19 ago 2016

Brest Litovsk 1939: Cuando dos sistemas totalitarios celebraron juntos su triunfo.

Un soldado soviético charlando con dos soldados alemanes, en Brest Litovsk 1939.
Los tres forman parte de las tropas de tanques de sus respectivos estados. 

22 de septiembre, 1939. Brest – Litovsk, una ciudad, hoy de Bielorrusia, entonces de la república de Polonia. Soldados marchan por la vía principal en el centro de la ciudad, después tanques y artillería. Generales lo aplauden desde una pequeña tribuna, es una pequeña marcha de triunfo, tras una guerra rápida. Insignias de martillo y de hoz brillan en la luz junto a la cruz gamada…..¿un símbolo fascista y uno comunista?

El pacto Ribbentrop – Molotov (o el pacto Hitler – Stalin)

Los ministerios de asuntos exteriores
Molotov de la URSS (izquierda) y
Ribbentrop de Alemania (derecha)
.
En la misma ciudad, donde 21 años antes se firmó la paz entre el entonces imperio alemán y la joven república soviética, una república cuya revolución no hubiera sido posible si el ejercito alemán no hubiera permitido a Lenin cruzar Alemania para iniciarla en la Rusia imperial, con el fin de finalizar la guerra entre dos fronteras.
En esa ciudad celebraron el 22 de septiembre los ejércitos de dos sistemas totalitarios, de dos dictaduras cuyas ideologías se rechazan mutuamente, su victoria sobre la república democrática de Polonia. Era un año aparentemente confuso. Si hasta entonces fascistas y comunistas se pelearon en las calles alemanas e italianas, o en las trincheras españolas, donde la aviación alemana bombardeó tropas republicanas con armas soviéticas, esa enemistad aparentemente natural había desaparecido.
Bastaba con la firma de un tratado, el pacto Ribbentrop – Molotov, firmado el 24 de agosto de 1939. Comunistas y fascistas, y todo el mundo político estaban confusos. ¿Un pacto amigable entre dos sistemas ideológicos cuya propaganda surgiría hasta entonces, que el oponente era el anticristo del siglo XX? ¿No se supone que la URSS era fruto de una conspiración judía, mientras Hitler era el esclavo de los inhumanos cerdos capitalistas? De repente las propagandas de ambos sistemas hablan amigable del otro, desde Agosto 1939.

¿Polonia + Alemania VS. URSS?

Realmente era fruto de la política expansionista hitleriana y del interés por seguridad estalinista. Hitler, quien en 1938 había comenzado anexionar y ocupar mediante negociaciones, propaganda y referéndum a sus países vecinos, había intentado hasta 1939 llegar un acuerdo con Polonia. Deseaba una alianza polaca, con el fin de obtener un aliado en la no tan lejana guerra contra la URSS, y lo premiaría con territorios para Polonia.
El gobierno polaco, parcialmente antisemita, apoyaba los movimientos sionistas de Palestina. Sus lideres consiguieron la independencia del imperio ruso, y querían ayudar a otras naciones conseguir lo mismo, como lo hacían con los ucranianos en territorio de la URSS y los judíos en territorio de la colonia británica. Por entonces el Holocausto estaba lejos, gran parte de los antisemitas alemanes por entonces planeaban en deportar los judíos a “un lugar cualquiera”, como  Madagascar o Palestina. Simultáneamente a esa política, Polonia temía su vecino soviético. Habían ganado la guerra polaco – soviética, que duró desde 1919 hasta 1921, y estaban bien informados sobre las purgas de Stalin.
Alemania pensaba que tanto el antisemitismo del gobierno  polaco como su política antisovietica convirtieran a Polonia en un interesante aliado – pero el gobierno Polonia no era ciego. Veían lo que hacía Alemania con la republica Checoslovaquia: Primero lo dividían en dos, y después convierten su parte occidental en un protectorado alemán, y la oriental en la marioneta Eslovaquia, oficialmente independiente desde marzo del 1939. Sabían que una posible alianza haría posible una guerra entre URSS y Alemania, y que esas batallas se lucharían en Polonia.

