24 jun 2016

El yelmo cubo (siglos XIII y XIV)

Definición

Imagen esquemático del yelmo llevado.
Se trata de un casco metálico de hierro con forma cilíndrico. Sus características son tanto el considerable tamaño (Gran yelmo en español, great helm en inglés o grande elmo en italiano) como por forma cilíndrica (Topfhelm en alemán, que sería yelmo cubo, Tondehjelm en danés).
Ese yelmo se llevaba por encima de un casco más pequeño durante los enfrentamientos directos a caballo en las batallas, y también durante los torneos.

Historia

El gran yelmo era una reacción ante la evolución táctica medieval. El uso el estribo era habitual en la Europa medieval desde los siglos X y XI. Si hasta entonces bastaban cascos simples para defenderse, eso cambiaba dado que gracias al estribo se podían mantener mejor y más estable los caballeros encima del caballo. Podían hacer ataques más precisos contra el contrincante, y apuntar con más exactitud a la cara o incluso los ojos. Es más: Los estribos permitían el ataque con lanzas pesadas, dado que el atacante no caía del caballo durante el choque y por si fuera poco aprovechaba la fuerza del caballo para herir al enemigo.
Dos caballeros durante un torneo con
los grandes yelmos, uno de ellos con
decoración añadido para el torneo.
Para poder defenderse contra esos ataques precisos, se desarrollaron los escudos, las armaduras para caballo y caballeros – y también de nuevo casco: el gran yelmo.

El gran yelmo es el resultado de esa carrera técnica, y durante los siglos XIII XIV gozaba de gran popularidad entre los guerreros de la nobleza medieval. Tanto en los campos de batalla, y posteriormente durante los torneos, protegían a sus dueños durante los ataques de caballería con lanza.
El uso de esos cascos fomentó a su vez la evolución de la heráldica, dado que quien llevaba el casco apenas podía ver o escuchar su alrededor durante la lucha, y los escudos dibujados ayudaban identificar amigos e enemigos. Igualmente ocultaba la propia cada, por lo que fue igualmente importante ser identificado por los propios arqueros y soldados.

Durante el siglo XIV fue sustituido lentamente por otras modificaciones, que mejoraron por su forma la protección contra ataques directos y también la respiración, como el Hundsgugel, que también permitía colocar una tapa movible para enseñar el rostro (de allí proviene el saludo militar).

Detalles del gran yelmo de Eduardo Plantagenet, el principe negro

Un servidor con la imitación del gran yelmo de torneo
del príncipe negro Eduardo de Inglaterra.

En ese casco hay una serie de detalles interesantes que merecen ser explicados:

Placa de la tumba de Ludwig der Eiserne,
arriba en la derecha se observa como está
atado el escudo a la coto
a de malla mediante una pequeña cadena.
  • Los minúsculos agujeros en la parte superior e inferior servían para atar y fijar las telas rellenadas que se llevaba en el interior del propio casco para suavizar golpes. También servía para adaptar yelmos robados, heredados o ganados a la cabeza individual, variando el grosor de la tela.
  • En la parte delantera se encuentran dos pequeños cruces. Servían para atar el casco mediante una pequeña cadena con la cota de malla del caballero. Como el gran yelmo era muy pesado y dificultaba la visibilidad, se solía llevar únicamente durante el comienzo del enfrentamiento o durante el ataque cuerpo a cuerpo. Sino se solía quitarlo y dejarlo colgado hacia atrás de la cabeza, dado que el caballero llevaba por debajo del gran yelmo otro casco más pequeño que le seguía protegiendo. En realidad solo se necesitaba un agujero, la otra posiblemente se ponía para mantener la simetría.
  • En el lado derecho del yelmo hay numerosos puntos que crean juntos una imagen similar a una corona. Son los agujeros de respiración, y solo los hay en el lado derecho, porque solo una minoría de los guerreros medievales solían ser zurda. Por lo cual se solían mantener las lanzas o armas pesadas por el lado derecho, golpeando al lado izquierdo del contrincante.
  • Ese gran yelmo en concreto es una imitación del casco negro que usaba Eduard Platagenet (1330 – 1376), el príncipe negro, hijo del rey ingles Eduardo III y padre del monarca británico Ricardo II. El casco que se conserva lo usaba el príncipe negro principalmente durante los torneos, dado que lleva una decoración por encima que impide una lucha eficaz durante una batalla de la guerra de los cien años. Por el valor material se reutilizaban los grandes yelmos, y pocos se conservan como donaciones a iglesias o por estar enterrados en tumbas. Lo último es la razón por la cual se conserva el gran yelmo del príncipe negro. El hecho que lo usaba durante los torneos se refleja en la forma que tienen los agujeros de respiración. Forman una imagen similar a una corona o a la flor de lis, pero realmente se asemejan al escudo del principado de Gales. El príncipe negro solía llevar durante los ternos aparte del escudo de su dinastía también el escudo de su madre, Philippa von Hennegau, que son tres plumas juntas. Y por esa razón el herrero lo habrá perforado en el escudo. Al parecer significaban las tres plumas la paz. Sin embargo, tanto el eslogan alemán “Ich dien” (Yo sirvo) como la corona, empezaron a formar parte del escudo de los príncipes de Gales desde el príncipe Arturo (1486 – 1502).

