22 feb 2014

Viaje por Estambul: las tumbas de los grandes visires Köprülü Mehmet Pasa y Körpülü Fazil Ahmet Pasa

Türbe de la familia Köprülü: los padres y su hijo.
Aquí se encuentra la tumba (türbe en turco, los cadáveres están enterrado varios metros bajo tierra) de los dos mejores visires que había tenido el imperio osmanlí en un momento de gran crisis. Al inicio del siglo XVII el imperio sufrió una fuerte crisis interna que ponía en peligro la estabilidad del estado, a punto de provocar incluso una guerra civil. Era un periodo inestable dado que cuatro sultanes gobernaban de la manera más ineficaz posible, de manera consecutiva: Ahmed I, Osman I, el sadista Murad IV y finalizando con Ibrahim, el loco. En pocos años se tenía un circo de cambio con más que 13 grandes visires, tanto las sultanas como las madres de posibles candidatos herederos conspiraban entre si y lograban influir al gobierno imperial, y los comandos militares, en primera línea los janizares, faltaron cada vez más el respeto al gobierno central. Si no hubiera sido por el carisma y las habilidades diplomáticas de las sultanas, la primera de todas: Kösem Mahpeyker, el gobierno central se hubiera deshecho en pocos años.

Comenzando con el primero: Köprülü Mehmet Pasa, nacido 1580 en Albania. Tenía una carrera impresionante: era cocinero, después encargado del estable, juez en Kjustendil (Bulgaria) y después Trípoli (Líbano), siguiendo ser vice – gobernador de Damasco, gobernador de Konya, ascendiendo a ser visir en 1650 y volvió ser juez de Trípoli. En 1656 sus hazañas llamaron la atención de Mehmed IV, quien le nombra nuevo gran visir. En cinco años hizo más que ningún visir antes que el. En lo interior termina con la influencia del harén y recupera la disciplina en el ejercito, en lo exterior gano la guerra contra Venecia (1657), vasallos ileales (1660), tanto cristianos de los Balcanes como los rebeles en terreno osmanlí. Inicio varias reformas contra la corrupción y los malos gastos. Desafortunadamente murió 1661, y le sustituyó su hijo, Köprülü Fazil Ahmet Pasa. Su carrera es incluso más impresionante. Nacido 1635, con solo 16 años es docente en una madrasa (escuela), desde 1659 visir y gobernador de Erzurum, desde 1660 lo es de Damasco (como antes su padre) y al año siguiente sustituto provisional de su padre. Un cargo que se convirtió en realidad cuando Mehmed IV también el nombra gran visir. El hecho que el hijo siga su padre como gran visir no ocurrió desde hace siglos. Körpülü Fazil Ahmet Pasa continuaba con las tareas de su padre: seguía luchando contra la corrupción en el interior, y en lo exterior derroto exitosamente las tropas húngaras con la paz de Eisenburg (1664), conquistó la ciudad Candia en Creta de los Venecianos (1669), incluso logró un empate ligeramente positivo tras la guerra contra el reino de Polonia – Lituania, con la paz de Zurawno (1676). Poco después murió.

Ambos visires habían reformado la administración osmanlí, recuperando la autoridad del gobierno central y derrotando los enemigos exteriores. Sin embargo: todos sus proyectos, sus campañas militares y sus éxitos en restaurar la autoridad imperial son innecesarios, dado la rápida sucesión de sultanes tras la muerte de Mehmed IV en 1687, que continuaba con las derrotas contra los ejércitos Austria – húngaros en el siglo XVIII.

Junto a los dos grandes visires está la tumba de la mujer de Köprülü, Ayse Hanim, que era una mecenas en las construcciones de mezquitas y edificios civiles de Estambul. 




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15 feb 2014

Viaje por Estambul: el pabellón Tiled


En 1472, cuando el nuevo palacio (el actual Topkapi, en Estambul) estaba casi hecho, ordenó Sultan Mehmed II la construcción de un pequeño Pabellón en el parque ubicado al sur. Es el pabellón Tiled. Dado que estaba ubicado en el primer patio su exterior era visible por toda la población y estaba cargado de simbología imperial.

Dicho pabellón destaca por su arquitectura centroasiática, libre de influencia bizantina. Los ladrillos vidriados exteriores son característicos (así se parecen a la mezquita Bibi-Khanym en la ciudad centroasiática de Samarcanda). La planta de cruz griega representa los cuatro rincones del mundo, y su unión simboliza la autoridad universal de la soberanía del Sultan. La independencia de influencia bizantina se manifiesta con la curiosa frente: los pilares poligonales y el ladrillo de piedra con marco son típicos de Persia. Dos tramos de escaleras llevan a la terraza cubierta con columnas. La gran puerta en el centro, rodeada por arcos de baldosas verdes, lleva al vestíbulo. Los otros tres brazos se encuentran por detrás. Los azulejos azules y blancos en la pared muestran patrones de flores, hojas, nubes u otras formas abstractas.

Entre 1875 y 1891, durante el periodo de reformas internas con influencia occidental, se usaba el pabellón como museo imperial. Cerrado después se reabrió desde 1953. 