¡URSS + Alemania VS. Polonia!

Soldado alemán (derecha) con
oficial soviético (izquierda), 1939.
Tristemente no podían evitarlo, porque ocurrió justo lo que temían, pero no de la manera que lo esperaban.
Una vez fracasadas las negociaciones secretas entre Alemania y Polonia, se iniciaron entre Alemania y la URSS, y llegaron relativamente rápido a su conclusión exitosa. ¿Por qué?
Desde el punto de vista Hitleriano, Polonia se ha vuelto en una carga. Estaba en entre Alemania y la URSS, molestaba para la futura guerra de un espacio vital. El estado polaco ya no era mas necesario, y se podía, si, debería destruir. Posterior a su destrucción ya iniciaría la guerra contra Stalin.
Desde el punto de vista estalinista, Polonia siempre ha sido una carga. Derrotó al ejercito rojo en 1921, apoya los nacionalistas ucranianos en la SSR Ucraniana, ofrecieron refugio a los refugiados soviéticos. ¿Pero porque pactó con Hitler, el arquienemigo ideológico? Stalin se esperaba que si cooperaría con Hitler, tendría más tiempo para preparar su ejercito. Aparte que después de la purga la URSS apenas tenía generales ni oficiales militares con experiencia, no se podía permitir un conflicto fuerte. Y esperaba que Hitler iniciaría una guerra en occidente una vez conquistado una parte de Polonia, lo que llevaría a la mutua destrucción de los ejércitos occidentales – de los capitalistas y los fascistas. Simultáneamente ofrecía el pacto con Alemania la posibilidad de invadir y ocupar otros estados orientales, como Estonia, Letonia y Lituania, ya que Alemania prometía no intervenir en caso de invasión soviética. ¿Más tierra, industrias y población a cambio de la posibilidad de una guerra occidental donde se matarían los enemigos mutuamente? Esa oportunidad no dejó escapar Stalin.

La segunda guerra mundial y las guerras soviéticas

Situación en enero de 1941, previo a la
operación Barbarossa.
Y así ocurrió, que con el comienzo de la invasión Alemana a Polonia el primer de septiembre de 1939, con ayuda de Eslovaquia, el ejercito polaco se vio atacado por su espalda por soldados soviéticos, quienes cruzaron la frontera el 17 de septiembre. No podían más ganar la guerra.
Mientras que en occidente comenzó la segunda guerra mundial, con las declaraciones de guerra de Francia e Inglaterra, en oriente ocupó la URSS los tres estados bálticos, comenzó en noviembre la guerra del invierno con Finlandia, y ocupo la Besarabia de Rumania

Lo que nos lleva a la situación inicial, cuando los oficiales nacionalsocialista y soviéticos celebraron juntos su triunfo militar: los generales alemanes Mauritz von Wiktorin y Heinz Gunderain, juntos con el general soviético Semyon Krivoshein, sonriendo observaron sus soldados.


Soldados que después de dos años, el 22 de Junio de 1941, comenzarían matándose entre si, comenzando con la operación Barbarossa.

Señal de entrada en Brest-Litovsk 1939, con los símbolos totalitarios.




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5 ago 2016

Origen y desarrollo del Holocausto: Una teoría sobre el peligro de su repetición

Introducción

Los judíos no se sienten más seguros enFrancia. El año 2015 fueron los miembros de este grupo religioso que más se exilió, y fue el segundo grupo más grande que emigró hacia Israel. El primero grupo de judíos inmigrantes del 2015 fueron los judíos ucranianos. Y una encuesta del 2012 realizada por el Tel Hai Collage tenía como resultado, que el 40 % de los judíos entrevistados temen que se pueda repetir el Holocausto.
¿Pero realmente se puede repetir? ¿No nos han enseñado películas, novelas y videojuegos que fue una locura de unos pocos nazis que aparecieron de la nada, engañaron a los Alemanes, asesinado con su SS todos los judíos, persiguiendo a los valientes ciudadanos franceses, soviéticos o de cualquier otra nación europea, que fueron aplastados por los gloriosos aliados USA, GB y URSS?
Claro, exagero con esa pregunta, pero creo que todos esos tópicos se pueden iluminar fácilmente. Más difícil es la cuestión, si se puede repetir algo como el Holocausto.