Imagen esquemático del gran yelmo del
príncipe inglés Eduardo.

Casco del príncipe negro,
con decoración del torneo y
el escudo del principado de Gales
en su derecha.
El escudo actual de los príncipes de Gales.



Imprimir artículo

17 jun 2016

Una breve historia de una aldea navarra: Endériz

Introducción

Endériz es una pequeña aldea, situada a menos de 20 kilómetros al norte de Pamplona, ubicada a la izquierda del rió Ulzama, en los pies del monte Ostiasco. Pertenece desde la edad media al municipio del valle de Olaíbar, que por entonces se llamó valle de Olave.
Es una aldea de pocos fuegos, nunca tuvo hasta comienzos de la edad contemporánea más de 4 fuegos (1 fuego = 1 familia, habitualmente de hasta tres generaciones).
Sin embargo, únicamente porque yo vivo en esa misma aldea, quisiera escribir hoy un poco sobre su historia urbanística.

Endériz aparece en la historia: Su iglesia (Siglo XIII – XIV)

No se tiene noticias de Endériz previas al siglo XIII, pero es probable que algunos campesinos habían comenzado vivir en la misma por su ubicación céntrica en un valle fructífero y protegido, y suficientemente cerca al cuartel romano Pompaelo o, posteriormente, los tres Burgos pamploneses (Navarrería, San Nicolás y San Cernin). Ya en la antigüedad clásica usaban los romanos el valle para llegar hacia el norte, como a Elizondo.
 Era durante el siglo XIII cuando se construyó la iglesia de nave única con tres tramos, San Nicolás de Bari. Una iglesia con clara herencia románica (muros de sillarjero exterior con contrafuertes, por encima canecillos lisos, donde se apoya el tejado), una tosca torre rectangular y en su interior una pila bautismal románica, decorada con bolas y ajedrezado. Un pequeño castillo, que podía albergar los aldeanos en caso de peligro. Pero no de posibles invasores musulmanes (la reconquista estaba por entonces al sur de Valencia), sino de otros señores feudales, hidalgos enemigos.
De todos modos, la iglesia ya tiene elementos protogóticos: Los arcos fajones apuntados, que se apoyan en mensuras de rollos y sostienen la cubierta a dos aguas de vigas de madera.
Finalmente, el culto del santo, San Nicolás de Bari. Un santo del sur de la Turquía quien había vivido entre 270 y 365, había llegado durante el siglo XI hacia Europa central y se había popularizado durante los siglos XII y XIII, extendiéndose principalmente gracias a las rutas comerciales y de peregrinaje.

No es casualidad que se haya construido precisamente entonces una iglesia. Tres elementos nos sugieren suponer lo siguiente sobre la situación de Endériz:

-         Ese arco de medio punto con dos arquivoltas de arista y guadralluvia demuestran una cierta influencia protogótica, es decir: Una moda innovador proveniente de Francia. Y no precisamente económica.

-          El hecho que la iglesia de una aldea tenga un torreón para colgar sus dos (!) campanas era ya destacable por el enorme coste que suponía. Numerosas iglesias medievales carecían de una torre, o tenían como mucho un muro con agujeros para colgar las campanas. Eso nos sugiere que Endériz generaba un mínimo de riqueza, similar a sus pueblos vecinos Olaibar e Olaz, donde también se construían iglesias con torres.