Arco ricamente decorado sobre la puerte principal que lleva hacia el interior, con bendiciones al dios.

La cúpula tiene una estructura compleja, pero reparte excelentemente el peso, jugando con la geometría visual.

Todas las paredes están decoradas con baldosas azules, que hacen un buen contraste con el suelo y techo blanco.
La inscripción indica que se construyo esta fuente en 1590, con pavo y flores, típica de la época de Murad III (1574 – 1595).
Una de las ventanas ricamente decoradas.
Techo de la cúpula en el centro del edificio.
Exterior, con las columnas persas.
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Viaje por Estambul: la mezquita de Süleyman el magnifico


Con Süleyman el magnifico alcanza el imperio osmanlí su cenit. Süleyman es victorioso en el campo militar (conquista de Rhodos en 1522, de Bagdad en 1534, en 1538 derrota una flota unificada cristiana y gobierna el mediterráneo, y en los años 40 anexiona todo el sur de Hungría), tanto la demografía como la economía crece continuamente y el aparato burocrático es (gracias al diván, los funcionarios eunucos, los cadis musulmanes y gobernadores leales) el sistema más eficaz en Europa y el próximo Oriente. Únicamente el imperio de Carlos V y el imperio chino se puede comparar en magnitud y grandeza, incluso los supera con la estabilidad política. Desde que su padre, Selim I, conquistó Meca y Medina, se han convertido los sultanes definitivamente en los lideres religiosos y ideológicos de la fe sunita ortodoxa, todos los emires y lideres religiosos son inferiores.

Ante este contexto no sorprende que Süleyman I ordene al genial arquitecto Sinan con la construcción de una mezquita digna. Desde la conquista de Constantinopla se habían concentrado los sultanes en la construcción y ampliación del palacio nuevo (el actual Topkapi), pero en el lugar de la actual impresionante mezquita azul solo estaban las ruinas del antiguo palacio bizantino. Estambul necesitaba una mezquita, digna de un gobernador que era el señor sobre Jerusalén, Meca y Medina. Entre 1550 y 1557 construyó Sinan una mezquita aceptando el reto de la topografía complicada sobre la tercera colina de la ciudad. Entre 2500 y 3000 empleados (artesanos griegos y armenios, reclutas janizares) estaban trabajando, pero menos del 5 % eran esclavos (principalmente lo que trabajaban en las galeras para transportar el material).
Dado que la mezquita tenía que representar el liderazgo religioso del Sultan estaba cargado de simbología. Imitando muchos elementos arquitectónicos de la Hagia Sophia (cúpula, dos medio cúpulas) se hacia referencia al templo de Salomó. La enorme cúpula es también una metáfora para la cúpula del cielo. La bella fuente de mármol en el centro de la plaza es un homenaje al Kwathar, el río del paraíso. En esa misma plaza sorprende la gran variedad de columnas diferentes: proceden de todas las partes del imperio, importados con gran esfuerzo desde Rhodos, Belgrado y Malta, representando la diversidad cultural. 
La importancia del valor simbólico de la arquitectura es indiscutible: los cuatro minaretes pueden significar tanto los cuatro primeros califas tras Mahoma como el hecho que Süleyman I sea el cuarto Sultan tras la conquista de Estambul, o los diez balcones de los minaretes que Süleyman sea el décimo Sultan de la dinastía osmanlí. Su interior impresiona por el gran sentido espacial y la importancia de la luz sagrada que entra a través de 130 ventanas. El camii (sala de reza) tiene un tamaño de 50 x 58 metros, y desde el fundamento tiene la cúpula una altura de 53 metros, con 27.25 metros de diámetro.


Vista del lado occidental de la mezquita, con las piedas bien talladas y ventanas decoradas al estilo osmanli.
En el lado exterior hay numerosos fuentes para limpiarse los pies, aunque los grifos se instalaron hace apenas un siglo.

Interior de la gran cúpula, en el techo se representa como el cielo, y su ligereza se subraya gracias a las unicos cuatro pilares que apoyan toda la estructura.
Gracias al reparto del peso se podía instalar numerosas ventanas, y con el empleo de pequeñas medio - cùpulas y arcos, aumentar el espacio.
Finalmente, al lado de la mezquita, se construyeron en un cementerio dos türbe (mausoleos). En la mayor, que es una clara referencia a la mezquita de Jerusalén, con planta octogonal, columnas exteriores y una decoración similar en su interior, alberga al cadáver de Süleyman I, siglos más tarde, de sus sucesores inferiores Süleyman II (1642 – 1691) y Ahmed II (1643 – 1695). También su madre Dilasub Saliha y su hermana Asiye se enterraron en el mismo türbe.

