…estaba lejos de ser feliz. Algunos describen el harén como un monasterio de monjas: silencioso y tenso, donde había salas con 100 mujeres durmiendo juntas, y pocas habitaciones tenían ventanas. La jerarquía era clara: en el escalón inferior estaban las cocineras y limpiadoras, por encima se encontraban las sirvientas (con nombres tan llamativos como “Llevadora de la copa de agua”, “cuidadora del baño”, “guardiana de la ropa del jardín” o “gran peluquera silenciosa”). Todas las esclavas estaban formados en pequeños grupos, liderados por una esclava. En el pico de la pirámide estaba la sultana: la madre del actual sultán reinante, acompañado por las madres de hijos varones. Un Sultan podía tener (en teoría) cuatro esposas legitimas, pero en el momento que una de las concubinas tiene un hijo, se convierte en haseki Sultan y las intrigas comenzaron – dado que su hijo podría ser algún día el heredero del trono. El harén estaba restringido a visitantes masculinos: únicamente el Sultan, sus hijos y los eunucos, mayoritariamente africanos del Nilo, podían entrar.

¿Cuándo se convierte el harén en un lugar de intrigas políticas que incluso afectaban al gobierno imperial? Desde 1450, es decir antes de la conquista de Constantinopla, se acostumbraron los sultanes en matar sus hermanos en el momento de la toma de poder.

Desde el siglo XVII esta costumbre se cambio, a favor en dejar vivió a los hermanos e instaurar una especie de primogenitura que escasamente se cumplió.

Desde entonces se solía encerrar los príncipes en el harén, y dado que no estaba asegurado que el mayor sea el heredero, se descuido considerablemente su formación. Numerosos príncipes herederos estaban encerrados en una sola habitación durante muchos años, con sirvientes mudos o mujeres que no podían más concebir hijos. Y cuando salían para ser sultanes, sus habilidades sociales y su psicología estaba muy dañado. Ocurrió con Mustafa II (que estaba 26 años encerrado), o Murad IV, un sadista. Ninguno de estos sultanes salieron en su vida del palacio, ni en las campañas militares. En consecuencia se tenía una secuencia de sultanes ineficaces, y el gobierno central perdió (también por las derrotas militares y las crisis económicas) prestigio y apoyo.

Las imagenes del harén - un viaje pequeño:


Pared de la mezquita pequeña de los eunucos, que se encuentra en el patio de los eunucos.

Aquí vivían los Eunucos encargados del harén, construido en el siglo XVI. Los eunucos estaban bajo orden del Darüssaade Agasi, el eunuco supremo. También se le conocía como Kizlar Agasi (Maestro de las chicas). Está parte del edificio se construyó tras el gran incendio de 1665. estaban construidos alrededor del pequeño patio, un edificio con tres plantas. En la planta superior dormían los novicios y en la media estaba guardada la administración eunuco. Cerca estaba también la “escuela” para los príncipes.
Representación de dos eunucos con el traje tradicional.
En el pasillo de las concubinas: conectaba el harén con la zona de los eunucos. Habitualmente a través de este pasillo iban las sirvientes hacia los aposentos de la sultana y del Sultan y se llevaba comida. Era una zona (numero 45) emblemática: conectaba la zona (de vivir y administración) de los eunucos (sur) con los accesos a las tres partes del harén: los dormitorios de las concubinas (al oeste), los aposentos de la sultana (al nor – oeste) y del Sultan (a través del camino durado, en el norte.
Patio de las concubinas: se construyó en el siglo XVI y es el patio más pequeño del harén. Tiene baños, una fuente, dormitorios y los aposentos de las sirvientes, y un hospital en la segunda planta.
La zona de la reina madre: Se construyó durante la última década del siglo XVI cuando la reina madre se mudó desde el palacio antiguo al palacio nuevo (el actual Topkapi), pero era necesario reconstruir sus habitaciones tras el fuego de 1665.

Sala principal de los aposentos de la sultana.
Cimenea y puerta de acceso de los aposentos de la madre del sultan.

Patio de los aposentos de la madre del sultan.

Aposento de Abdülhamid I.
Cámara privada de Sultan Murad III: construido por Sinan en 1578, era el apartamento privado para los sultanes. Es uno de los bellos sitios de arquitectura. Tiene un diseño bien proporcionado con una rica decoración.
Trono  dentro de la cámara privada de Murad III.
Cámara privada de Sultan Ahmed I, construida en 1608.
Comedor de Sultan Ahmed III (o sala de frutas), construida en 1705, lleno de imágenes de flores y frutas. Aquí se nota ya una cierta influencia del arte occidental.
El doble quiosco o apartamento del príncipe heredero, construido en el siglo XVII, con una decoración rica, con muchos detalles clásicos. Dado que los príncipes herederos no podían abandonar este pabellón también se conoció como kafes (jaula), especialmente desde el siglo XVII.
Cimenea del doble quiosco.
Las numerosas fuentes pequeñas servian tanto para refrescar la sala, como para impedir que se pueda escuchar a escondidas.
Sofá de la sala principal del doble quiosco.

Techo del doble quiosco.
Exterior del doble quiosco.
Este patio se construyo en el siglo XVIII con los apartamentos para las favoritas. Aquí también solía vivir Abdülhamid I, en el edificio de madera al estilo rococó.

Detalle de las ventanas del doble quiosco.
Camino dorado.
Camino dorado. Es del siglo XV y cruza todo el harem, y es el camino que solía ir el Sultan. Se denomina dorado porque el Sultan suele dejar caer monedas de oro durante días festivos.

Suelo de una parte del camino dorado.

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