-          Finalmente, tiene una ubicación benevolente. Desde el siglo XII, fomentado por las cruzadas, estaba en pleno auge la religiosidad y la peregrinación entre la población cristiana europea. Uno de las metas populares medievales fue Santiago de Compostela, y las dos rutas principales cruzaban el reino de Navarra: El camino francés (Roncesvalles – Pamplona – Estella – Viana) y el camino francés, variante aragonesa (Yesa – Enériz – Estella – Viana). Endériz tuvo la suerte de estar ubicada en una ruta alternativa, igualmente visitada, que era el camino del Baztan (Urdax – Ostiz – Pamplona – Estella – Viana). Lo que nos puede sugerir un minúsculo, pero existente, ingreso a través de peregrinos que cruzaban la aldea.[1]


Todo eso puede hacer suponer que Endériz, al menos durante la fase de la construcción de la iglesia, tenía una cierta importancia para sus nobles dueños.
Los ingresos, principalmente gracias a la agricultura (trigo), en segundo plano la ganadería (ovejas), y muy en tercer plano por la peregrinación, hacían Endériz interesantes para la Real Colegiata de Santa María de Roncesvalles, una de las parroquias mas ricas en el norte del reino de Navarra.
Si hasta entonces los campesinos trabajaban para unos hidalgos, miembros de la baja nobleza,  eso cambió durante el siglo XIV. Un documento del 3. de marzo de 1308 informa sobre el compromiso de varios campesinos no libres (llamados collazos), que hasta entonces habían pagado su renta al hidalgo Martín Martínez de Iruruzqui y su mujer Sancha Martines de Gazolaz, de pagar la pecha (es decir, la renta) en futuro a la colegiata de Santa Maria de Roncesvalles.[2]
En otro documento fechado ocho días después se comprometió el prior de esta colegiata, Ruiz de Median, de no vender ni enajenar sus nuevos pecheros (campesinos) de Endériz, “siempre que sean buenos vasallos y paguen la pecha (8 cachices de trigo anual)[3].
Finalmente parece que el resto de edificios, es decir la villa entera y un “palacio”, fue vendido por el hidalgo Guillermo Pérez de Beraiz, un escudero, por el precio de 200 libras sanchetes el 20 de Agosto de 1332 a la misma colegiata de Santa Maria de Roncesvalles.[4]

La llegada de la peste negra y su reducción poblacional (Siglos XIV – XV)

El camino de Santiago también tuvo sus desventajas. La posterior peste negra, cuya mayor actividad fue precisamente en los años 1347 y 1348, posiblemente terminó con la (ligera) prosperidad de Endériz. En el valle de Olaibar murió entre el 60 y 70 % de su población, era uno de los municipios con mayor densidad mortífera en el reino de Navarra.[5]

La densidad de población se redujo tan drástico, que en 1366 hubo en este valle entre un y dos fuegos por kilómetro cuadrado.[6] Lo que había permitido la financiación de la iglesia e la venta de la villa a Roncesvalles, por entonces se perdió durante el resto de la edad media.

La (ligera) recuperación durante la edad moderna (Siglos XVI – XVIII)

Después de la edad media, con el sistema feudal medieval debilitado, “la población rural (...) se organizaba en comunidades campesinas”, como los vecinos de Endériz. “Los “vecinos” eran los miembros con pleno derecho de la comunidad, y se distinguían de los simples “habitantes” o “moradores”, que no gozaban de dicha condición”.[7]
 De todos modos, los señores feudales aún tenían poder. Durante la edad moderna, más de la mitad de la población estaba sometida a la potestad señorial. Es decir, tanto los señores nobles como los eclesiásticos recibieron nuevas funciones, más administrativos. Muchos campesinos, especialmente en el norte de la península ibérica, estaban entonces libres – tenían sus propias tierras, y pagaban como mucho rentas y esas en moneda.
Su libertad estaba limitada por el nuevo papel que tenían sus anteriores señores. El señor feudal medieval se convirtió en el señor jurisdiccional moderno, y era necesario documentar todos los casos.

Ese crecimiento del aparato burocrático jurídico, primero gestionado por los señores, y posteriormente, desde el siglo XIX, por el estado, se refleja en los casos conservados en el Archivo General del Reino de Navarra.
Entre 1541 y 1799 había 57 casos judiciales, la gran mayoría trataban sobre asuntos de herencia, prestamos, la paga de la dote y asuntos fiscales. También habían varios casos sobre el ganado y el territorio, conflictos habituales entre la villa de Endériz y la localidad de Zandio.