SNYDER, Timothy, Black Earth -
Der Holocaust und warum er sich wiederholen kann
,
C.H. Beck, 2015, München.
La historia no se repite, pero comportamientos sociales se pueden asemejar considerablemente según unas condiciones políticos, económicos y sociales determinadas. Y ese es el aspecto que estudia Timothy Snyder con su Black Earth. The Holocaust as History and Warning (2015).
Su obra se divide fundamentalmente en dos partes, como lo indica indirectamente su título: Por un lado nombra, describe y explica detalladamente los hechos ocurridos relacionado con el Holocausto que tuvo lugar en Europa entre 1939 y 1945, incluyendo las ideas previas que hubo de expulsar a los judíos de Europa sin tener que asesinarlos (haciendo referencia tanto a los sionistas como a los nacionalistas británicos, alemanes, austriacos, polacos y franceses que apoyaron esos proyectos iniciales). Especial enfoque hace Snyder en la región europea que albergaba tanto la mayor parte de la población judía, y que simultáneamente consideraban muchos europeos como el almacén del trigo (de allí Black Earth), que se situaba en los países actuales desde los tres estados bálticos por Polonia y Bielorrusia, hasta Ucrania.
Por el otro lado desarrolla su teoría de la historia como una advertencia: Que algo como el Holocausto se puede repetir. En concreto este aspecto me gustaría tratar con más detalle.

Estado = Protección

La tesis central que formula y defiende Snyder es la siguiente: Con el fin de la existencia de un estado soberano y la perdida de protección que concede a sus ciudadanos, se posibilita el Holocausto. El grupo que logra destruir el estado y controlar su territorio, puede imponer su ideología sin ninguna restricción, igual como lo hacían los nacionalsocialistas con la región del Black Earth.
Snyder analiza la ideología nacionalsocialista, y llega a la conclusión, que en el fondo es una ideología anárquica: Los nacionalsocialistas quieren crear una sociedad donde gobierna, rige siempre el más fuerte. Las estructuras estatales, el cuerpo legal, leyes, en fin: Todo lo que tiene que ver con el derecho humano, cede ante el derecho de la jungla del más fuerte. Solo que en la misma Alemania, donde Hitler y su partido llegó al poder, no era posible destruir al estado alemán.

