10 abr 2013

Viaje por el Sur-Oeste: El acueducto de Lodosa

El acueducto de Alcanadre – Lodosa, igualmente conocido bajo el apodo Puente de los Moros, se construyó posiblemente en el siglo II d.C.

Transportó agua por encima de 108 arcos a lo largo de 30 kilómetros desde los ríos Ordon y Linares (donde Mendavia) hasta la ciudad romana Calahorra en La Rioja. Calahorra fue una ciudad con cierta importancia debido a su ubicación en la ruta romana que iba desde Zaragoza (Caesaraugusta) hasta Birobesca (Briviesca).

El acueducto, obra de ingeniería construida con piedras unidas entre si con cementiciae (compuesta por un aglomerado de mortero y cal), destaca por dos características especiales.

Por un lado sorprenden sus notables dimensiones poco habituales para esos tipos de construcciones. El acueducto tenía que mantener un ligero desnivel a lo largo de su trayecto y por si fuera poco los pilares tenían que ser capaces de resistir la fuerte corriente del Ebro.

El segundo aspecto destacable es la anchura de los parámetros del acueducto, intuyendo posiblemente su segunda función como puente para cruzar al Ebro.


Estando de píe en el acueducto restaurado se contempla la continuación hacia Calahorra.
Un pilar de dos arcos, caído bocaabajo.
Detalle de un pilar restaurado, manteniendo cierto rigor con la posible imagen real que tenía en el pasado.

Detalle del puente deteriorado (el cemento de la parte suprerior forma parte de la restauración, lo que posibilita andar por encima sin peligro y creando inconscientemente un argumento a favor de emplear al acueducto como puente.
Arcos mejor conservados del puente.
La parte del puente que está junto a la calle NA 134. Se observa perfectamente tanto las piedras y cementae romana como la nueva capa de cemento en la parte superior.
Cruzando la NA-135 se observa la continuación del acueducto, que se encuentra en un estado lamentable. 
Vista desde la continuación a la altura de la tierra.
Aquí hace el acueducto una curva, se observa la construcción de las murallas para crear una especie de canal. En vez de cruzar la colina, preferierón los ingenieros romanos esquivarla, dando una vuelta alrededor.
Continuación del acueducto hacia sus fuentes en Ordon y Linares, el suelo está empapado de agua.
Detalle de un repartidor de agua: las fincas y villas cercanas podían, si tenían permiso, acceder al agua del acueducto y crear pequeños canales de piedra para que llegué.

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