Psycohistoria – una curiosa ciencia inventada

La historiografía durante varias décadas (en concreto, desde el siglo XIX hasta prácticamente los años 80, 90 del siglo pasado) había intentado entender la historia mediante el uso de teorías, intentando conceptualizar procesos históricos.

Varias “teorías” surgieron durante ese tiempo, teorías que encontraron su camino hacia el mundo público, no – académico. Como por ejemplo la teoría del ciclo: “La historia se repite”, o la idea que un estado tecnológicamente y económicamente desarrollado también se desarrolla políticamente hacia una democracia, idea que tenían (y siguen teniendo) los gobernadores de los Estados Unidos. 

Los historiadores necesitaron considerable tiempo hasta que por fin dejaron de intentar a buscar. Se pensó que con el fin de que la historiografía sea científica se necesitaría formulas, como en las ciencias naturales. Y efectivamente, las ciencias sociales, con Max Weber y otros, ofrecían modelos, formulas. Solo: casi siempre se cometía el error de, partiendo de unos aspectos mínimos y aislados, se creyó una teoría y después se aplicó en ejemplos transformando la realidad histórica. De esa manera las teorías en ocasiones rompían, deshacían la realidad. Se quiere saber ¿Por qué ocurrió eso? ¿Y porque ocurrió tal? Por ese motivo la búsqueda desesperada de teorías.

Isaac Asimov (1920 - 1992)
(Ilustración del ilustrador de ciencia ficción Rowena)

Isaac Asimov (1920 – 1992) también fue hijo de su tiempo. Fue doctor en ciencias (Universidad de Columbia), profesor de Bioquímica y tenía un doctor en filosofía. Normalmente se suele olvidar esos detalles cuando se oye “Asimov - ¿No es ese autor de ciencia ficción?” Efectivamente, y parece que a Asimov le gustaban – teniendo un doctor en filosofía – ciertas teorías sobre el desarrollo de la humanidad. Sus obras más destacables e magnificas aparecieron por si fuera poco justamente cuando entre los sociólogos y los historiadores era de “moda” trabajar juntos e desarrollar “leyes” y conceptos comunes: los años 50 y 60.

A mi me gusta Asimov como autor de ciencia ficción – nunca leí una obra académica suyo – y “para reyes” 2011 recibí como regalo la “Trilogía de la Fundación: Fundación, Fundación e Imperio, Segunda Fundación”. Son tres libros que describen la historia de una “Fundación”.

Asimov inventó durante los años 50 del siglo XX un imperio humano centralista en un futuro inimaginable (dentro de más de 10.000 años) que abarca todo el universo y que está, a su vez, gobernada por un emperador absoluta que reside en un planeta enorme (Trantor) cuya única función consiste en administrar ese imperio. Asimov, obvio, se inspira con vistas a eso en el imperio Romano; ni siquiera oculta las indirectas. Uno de sus protagonistas dice “Todos los caminos van a Trantor”, por ejemplo.

En ese mundo vivió un científico, Hari Seldon. El desarrolló una ciencia llamada la “Psicohistoria” – una especie de mezcla entre sociología, historia y matemática. Con esa ciencia desarrolló una amplia serie de teorías, con la cual podía comprender lo que ocurrió en el pasado – y prevenir lo que va ocurrir en el “futuro”. Aha - ¡Aquí se tiene uno de los pequeños deseos que posiblemente los historiadores tenían (o tienen): saber hacer profecías! Saber que paso con el objeto de saber que va a pasar. Claro, si ayer se cae la piedra al suelo y hoy también, mañana se va a caer también. Hoy en día en el mundo académico (por fin) se tiene consciencia que eso es imposible. Saber el pasado no posibilita prevenir el futuro; sino comprender la actualidad. 


Asimov sin embargo se imaginaría que eso sería posible. Argumenta a través de Seldon, que las masas “siempre” se rigen por unas leyes y que, con la condición de que no están conscientes de ellas, cumplirán con los procesos tal como es previsto. Porque siempre deben actuar “por si mismos, sabiendo que es lo correcto, de manera activa”. Las “masas” en Seldon no conocen las leyes ni esperan inactivamente lo inevitable, sino actúan continuamente. Sin que se den cuenta actúan como deben actuar. No es necesario que una élite (como un partido) dirija las masas; las mismas masas ya encontrarán el camino.

Es una bonita idea: se mezcla el ideal de “somos libres, al fin y al cabo” con “al mismo tiempo hay leyes que regulan todo”. Ciencia pura con la voluntad irracional. Estoy totalmente consciente que es prácticamente imposible crear una formula, una ley y menos aun una ciencia entera que pueda explicar a toda la historia humana. En cambio otros expertos, como el sociólogo Max Weber (1864 - 1920), intentaban encontrar unas leyes. En el caso de Weber fue diciendo que si el protestantismo no hubiera creado la base mental no hubiera sido posible el capitalismo, por ejemplo (Die protestantische Ethik und der 'Geist' des Kapitalismus, 1904); o Marx habló de una continua lucha de clases durante toda la historia. Asimov, de manera más divertida y por afición, entra en el partido con principalmente con su novela “Fundación”. No entró seriamente en el mundo académico, sino quería jugar. Seldon, una vez aplicado y perfeccionado su “Psycohistoria”, sabe que no puede salvar más al imperio galáctico y establece una “Fundación”: una colonia con los mejore científicos, en el extremo de la galaxia, con el fin de que conserven toda la sabiduría y con vistas a poder crear un día tras siglos de “bárbara” (o sea que la supuesta “Edad Media” para Asimov) un segundo imperio, más glorioso que el primero. De allí parte la curiosidad: Seldon predice para esa Fundación su historia durante los siglos siguientes; y aquí la participación de Asimov con “sus" teorías.

Algunos “Conceptos” de la Psicohistoria

Cuatro son los conceptos básicos que se podría sacar de la primera novela – “Fundación” – y que se encuentra durante todo el periodo de la historia humana real. Quisiera destacar esos elementos diferentes, que no necesariamente han de aparecer uno siguiendo cronológicamente al otro. Nunca hay que olvidar que, al fin y al cabo, son conceptos muy básicos, generales, e obvios, lo que no significa que hay que ignorarlos por completo. No es una investigación académica, en vez de eso es un juego mental, por diversión. Esos cuatro conceptos serían los siguientes:

- la necesidad de acción propia si el gobierno central está débil

- la religión como protectora de los conocimientos básicos

- la superación de la religión para avanzar la ciencia

- la economía como segundo pilar para un dominio político sano


Durante los siguientes entradas mías quisiera comentar de manera breve cada uno de ellas.