La doble destrucción

Europa entre 1933 y 1939, con los nuevos estados.
Pero si lo era en numerosos estados que fueron doblemente destruidos. Snyder se refiere con doble destrucción o la doble (incluso triple) ocupación de numerosos estados entre 1939 y 1942.
Entre 1917 y 1918 se fundaron numerosos nuevos estados entre la URSS y la republica de Weimar: Estonia (1918), Letonia (1918), Lituania (1918), Polonia (1918), Checoslovaquia (1918/1919), Hungría (1918) y Austria (1918). Otros existentes modificaron sus fronteras (Rumania, Bulgaria, Serbia – Yugoslavia), y en el territorio de la URSS se fundó la república popular de Ucrania (1917 / 1919).
Numerosos de esos estados nuevos fueron invadidos primero en 1939 y 1940 por la URSS, tras el pacto con la Alemania nacionalsocialista: Estonia, Letonia, Lituania y, por la mitad, Polonia. Una vez ocupado dichos territorios, se repitió el Gran Terror que tuvo lugar en la URSS entre 1936 y 1938. Pocos oficiales soviéticos del NKVD son enviados como verdugos, para encontrar, eliminar y deportar a los GULAG a toda la inteligencia de dichos países: Intelectuales, oficiales, empresarios, políticos murieron o se fueron a los Gulgas de la fría Siberia. Los países se quedaron sin liderazgo, y numerosos comunistas y oportunistas locales cooperaron con la URSS.
Cuatro estados invade y ocupa la URSS simultáneamente que Alemania
comienza la segunda guerra mundial entre 1939 y 1940. Esos estados,
doblemente ocupados, se convertirán en prisión mortal para todos los judíos
quienes habían huido de la Alemania nacionalsocialista.
Poco después, en 1941, invadió y ocupo la Alemania nacionalsocialista esos mismos territorios donde la URSS había estado – y no tenían ningún interés en construir nuevas estructuras estatales, ni siquiera alemanes. Han encontrado su territorio donde se podía aplicar la ideología del más fuerte, las fantasías coloniales se han hecho realidad.
Los nacionalsocialista se encontraron con estados muy debilitados, sin cabeza, y simplemente preverían las administraciones locales que permanecían. Los policías locales ya no servían más para proteger el orden y la ley, sino para buscar, capturar y matar judíos, comunistas….aquí Snyder demuestra un hecho muy importante:
¿Los policías locales, quienes hasta hace pocas semanas habían servido al partido comunista, perseguían ahora comunistas?
Si y no. Los alemanes desconocían los lugares que conquistaron, no conocían las personas ni la localidad, tenían que contar con el apoyo de la población local. Y a ellos ofrecieron una solución tan simple como práctico: Según Hitler los Judíos intentan gobernar y destruir la tierra a través de dos ideologías que han creado ellos mismos, el comunismo y el capitalismo. Es decir: Todos los comunistas son judíos, y todos los judíos con comunistas.
La gente local sabia perfectamente que esa idea tan simple era completamente falsa, errónea. Pero preferían colaborar (y, de camino, aprovecharse de que los dueños judíos de las bonitas casas y cosas ya no podían volver para reclamarlo). ¡Y muchos, que eran miembros del partido comunista, incluso del NKVD, buscaban y mataban judíos diciendo que esos eran comunistas! Y con ese triunvirato de SS, ejercito alemán y policía local, se llevó a cabo la persecución y eliminación de la población judía.

Más del 90 % de la población judía que vivía en esos países, que fueron primero ocupados por la URSS y después por los nacionalistas, murió. Estonia, Letonia, Lituania, Polonia y Checoslovaquia se quedaron sin comunidades judías una vez finalizada la guerra.
¿Y que pasó con los otros judíos europeos?
Todos ellos tenían en común una cosa importante: Eran miembros de estados (medio-) soberanos. A pesar de sufrir discriminaciones en sus estados, los respectivos gobiernos no tenían ningún interés en que sus judíos muriesen en los campos de concentración. Tanto los aliados hitlerianos (Italia, Hungría, Bulgaria, Finlandia) como los países ocupados cuya soberanía respetaban (Bélgica, el gobierno francés de Vinchy, Luxemburgo) entregaron a los nazis muy pocos judíos. Y los Judíos que entregaron, ¡no eran los suyos! Por ejemplo Bulgaria: Recibió de los nazis dos territorios griegos y macedónicos, y toda la población judía de esos lugares fueron deportados, pero ningún judío búlgaro. Dinamarca no entregó judíos daneses, pero si de otros países que habían huido allí. ¡Murieron más judíos polacos que habían huido a Francia que judíos franceses!
Dinamarca, por ejemplo, protegía e incluso ayudaba escapar a judíos daneses, con el resultado que sobrevivieron el 99 %. Por el contrario, en Estonia murió el 99 % de la población judía. La razón principal de esta distorsión es, según Snyder, la destrucción estatal y doble ocupación que había sufrido Estonia.

Características de un estado estable

Antes de iniciar el Holocausto, Hitler planificaba la deportación de los judíos - que se vayan de Alemania. Para eso dio ordenes de aislarlos en guetos, un acto que se hizo especialmente en las zonas donde inicialmente había estado la URSS: Lituania, Letonia, Bielorrusia, la parte oriental de Polonia y el occidente ucraniano. Sin embargo, con el avance parado del ejercito alemán después del comienzo de la operación Barbarossa, se cambió de política. ¡Ya no era más necesario albergar los judíos en guetos, sino exterminarlos. Algo que se ve reflejado en el mapa: En territorio de la URSS y la ucrania oriente apenas se fundaron guetos, sino se enviaron todos los judíos que no fueron ejecutados hacia la occidente, donde estaban los campos de concentración.