Interesantes anécdotas son dos casos judiciales:

  • En 1588 pierden un juicio Pedro de Izura y Juan de Mezquiriz, naturales de Francia, en contra el fiscal. El juicio iba sobre la restitución de las cutidas ganadas a Martin de Berrobi, vecino de Endériz, y otros, en juegos de naipes. Por entonces, el juego por dinero con naipes era una actividad ilícita.

  • En 1747 muere casualmente el regidor Juan de Saigos (un funcionario estatal encargado de vigilar si el sistema judicial señorial funciona justamente), aplastado por un árbol de roble. Era un juicio contra el pueblo de Endériz, y no se llegó a sentenciar.
 Un evento de importancia a nivel europeo dejó huella en Endériz, como en prácticamente todas las parroquias católicas: El concilio de Triento (1545 – 1563).
Ese concilio, reacción al éxito de la reformación luterana de 1517, pretendía reformar la iglesia católica. Así se destacó la importancia de los santos, la obligación de los párrocos en residir en sus parroquias (obligatorio para toda la jerarquía eclesiástica), y también que en cada parroquia se lleve a cabo un registro de bautismo. Algo que solo puntualmente se hizo durante la edad media, y que desde Triento se convirtió en habitual para todas las parroquías católicas.
Incluyendo la de Endériz, donde en 1928 había “5 libros de bautismo, el primero comienza el año 1594 y se halla bastante deteriorado.”[8] En teoría faltan también los registros de matrimonio y de defunciones, pero al parecer solo se conservaron los del siglo XVIII.

Por entonces, finales del siglo XVI, ya se había recuperado la población de Endériz. El aumento de población conllevó una ligera recuperación económica. Por esa razón, entre 1601 y 1612 había en el valle de Olaibar una densidad de 4 fuegos por kilómetro cuadrado.[9]

Hubo cambios: El sistema estamental se había debilitado debido a la peste, mejorando las condiciones de los campesinos, quienes tenían nuevos derechos. Podían viajar, cambiar de aldea e incluso vender parte de sus productos. Quizás para recodarles las obligaciones a los pecheros (es decir, los campesinos de Endériz), fue copiada el documento original de 1308 nuevamente  el 24. de Mayo de 1641.[10]
Simultáneamente se construyó el estado moderno, también en España, algo que se refleja en la importancia aumentada de una administración judicial, principalmente a cargo de los señores feudales. Y esos eran, en el caso de la aldea de Endériz, los señores eclesiásticos.

Es entonces cuando Endériz vuelve también a la historia, mediante juicios y tribunales. Así condenó el tribunal eclesiástico al aldeano Juan de Endériz, por haber vendido el trigo a 12 reales, y decir a los vecinos que hagan lo mismo, contradiciendo la ordenanza real que obligaba venderlo a 9 reales.
Y ese mismo vecino incluso tuvo problemas con el párroco de Endériz, ya que hubo en 1631 un pleito contra Martín Morras, párroco (llamado “abad”) de Endériz, por no cumplir la última voluntad de ese mismo Juan.

Simultáneamente se refleja la recuperación económica en la iglesia del pueblo.
Durante el siglo XVI se dibuja en el templo una imagen rupestre que recrea un retablo renacentista (claro, hay recuperación, pero no para pagar un retablo de madera), se adquiere un cristo crucificado de madera y la parroquia recibe cruz parroquial carísima, hecha de plata, con elementos renacentistas (hoy presente en el museo diocesano de Pamplona). El valor de esta cruz de plata se estimaba en el año 1928 “según los ancianos del pueblo” de unos 4000 pesetas del tiempo.[11]
Y tras la llegada de los reyes Bourbones tras la guerra de sucesión, una guerra que pasó de Endériz dada la lealtad de sus señores con la nueva dinastía, llegó también la moda barroca.
Por encima del dibujo rupestre de la iglesia se instaló un retablo de madera dibujado de estilo manierista. Respecto al retablo, había “cuatro cuadros incrustados en el retablo del altar, no constan de quien son”, y había “otro altar lateral en la parte de la izquierda dedicado a la santisima virgen y tiene incrustadas en el mismo retablo imágenes de Santa Lucia y Santa Barbara.”[12]

También se construyó durante el siglo XVIII incluso una sacristía cañonera con decoración geométrica.

