Pero sus herederos cometieron un error: Se olvidaron del
cielo. Allí vuelan helicópteros teledirigidos con cámaras especiales,
penetrando la provincia mongol de Chentii, donde se sospecha la ubicación de la
tumba. Mediante radar y satélite se busca.
Albert Lin, en la sala de pantallas del Calit2. |
Sin destruir. Eso es el lema de la nueva técnica
arqueológica cibernética, una rama especializada en la arqueología de la
universidad de California, liderada por Albert Lin. Producen modelos en 3D,
imágenes infrarrojos y reconstrucciones digitales de yacimientos, cuadros y
cerámicas. Donde tradicionalmente se trabaja en tierra, los ingenieros
digitales crean magia con sus ordenadores.
Arqueólogos estadounidenses como Tom Levy apoyan esos proyectos,
gestionados por el California Institute for Telecommunications and InformationTechnology (Calit2) de la ya mencionada universidad. Anteriormente guardaron
miles de bolsas de plástico con los restos originales en los sótanos, mientras
que hoy pueden consultarlos rápidamente en ordenador.
El laboratorio StarCAVE. |
Levy excava desde hace años en el próximo oriente, ahora
estudia la edad del bronce en Jordania. Mediante la nueva tecnología logra
reconstruir con su equipo el yacimiento Chirbat Fainan.
Con la ayuda de esancers láser y cámaras documentan la
posición de cualquier artefacto, y una vez de vuelta en San Diego se puede
visitar de nuevo el yacimiento sin tener que estar allí. El laboratorio virtual
StarCAVE es una habituación de cinco paredes con 34 pantallas de alta definición,
que permiten el paseo virtual por el yacimiento. Con controlador manual y gafas
en 3-D se pueden volver a estudiar los restos descubiertos.
Especialmente para las excavaciones en regiones
políticamente inestables como el oriente próximo son extremadamente útiles.
Muchos objetos históricos no se pueden sacar por varias razones del país. Pero
ahora se puede reconstruir y volver a investigar todo desde el laboratorio.
Y no es todo. Mediante las cámaras infrarrojas o UV se
puede por si fuera poco visualizar lo que está oculto al ojo. Al lado del
laboratorio mencionado está otro, el laboratorio multimedia, con una pared de
70 monitores, en su conjunto 287 millones de píxeles.
A finales del 2012 estudiaron por ejemplo el cuadro de
Giorgio Vasari del Palazzo Vecchio en Florencia. Si se sujeta una tablet entre
el espectador y la pantalla, se puede ver en la tablet lo que las cámaras
infrarrojo habían grabado en el original, permitiendo ver literalmente detrás
de la pared.
Mediante el uso de toda esta nueva tecnología se acercó
el equipo investigador a los gobiernos mongoles para poder buscar la tumba del
Khan. Solo: Hasta hoy en día no se pueden realizar excavaciones porque se
considera sagrado todo el terreno alrededor del monte Burchan Chaldun. Únicamente
la tecnología que respetaría la integridad del paisaje sagrado sería permitido.
Mediante imágenes de satélite buscaron los lugares más
sospechosos, drones con cámaras y helicópteros teledirigidos enviaron ondas
hacia la tierra para descubrir edificios enterrados. Gracias a la geofísica (inducción
electromagnética y magnetometria) se podían describir los restos enterrados.
Y efectivamente: El equipo de Lin encontró alrededor de
12 yacimientos enterrados, cerca del monte un edificio considerablemente grande.
Una vez de vuelta en San Diego pudo revisarlo e investigarlo de cerca. ¿Quizás
sea la tumba del gran Khan?
Sin embargo, Levy aclara: Son nuevas herramientas. Sirven
mucho para dar una pista donde buscar, donde comenzar, y ayudan durante la excavación.
La excavación física, al contrario, nunca será sustituida.
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