La primera guerra mundial marcó, en gran medida, el siglo XX (y, de esta manera, la actualidad). Aparte de verlo un acontecimiento meramente militar sería recomendable recordar que estaba acompañado con numerosas facetas políticas, sociales y económicas. La primera guerra mundial fue uno de los factores que posibilitó el nacimiento de la Unión Soviética. Sin la primera guerra mundial difícilmente hubieran “gastado” las potencias coloniales como Francia y Gran Bretaña tantos recursos plantando inconscientemente la semilla para la descolonización; los EEUU posiblemente hubieran tardado más tiempo para demostrar de forma tan visible su verdadera potencia económica; y Alemania nunca hubiera iniciado una segunda guerra mundial con todas las consecuencias que causó.
Antes que la segunda fue la primera guerra mundial que marcó al siglo XX; con todos sus elementos socio – políticos. Entre esos se tenía por primera vez la noción del individuo perdido entre las masas de los soldados anónimos, la implicación a gran escala de la población civil en la guerra, la “emancipación” de la mujer trabajando en las industrias de guerra, el empleo de numerosas armas características del nuevo siglo como tanques, aviación, submarinos, armas químicas y una artillería con un alcance tan grande que ni se podía ver al instrumento que dispara.
Un libro pequeño con apenas 180 páginas sintetiza de forma muy completa la primera guerra mundial, enseñando el salto que hubo entre el largo siglo XIX al veloz siglo XX. Antonella Astorri y Patrizia Salvadori invitan a compartir con ellos una visión compacta de la “gran guerra”, con todas sus facetas políticas, económicas y sociales.
El libro tiene un orden tradicional cronológico. Sitúa al lector en el primer capitulo (“Al borde del abismo”) en el contexto de los protagonistas, explicando brevemente la situación desde Washington por Londres, Paris, Berlín, Roma, Viena y San Petersburgo hasta Estambul. El núcleo está repartido entre cuatro capítulos, uno para cada año, cuyos títulos demuestran descriptivamente las percepciones de los contemporáneos. 1914, cuando los soldados estaban esperando una guerra breve con vistas de volver en Navidades, recibe el titulo de “Los cañones de agosto”; dicha “Gran ilusión” se mantiene hasta 1915, cuando, lleno de energía, por un lado se implica Italia mientras que los imperios centrales (Alemania y Austria) esperan la victoria definitiva tras obtener el control sobre los Balcanes. El siguiente año era menos afortunado; la guerra definitivamente se estanca. 1916 recibe el titulo de “La gran ofensiva” – ya que estaba marcada por grandes ofensivas por ambos lados; y ningún bando salió victorioso. Esto permaneció durante “el año más largo”, 1917, culminando con “los últimos disparos” finalmente en 1918. La obra concluye con “los problemas de la paz perdida”, básicamente provocada por la vez de Versalles y la crisis económica que dificultó el cambio de una industria de guerra a una pacífica.
Los cuatro capítulos centrales carecen de una estructura interna homogénea, las autoras decidieron, a mi juicio una buena idea, de hablar en cada capitulo por la vía de pequeños sub – capítulos sobre temas destacables del año correspondiente. Dando un ejemplo: aparte de las grandes batallas y campañas militares se destacan en el capítulo del 1915 ciertos elementos características, como el inicio del empleo de los gases tóxicos a gran escala (en Ypres; en el anterior año su eficacia había sido insignificante), o el refortalecer de la ejecutiva en los diferentes países (Hindenburg y Ludendorff en Alemania; Joffre y Gallieni en Francia, o Lord Kitchener en Inglaterra).
Dentro de cada capítulo puede informarse el lector con más detalle sobre determinados datos leyendo pequeñas “fichas” (de media y parcialmente de una página entera) sobre temas concretos (“La epidemia de 1918”), armas (“El Dreadnought”), batallas (“Tannenberg”) y Protagonistas (“Aleksander Kerenski”).
Ambas autoras enriquecen sus textos fluidos con numerosas ilustraciones que están incluidas en los contenidos (evitando de esta manera que sean meras decoraciones carentes de sentido). La misma estructuración en capítulos y sub – capítulos permite la lectura “en pasos pequeños”.
Continuamente se tiene que tener constantemente en cuenta que es un libro completo, pero escasamente profundo: al fin y cabo se trata de un libro de historia general carente de falta de notas de pie en página y de las fuentes empleadas. Es un libro de gran utilidad con el fin de refrescar los conocimientos, con vistas a introducirse en la primera guerra mundial, o con el objeto de leerlo simplemente en el tiempo libre.
La “Primera Guerra Mundial” de Astorri y Salvadori enseña, de forma viva e incluso algo didáctica, los acontecimientos y los lados de la historia occidental entre 1914 y 1918. En vez de pensar solo de una “Guerra inmóvil de trincheras con soldados grises”, el libro recuerda que fue un amplio campo de experimentos – desde gases tóxicos y armas militares por el arte propagandístico hasta los movimientos sociales.
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| Tanque alemán de la "Gran Guerra". |
A mi juicio se debería reforzar de nuevo el estudio de la historia política y militar en la historiografía. Se pasó del extremo de un exceso interés por los ejércitos y guerras (hasta el inicio de la primera mitad del siglo XX) hacía una casi por completa ignorancia del tema. Tanto alumnos como estudiantes raramente estudian las guerras; conocen su existencia, y parcialmente sus causas y consecuencias políticas. Sin embargo ignoran las batallas decisivas o la vida diaria de los soldados y de la población civil. Esto consciente que, según Braudel, las guerras son los elementos que menos cambian la historia; lo que se debe evitar es ignorar, olvidarlas por completo. Porque de esta forma se arriesga el otro extremo: que haya personas y aficionados que se interesen únicamente en la pura historia militar. ¡Cuantos admiradores existen de la Wehrmacht alemana ignorando al contexto de la segunda guerra mundial!
La guerra es, a pesar de su minúsculo peso en el proceso histórico, muy influyente en la vida de los contemporáneos que participan en ella y que sufren por ella. La guerra de Afganistán tendrá posiblemente menos importancia que la guerra del Irak en la historiografía y el proceso del pasado; sin embargo, no lo será para los soldados que lucharon y menos para la población civil afgana.
Este pequeño libro puede ayudar a evitar esta situación; ya que ofrece tanto elementos de la historia miliar como la información necesaria para contextualizar. Lo militar no es lo único y menos aún importante en la historia; pero historia sin lo militar no es completa.
ASTORRI, Antonella, & SALVADORI, Patrizia, Primera Guerra Mundial, edit. Tikal Ediciones, Madrid, original: Storia Illustrata Della Prima Guerra Mondiale
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