De este siglo, posiblemente porque se guardaban entonces en la nueva sacristía, se conservan también los registros de matrimonio (1764) y de defunciones (1741), al parecer se perdieron los anteriores.[13]

Es decir, ¡Endériz se había recuperado!

La guerra llega a Endériz (finales del Siglo XVIII)

Desde el siglo XIII tenía Endériz la suerte de no sufrir ninguna desgracia militar, ni soldados saqueadores ni ataques similares. Se había salvado a gran medida de los conflictos importantes (las guerras civiles entre Agramonteses y Beamonteses entre 1450 y 1461, la conquista por Castilla en 1512), principalmente por su ubicación lejana de esos conflictos.
Eso cambió con la guerra de convención (1794 – 1795).
Tras el comienzo de la revolución francesa estalló la guerra de convención. Por un lado luchó la republica francesa, por el otro las monarquías Prusia, Austria, Inglaterra y España.
Las primeras batallas fueron exitosas para la coalición absolutista, pero su suerte cambió en 1794.
Tropas francesas invadieron en este año el noreste de la península ibérica, ocuparon los países bajos y el Rin oriental.
Entre octubre y diciembre de 1794 llegaron las tropas del General francés Moncey desde Elizondo hasta Lanz, sus tropas de avanzadilla ocuparon todo el norte de Navarra hasta Ostiz – y Endériz. [14] Al parecer fueron soldados de estas avanzadillas quienes quemaron una casa en Endériz, igualmente como parte de la iglesia.[15] Tanto su carácter como pequeño fuerte como la naturaleza anticlerical del ejército revolucionario podían haber sido las razones del incendio. De todos modos, el grueso del ejercito avanzaba hacia el este en vez del sur, dirección Roncesvalles y Burguete, alejándose de Endériz (y de Navarra). En la paz de Basel, en 1795, terminó el conflicto militar.
Eso fue el primer, y posiblemente último contacto directo con un conflicto militar que sufrió Endériz. La guerra de Independencia al parecer no afectó Endériz, y eso que Navarra y el País Vasco habían sido ocupadas por tropas francesas desde agosto 1808 hasta la llegada de soldados ingleses y españoles en 1813.
Posiblemente se incendiaron la casa del párroco y parte del campanario. Porque mientras el campanario fue restaurado (“Tiene campanario nuevo con dos hermosas campanas, bendecidas las dos”)[16], se abandonó la casa del párroco (“La casa parroquial adosada esta abandonada, no la ocupa nadie”)[17]. Las paredes quemadas y el mal estado aún se podían confirmar comienzos del siglo XXI, previo a su posterior restauración y antes de convertirse en una vivienda.

 El siglo XIX (XIX)

Afortunadamente para Endériz, su ubicación estaba alejada de todas las batallas posterior a la paz de Viena de 1815: Las tres guerras carlistas (1832 – 1839, 1847 – 1860, 1872 – 1876) sucedieron sin dejar rastro.

Al contrario, si dejaron huellas reformas y proyectos con fines militares y de desarrollo, según las circunstancias.
Así se construyó en 1834, más con fines militares que económicos, la carretera real desde Pamplona hasta Elizondo, cruzando el valle de Olaibar, durante la primera guerra carlista. Una carretera que incluso tenía diligencias, aunque sus oficinas más cercanas desde Endériz fueron Osabide y Burutain.[18]

Otro reflejo reformista fue el fomento educativo, así se permitió Endériz desde 1891 el lujo de pagar maestros, algo que tras la pérdida de Cuba se fomentó con el fin de modernizar España para alcanzar el nivel tecnológico occidental.