Según Snyder hay tres características con los que debe cumplir un estado: la nacionalidad estatal, la existencia de un aparato burocrático y la propia política exterior.
Los judíos que no contaban con esos tres aspectos, morían.

Esa estadística señala al porcentaje de la población judía que murió en sus respectivos estados. Numerosos estados que habían sido ocupados dos veces muró más que el 50 % de la población judía (Lituania 90 %, Polonia 80 %, Letonia 72 %, el territorio de la URSS 70 %), lo mismo ocurrió en los estados que fueron ocupados por Alemania pero cuyas estructuras estatales fueron eliminados, mermados o destruidos (Jugoslavia 95 %; Países Bajos 91 %, dado que prácticamente la SS gobernaba ese territorio; Grecia 85 %, pero provenían de las zonas donde estaba el ejercito alemán, en las zonas italianas sobrevivió ese 15 %; Hungria, 76 %, que murieron después de 1943, cuando el país quería pasar al bando aliado y fue ocupado por Alemania, su estado desapareció entonces; Noruega 56 %, dado que desde su ocupación 1940 el ejercito alemán había ido debilitando sus estructuras estatales por la importancia de los recursos. ¿Y en que países sobrevivieron más del 50 % de la población judía? Precisamente en los que permanecieron las estructuras estatales: Eslovaquia 40 % murió, Luxemburgo 38 %, Alemania (!) 33 % (!!), Austria 32 % (!), Bélgica 32 %, Rumanía 28 %, Francia 25 %, Estonia 22 %, Italia 14 %, Finlandia 4 %, Dinamarca 2 %.








Polonia y la URSS, por ejemplo, no consideraban los nacionalsocialistas después de 1939/1941 como estados, entonces el hecho de ser ciudadano de estos estados no protegía más a un judío. Al contrario, el gobierno Vinchy estaba dispuesto entregar los judíos franceses a Alemania – pero Alemania solo los aceptaba si Francia previamente les quitaba la ciudadanía. Y por esa razón, el gobierno Vinchy termino no entregando a muchos judíos. Lo mismo paso con Mussolini: No estaba dispuesto entregar sus judíos. Pero con su caída, y el cambio de bando de Italia a los aliados, el estado Alemán dejó de reconocer los ciudadanos italianos como tales, y comenzó con la deportación de judíos italianos. 
Los estados que carecían de una propia burocracia o que eran incapaces de realizar una política exterior, tampoco eran capaces de proteger sus ciudadanos, como ocurrió con Grecia, los países bajos o Yugoslavia. Los estados eran reconocidos por Alemania, pero oficialmente apoyaban las deportaciones judías y no protegían sus judíos. Hungría, aliado alemán, perdió toda su capacidad de política exterior en 1944, cuando el ejercito alemán los ocupo para ayudarles. Finalmente. La burocracia: En la misma Alemania nacionalsocialista la burocracia del estado alemán impedía la matanza en masas – la SS tenía que deportar a los Judíos hacia los campos de concentración ubicados en las zonas no – estatales, como Polonia, para poder asesinarlos.
Por el contrario, los países que conservaban su propia política exterior soberana, dejaron de deportar judíos desde 1942 en cuando veían que Alemania estaba perdiendo la guerra, como ocurrió con Bulgaria, Rumania, Hungría, o Finlandia.

En conclusión, la existencia del estado soberano asegura y garantiza la sobre vivencia de sus ciudadanos. Si una persona deja de ser miembro de un estado (como lo fue Hitler entre 1914 y 1932), deja de tener protección y no puede defenderse, si una organización no – estatal llega a tener el control sobre una región (como SS o el ejercito alemán).
Volviendo al inicio, de que la historia no se repite, pero si sus comportamientos, concluye Snyder con un interesante capitulo final, donde reflexiona sobre la situación del mundo en el 2015. Dice que no nos engañemos: En el caso que los estados estén destruidos, las instituciones pervertidos (como la policía local por los nuevos gobernantes) y el asesinato comercializado (si delatas al judío que escondes, te quedas con su casa), muy pocos seguirán defendiendo los valores y derechos humanos.

