A lo largo de la edad media surgieron alrededor de numerosos
puentes europeos un tipo de cuento que es tan frecuente, que incluso aparece
como propia categoría en el Aarne-Thompson classifaction system for folktales
bajo el numero 1191: de los puentes del diablo.
Habitualmente eran leyendas surgidas entre 1000 y 1600 que
intentaban explicar la construcción de puentes de piedra arquitectónicamente difíciles
o incluso imposibles de construir. Habitualmente una persona que se consideraba
débil en la sociedad medieval (una mujer, un anciano, un enfermo) necesitaba
cruzar un río sin poder usar (por cualquier razón) una barca. Entonces apareció
el diablo, y ofrecía construir el puente a cambio del alma de su víctima
correspondiente. Aceptaron, se construyó, y – sea milagrosamente o engañando
astutamente al diablo – se salvaron de perder el alma. De allí la tradición en
llamar puentes que sean construidos en lugares difíciles o que incluso tenían
una gran importancia para los habitantes locales Puente del diablo, Pont du
Diable (Francia), Ponte del Diabolo (Italia), Devils Bridge (Reino Unido) o
Teufelsbrücke (Alemania).
Entre esos puentes y su leyenda correspondiente está el
puente del diablo en Lumbier, Navarra.
Según una leyenda había cerca del puente un palacio de una
rica dama, Magdalena. Sufría de dolencias de riñón y del estómago. Un día su
esclava Clísatela se ofreció para traer aguas curativas de la fuente de Liscar.
Para eso era necesario cruzar el río en barca, pero resulta que el viento se
había llevado la barca.
Entonces Clísatela estaba dudando si pedir a los viejos
dioses paganos por ayuda o al nuevo dios cristiano. En ese momento aparicio el
diablo, que ofreció construir una puente a cambio de su alma.
Camino (con fuerte declive hacia la derecha) hacia el puente. |
Y efectivamente, durante la noche se construyó. El pacto
preveía que el puente debería ser finalizado a las 6 de la mañana, pero
Clísatela indicó al diablo que según el reloj de sol de una torre cercana eran
(milagrosamente) ya las 7. Mientras la esclava cruzó el puente, declaró que a
partir de entonces se llamase puente de Jesús.
En realidad se construyó este puente en fechas muy tardías,
principalmente para ayudar y posiblemente fomentar el peregrinaje católico
durante la contrarreforma.
Cuando los peregrinos entran por Navarra cerca del monasterio
e Leire pueden continuar por dos caminos: o van de Yesa a Sangüesa y desde allí
a Leída, o directamente iban de Yesa a Liédena cruzando el río Irati en una
barca.
Como la barca era tanto costoso como inseguro, se solía
optar por la otra ruta, hasta que el pueblo de Liédena construyó el puente en
el siglo XVI.
Cerca del puente también se construyó posteriormente una
especie de hospital de peregrinos, en la orilla derecha del río, cerca de una
villa romana de los siglos II y IV d.C. que incluso tenía termas.
La importancia estratégica y económica del puente es
considerable: el monte que separa el norte del sur en está región es un gran obstáculo
para viajar o enviar soldados, y el tamaño del río crece considerablemente una
vez salido de la Foz de Lumbier. En cambio, justamente por encima de la Foz, la
naturaleza dejó un margen suficientemente pequeño para construir un puente y
poder acceder con menos complicación a ambos lados del río.
Foz de Lumbiér. |
La foz de Lumbier vista desde la villa romana de Liédena. |
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