La fuga de los prisioneros (La primera mitad del siglo XX)

La turbulenta primera parte del siglo XX apenas dejo rastró en Endériz. En todas las tres elecciones republicanas (1931, 1933, 1936), se votó en el valle de Olaibar el bloque de derechas, y cuando estalló la guerra civil se puso Navarra en el lado del bando usurpador franquista. [19]
La única noción de guerra era el día de la fuga de los prisioneros del fortín franquista de Alfonso XII, ubicado en la cúpula del monte de San Cristóbal al norte de Pamplona. Allí se había encarcelado principalmente prisioneros políticos y de guerra, en condiciones pésimas.
El 22 de mayo de 1938 se produjo una fuga. Alrededor de 795 presos huyeron durante la cena. Presos desnutridos, mal calzados y vestidos. Cuando durante la huida algunos pasaron Endériz, recibieron (según la leyenda urbana) ayuda por parte de los aldeanos, como comida, agua y una noche, antes de seguir su huida. Realmente sorprendente, si se tiene en cuenta los castigos que esperaban los que ayudaban a furtivos. Sin embargo, 585 fueron detenidos, 207 murieron, y solo tres alcanzaron Francia. [20]

De la segunda guerra mundial apenas llegaron noticias a Endériz, a pesar que su cercanía a la frontera francesa y el intento de los republicanos en derrocar a Franco entre 1944 y 1945, que se produjo a menos de 200 Km. de distancia.

Las construcciones durante el franquismo (Mediados del siglo XX)

Durante el franquismo se puede distinguir tres fases políticas: La fase franquista, cuando el poder del ejercito era indiscutible (1936 – 1939), la fase falangista, cuando el partido fachista gozaba de apoyo gracias al éxito militar del eje (1939 – 1945), y la fase de insolación exterior e desarrollismo interior (1945 – 1975), cuando las organizaciones religiosas como los tecnócratas del Opus Dei intentaron modernizar España a su manera.

Y ese desarrollismo tecnocrático se hizo notar en Endériz, en concreto en dos obras arquitectónicas concretas:

  • La construcción del camino rural de Endériz (1948 – 1954). Hasta entonces se conectaba Endériz  - una aldea con 5 casas y una iglesia – con la Carretera Real (por entonces ya la Nacional) mediante un pequeño camino, que cruzaba el rió Ulzama por un puente, posiblemente de piedra. Entonces se veía necesario construir una nueva carretera, de 5 metros de anchura, que mejoraría el acceso al pueblo. Propuesto en 1947, lo acepto el concejo del pueblo en 1948. Después se compraban o cambiaban las tierras para construir la carretera, y se construye el nuevo puente. Eso si, el concejo se quejó dos veces por la velocidad de la construcción que era “excesivamente lento” (1951), y “se precisa acabar de una vez esa obra” (1952).[21]

  • La construcción de la (nueva) escuela, con vivienda de maestra (baño, comedor y dormitorio) y una clase, que se comenzó entre 1957 y 1959, finalizando en 1963. Hasta entonces, desde finales del siglo XIX, las clases se habían impartido en una casa “en centro del valle para todo, se enseña (también) el catecismo”.[22]
 La transición (desde 1975)

Con la llegada de la democracia, se convirtió Endériz en lo que es hoy: Una aldea dormitorio. Un lugar donde viven los que trabajan en Pamplona.
Eso se especifica tras la urbanización comenzada (y finalizada) durante la burbuja inmobiliaria entre 2001 y 2006, cuando se construyó una plaza, un nuevo depósito de agua (el primero y anterior fue construido en 1984), tres (¡!) estaciones de autobús (de las cuales solo uno se utiliza, dado que el otro es peligroso por orden de la policía foral, y el otro inalcanzable para los autobuses), y se modernizó el tramo de la NA-121-A.
La escuela se cerró en los años 80, pocos años tras construirla, y se convirtió en la casa de las reuniones de los aldeanos.
En esos mismos años, entre 1982 y 1984, fue cuando se reformó la iglesia, destruyendo sus entonces ruinosos retablos manieristas.

Si hay errores o falta información o se quiera enviar imagenes:

  • Florian Graefe Aguado, C/Errekaldea 21
  • 699125434 (Tfn. o WhatsUp)
  • floriangraefeaguado@gmail.com
















[1] Atlas Histórico Visual de Navarra, del Diario de Navarra, 2005.
[2] CL_P.RONCESVALLES, N. 1150,4 y N. 1150,3 (AGN).
[3] CL_P.RONCESVALLES, N. 1150,2 (AGN).
[4] CL_P.RONCESVALLES, N.1153 (AGN).
[5] Atlas Histórico Visual de Navarra, del Diario de Navarra, 2005.
[6] Atlas Histórico Visual de Navarra, del Diario de Navarra, 2005.
[7] IMIZCOZ BENUZA, José Maria, El entramado sigla y político, en Historia de España en la Edad Moderna, edit. Editorial Ariel S.A., Barcelona, 2004, pag. 53 – 78.