Una visión catastrófica y el peligro politizar la ciencia

En el fondo, escribe Snyder, proponía Hitler una solución simple ante una visión catastrófica de su tiempo: La sociedad occidental temía, después de la crisis bursátil y financiera del 1929 y ante el miedo de una demografía creciente, la bajada de su nivel de vida. La solución Hitleriana eran dos: Por un lado conquistar espacio vital en oriente (ignorando los avances científicos de la agricultura) y por el otro lado exterminar quienes quieren matar con hambrunas a la raza aria de occidente, los judíos. Es decir, culpar a un grupo humano como único culpable. Y para llevarlo al cabo, necesitaba una región sin estados, sin limitaciones legales, donde pueda construir su imperio colonial, esclavizar los indígenas eslavos u expulsar, y con la perdida de guerra exterminar, el enemigo judío.
Justo este escenario es lo que teme Snyder:

-          Después de 2003 no se reconstruyó un estado en Irak, lo que permitió que se establece una organización con una ideología que rechaza los valores y las características del estado moderno, a pesar de autodeterminarse Estado Islámico,

-          Rusia trató a Ucrania desde 2013 como si fuera un estado inexistente, ocupando territorios mediante referéndum dudables, similar lo que ocurrió en Austria y el Sudentenland en 1938 y 1939,

-          Aparte que Rusia discrimina a los homosexuales y habla de una Gaylobby que pervierte a occidente, similar a la idea nacionalsocialista de una organización global judía.

Finalmente, como ejemplo de que se repite a escala inferior al Holocausto, menciona el genocidio de Ruanda, 1994, cuando asesinaron los Hutu al 75 % de los Tutsi. Así asesinaron y denunciaron muchos Hutu a los Tutsi, con el fin de adquirir y se recompensado con sus propiedades. Especial éxito tuvo esa policía de cooperación entre la población local con el ejercito de Ruanda justo en las regiones con mayor pobreza – similar lo que ocurrió con los polacos del sureste de Polonia, quienes denunciaban los Judíos a los Alemanes para quedarse con sus propiedades.

¿Propone Snyder alguna idea, alguna posibilidad para evitar eso?
En su último capitulo cierra el análisis que comenzó con el primero: La necesidad de separar política y ciencia en dos esferas diferentes, similar lo que ocurrió con religión y estado. Los estados deben invertir en la ciencia, y no politizarlo (como lo hizo Hitler con la mezcla de la pseudociencia sobre las razas humanas, una creencia que tristemente sigue hoy vigente en algunos países, y la necesidad de reaccionar políticamente mediante conquista y exterminio). Una excusa principal que empleaba Hitler para la conquista del espacio vital era el miedo profundo que se tenía ante la perdida del nivel de vida por una población creciente y la falta de tierras para alimentarlos. Y eso que la revolución verde, es decir la mejora en el mundo agrícola, comenzó justo en los años 20 y 30 en muchos países occidentales.
Pero parecía más fácil y rápido la guerra y la búsqueda de UN culpable.
Hoy en día, con el cambio climático que se nota claramente en el 2015, nuevamente se radicaliza la política y se politiza la ciencia. Muchos gobiernos europeos de derechas comienzan crear y fomentar el miedo contra los islamistas, otros culpan a otras minorías como los homosexuales en Rusia, o los refugiados musulmanes.
Ese miedo ha de evitarse, y Snyder recomienda que se siga con el camino de apoyar la energía alternativa. Si se evita la búsqueda de soluciones simplistas, y la visión catastrofista del futuro, y puede evitar crear el pensamiento que se asemejó a la ideología de Hitler. Y se evitaría la necesidad de destruir los estados, para ponerlo en práctica.




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