Exterior de la türbe de Süleyman, que está en el cementerio al lado de su mezquita (también la tumba del arquitecto se encuentra allí). Tanto la forma octogonal y la pasarela con las columnas son similares a la mezquita de Jerusalén.
Interior de la türbe de Süleyman, con Süleyman (centro) y sus dos sucesores (a la izquierda: Ahmed II y Süleyman II). En las dos tumbas a la derecha se enterraron la madre de Süleyman: Dialsub Saliha, y su hermana Asiye.
Esta es la türbe de Roxelane (Haseki Hürrem), la mujer de Süleyman I, y de una de sus hijas, Mihrimah,. Aparte se enterro la hija de Mustafa II, Safiye.
La mezquita de Süleyman I fue hasta mediados del siglo XVII el mayor edificio sagrado de Estambul, una segunda Kaaba, según algunos autores.

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8 feb 2014

Viaje por Estambul: la columna de la serpiente

Al lado de la mezquita azul de la actualidad (donde anteriormente había estado el palacio imperial bizantino) había ordenado Constantino construir un hipódromo, colocando en su centro la columna de la serpiente.

La historia de este objeto comenzó mucho más atrás, en las guerras persas de la antigüedad clásica. Cuando la alianza de las ciudades griegas (los polis) derrotaron al rey de reyes persa, Xerxes, primero en la batalla de los termopilas y después, en 479 a.C., la batalla de Plataiai, que expulsó definitivamente las tropas persas de Grecia, dedicaron numerosas ofrendas a los dioses. Entre esos había un regalo dedicado al dios de la verdad y patrón del oráculo de Delfos, quien era Apoló: la columna de la serpiente. Según Herodoto se fundaron las armas de los persas derrotados para crear esta columna con 8 metros de altura. Estaba formado por tres serpientes que se abrazan mutuamente, animales dedicados al dios Apolo, cuyas cabezas sostenían un cuenco dorado. Finalmente se inscribió sobre sus cuerpos los nombres de las 31 polis, entre ellos Lakedaimonios (Esparta) y Atenas, quienes habían participado en las campañas militares.

Después de casi seis siglos cambio la columna de sitio, ya que el emperador Constantino lo llevó consigo a la nueva capital romana, Byzantion, Roma Nova, o: Constantinopla, con el fin de reforzar el rol de la nueva capital, entre 324 y 331 d.C. Una vez colocada sufrió durante el siguiente milenio dos modificaciones: un emperador lo convirtió temporalmente en una fuente de agua, y posiblemente durante la cuarta cruzada se robó la cuenca dorada. Con la conquista de Estambul por los otomanos perdió, según la leyenda, una de sus cabezas porque lo decapitó el Sultan Mehmed II, cuando entró victorioso cabalgando. En el siglo XVII sufrió otros daños. Según nuevas leyendas, fue un noble polaco borracho que destruyó las otras dos cabezas, igual de poco probable cuenta otro según la cual las cabezas se cayeron simplemente en una noche del año 1700. 
 
Vista desde arriba de una de las tres cabezas, conservadas en el Museo Arqueologico de Estambul.
Vista frontal de la serpiente, se observa que a lo largo de los siglos se ha deteriorado considerablemente la parte superior.
Viendo desde el lado se ve que falta la mandibula.

Vista de la columna en el lugar del antiguo hipdoromo. Dado que a lo largo de los siglos se reconstruyó la avenida en numerosas ocasiones, se elevo cada vez el fundamento, haciendo casí desaparecer la columna.
Se desconoce la razón del agujero; y en la parte superior probablemente era el lugar de las tres cabezas colocadas.
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1 feb 2014

Viaje por Estambul: el sarcófago de Alejandro en el museo de antigüedades

En la necrópolis de Sidon se encontró hace algunas décadas un sarcófago impresionante. El sarcófago de pierda del siglo IV se encontró en una cámara fúnebre real en Libanon y es una bella obra de arte helenística, con figuras realistas de alto relieve. Es probable que seis artistas Iónicos o artesanos de Rhodos lo habían tallado. El sarcófago recibió su nombre debido a una figura con piel de león que lucha, en uno de los lados del sarcófago, como macedonios contra los persas en la batalla de Issos. Es probable que represente a Alejandro Magno, quien solía identificarse con Hércules. Por el otro lado del sarcófago se encuentra una escena donde persas y macedonios cazan juntos a un león y ciervos. Todas las figuras estaban pintadas de colores vivíos (dominando el amarillo, rojo y azul), que con la exposición a la luz una vez sacado de la tumba se deterioro rápidamente. Y inicialmente llevaron todas armas de plata, que durante un saqueo de tumbas fueron robadas.
Esta sarcófago es una manifestación de la política de integración cultural difundida por Alejandro Magno (y los primeros reyes helenísticos). Consistía en mezclar la cultura persa y la greco – macedónica, superando las diferencias que habían permanecido hasta entonces entre ambas culturas.
Al inicio se pensó que el sarcófago enterró al gobernador de Siria: Abdalonymos. Instalado por Alejandro Magno tras la batalla de Issos, murió 311 a.C. Sin embargo se sospecha que la tumba se realizó antes de su muerte, nombrando Mazaeus, un aristócrata persa y el gobernador de Babilonia, como cadáver para quien estaba dedicado este sarcófago. 

Lucha de persas y macedónicos con un león durante la caza.
Un persa con un arco desaparecido antes de disparar a un macedónico.

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