[8] De un cuestionario del 26. de Noviembre de 1928, respondido por el párroco de Endériz, Teodorico Ormendarri Beramendi (Archivo Diocesano de Pamplona).
[9] Atlas Histórico Visual de Navarra, del Diario de Navarra, 2005.
[10] CL_P.RONCESVALLES, N. 1150,4 (AGN).
[11] De un cuestionario del 26. de Noviembre de 1928, respondido por el párroco de Endériz, Teodorico Ormendarri Beramendi, (Archivo Diocesano de Pamplona).
[12] De un cuestionario del 26. de Noviembre de 1928, respondido por el párroco de Endériz, Teodorico Ormendarri Beramendi (Archivo Diocesano de Pamplona).
[13] De un cuestionario del 26. de Noviembre de 1928, respondido por el párroco de Endériz, Teodorico Ormendarri Beramendi (Archivo Diocesano de Pamplona).
[14] Atlas Histórico Visual de Navarra, del Diario de Navarra, 2005,
[15] Guerra, Leg. 13, 37-70 y leg 14, 2 – 8 y Estadística, 7, 1 – 5 (AGN),
[16] De un cuestionario del 26. de Noviembre de 1928, respondido por el párroco de Endériz, Teodorico Ormendarri Beramendi (Archivo Diocesano de Pamplona).
[17] De un cuestionario del 26. de Noviembre de 1928, respondido por el párroco de Endériz, Teodorico Ormendarri Beramendi (Archivo Diocesano de Pamplona).
[18] Atlas Histórico Visual de Navarra, del Diario de Navarra, 2005.
[19] Atlas Histórico Visual de Navarra, del Diario de Navarra, 2005.
[20] Atlas Histórico Visual de Navarra, del Diario de Navarra, 2005.
[21] Proyecto de Endériz 81948  1954), de la Diputación Foral de Navarra – Dirección de Caminos (AGN).
[22] De un cuestionario del 26. de Noviembre de 1928, respondido por el párroco de Endériz, Teodorico Ormendarri Beramendi (Archivo Diocesano de Pamplona).


Imprimir artículo

3 jun 2016

La situación geopolítica de Pakistán y Afganistán

¿Qué importa Pakistán?

No se puede entender lo que ocurre en Afganistán – su continua inestabilidad política, la existencia de la Taliban o la gran importancia de los Warlords del Opio – desde el fin de la guerra fría sin tener en cuenta su vecino mas semejante, Pakistán.
Cuando en occidente se habla (en las noticias, en los ensayos o durante la sobremesa) sobre Afganistán y la necesidad de la retirada de las tropas occidentales (principalmente estadounidenses), se suele olvidarse del contexto geopolítico. Al menos, fuera del ámbito de los gobiernos y los expertos.
Uno de esos expertos, el pakistaní Ahmed Rashid, publicó tres libros analizando la situación política tanto de Pakistán como de Afganistán: Taliban, Sturz ins Chaos y Am Abgrund. Él considera importante informar sobre esos asuntos tan complejos y tan desconocidos en occidente, y lo explica con esmero y muy comprensible.

Su último ejemplar, Am Abgrund – Pakistán, Afganistán und der Westen, se enfoca en el periodo cuando Obama era presidente estadounidense. La razón de ese periodo elegido reside en la importante dependencia financiera de los militares pakistaní respecto los Estados Unidos.

Pakistán y sus principales actores

Pakistán es un país con una situación geopolítica delicada.  Un país sunnita, con un vecino chiíta poderoso en su oeste (Irán), un vecino hindú el su este (India), cuyo gobierno les considera enemigos. Rusia y China, otros dos gigantes, son vecinos cercanos.
Rodeado de tantos países, poderosos en población, economía y lo militar, el único país al que pueda influir Pakistán es su vecino, aún más débil (y, excepto las invasiones sovieticas en los años ochenta y la estadounidense en los años 00, olvidada en occidente desde el siglo XIX): Afganistán.  
Les importa tanto a los militares pakistaní como su servicio de inteligencia (ISI) controlar Afganistán. No quieren encontrarse completamente rodeados. Solo: Su forma de control se expresa en el apoyo de grupos terroristas, como Al Qaida y Taliban, incluyendo otros grupos extremistas que inestabilizan la región india de Casimir.
Una política que considera Ahmed Rashid, el experto pakistaní, peligroso.
Por un lado se deterioró la imagen de Pakistán, cuando en 2011 mataron unidades especiales estadounidenses Osama bin Laden, quien residía a medio kilómetro de la única y prestigiosa academia militar de Pakistán. Es poco probable que había vivido allí sin que nadie de ejército ni servicio de inteligencia hayan tenido noticia – o, peor, tendrían admitir que no se habían dado cuenta que el hombre más buscado de la tierra durante 10 años se encontraba en una amplia villa en el corazón de una de sus ciudades.
Por el otro lado, se vuelven los grupos instrumentalizados en contra de Pakistán. Así se separó hace media década un importante grupo de los Taliban de Afganistán y se convirtieron en los Taliban pakistaní. Desde entonces luchaban unos  en Afganistán contra los Marines norteamericanos, pero otros contra del propio ejercito pakistaní. Esa política militar de apoyar unos grupos terroristas y luchar contra otros es confusa. Dificulta, incluso imposibilita según Ahmed Rashid la paz en Afganistán, poniendo en peligro Pakistán.

Ahmed Rashid explica numerosos otros conflictos locales, como en Waziristan (una provincia pakistaní) o el FATA. Según su opinión hay cinco actores de los cuales, por sus decisiones, depende la paz y guerra en Afganistán y Pakistán:

  • El ejercito pakistaní, cuyos militares se enfocan única- y exclusivamente en India como enemigo. Marcados por sus derrotas en las anteriores guerras entre India y Pakistán, tienen un miedo (que considera Ahmed Rashid irracional) de encontrarse rodeados por sus enemigos. Apela en mejorar, al menos normalizar, las relaciones entre ambos países.

  • El servicio secreto pakistaní, el ISI. Se ha convertido en un estado dentro del estado, actúa relativamente independiente, apoyando de forma selectiva grupos terroristas islámicos. Sin embargo, perdió el control sobre muchos de esos, quienes se volvían en contra de Pakistán. Por el otro lado, se enfoca igual como los militares en que India sea el peor enemigo – y que por eso haya que controlar Afganistán para que Kaubl jamás sea controlada por Nueva Delhi.

  • El gobierno civil pakistaní, que destaca por su debilidad y su miedo en luchar contra sus militares y agentes. Así pierden el apoyo popular e a nivel internacional pierden su fiabilidad.

  • Los Taliban de Afganistán. Según Ahmed Rashid, han cambiado. Ellos saben que no podrán gobernar nunca en Afganistán sin colaborar con el gobierno de Kabul, y Ahmed Rashid recomienda negociar y cooperar con ellos. Una tesis atrevida que se comprende mejor leyendo su obra.

  • Finalmente, el gobierno indecisos de Obama de los Estados Unidos de América. América se apoyó y apoya en Pakistán como aliado, importante para sus asuntos en Afganistán y como aliado contra el Irán. Sin embargo, realizan ataques de drones contra todos los grupos terroristas sin distinguir – algo que disgusta al ISI pakistaní. Y cooperan abiertamente con su aliado más importante: La india. El considerado archienemigo pakistaní. Desde 2001 la cooperación se había intensificado, pero con la llegada del gobierno Obama al poder, sus relaciones empeoraron, principalmente por las actuaciones ambivalentes de los soldados estadounidenses en ambos países (durante el día apoyan y ayudan la población durante la noche matan terroristas – y numerosos inocentes civiles con sus drones), y por numerosos malos entendimientos. Llegando hasta tal punto que la cooperación se redujo a los mínimos en el año 2015.
  
Tanto la política interior de Afganistán y Pakistán como la relación entre los cinco actores arriba mencionados, los analiza e explica con muchos detalles e información primaria en su última obra. Y haciendo referencias sobre los intereses que tienen Irán, India y China en esa región.

Conclusión

Pakistán es un país interesante, en una situación geopolíticamente privilegiada – y una potencia nuclear, con armas nucleares, y una situación económica y política de lo más inestable. No sin razón llama Ahmed Rashid su análisis “Am Abgrund”, pidiendo que “Pakistán, Afganistán y el occidente” actúen con esmero. ¡Recomiendo su lectura!



Imprimir artículo