20 jul 2011

Los colmillos de jabalí como instrumentos de pulir durante la Edad Media

(Importante: Esto es una simple traducción mía del siguiente artículo original: 

Hanns-Hermann MÜLLER
Ralf-Jürgen PRILLOFF
Traducido por Florian GRAEFE AGUADO


Durante la edad media se usaba los dientes del oso, del castor y del jabalí como instrumentos para pulir al oro batido. Ese conocimiento lo tenemos gracias a los “Apuntes sobre los diferentes Artes (y habilidades artesanales)” (Brepohl, 1999, Pagina 21) de Theophilus Presbyter del siglo XII. Pero no se usaba al diente de jabalí para pulir, sino también en la producción del oro batido. Primero se ponía polvo de ocre en un papel fino y después se aplanaba con el diente al polvo hasta que brille. Ese papel se pone ponía tras el uso del martillo para sacar el oro batido – entre otras hojas para evitar que se peguen (Brephol, 1999, Pagina 68). En la pintura de las imágenes de libros también se usaba al diente, como cuando se tenía que pulir las partes pintadas de Oro. Para pintar con oro se usaba una mezcla de polvo de oro y un pegamento que se saca de la cola de pescado (1) (Brephol, 1999, pagina 74).
Tras G. Baumann (1988) se solía usar para pulir normalmente un ágata. También lo menciona la Mappae clavicula del siglo XII. Esa obra hace además referencias al diente de jabalí como instrumento de pulir. Como se deseaba el ágata como adorno es probable que se prefiriera al diente de jabalí, ya que era más barato. En concreto se solía usar el colmillo de jabalí, que es el canino del cerdo macho.
El colmillo del jabalí está tapado en el lado lingual con una capa de esmalte, que puede llegar a ser hasta 0,2 mm de grueso. El esmalte dental tiene, si esta completamente mineralizado, tras la escala de dureza de Mohn (2) un grado de dureza de 7 (Wetzel 1914, Pagina 404), igual como un ágata. Un diente se podía usar de esa manera sin problema como sustituyo del ágata, además tenia la ventaja que no se tenía que pulirlo para que tenga la forma necesaria. El colmillo de jabalí tiene el lado lingual tanto en el sentido longitudinal como transversal de forma convexa y carece de bordes. La suave estructuración de la superficie del esmalte dental se tenía que quitar fácilmente puliéndolo antes de poder usar al colmillo como instrumento para pulir.
Los dientes de oso y castor que menciono Theophilus Presbyter (probablemente se refería a los dientes incisivos del castor y los caninos del oso) muestran también una superficie – tanto longitudinal como transversal – arrodeado sin bordes. Eso permitía su uso como instrumentos de pulir. Pero probablemente eran mas raros y difícil de conseguir que los colmillos de jabalí, que se podía obtener del cerdo domesticado o – más raro – del jabalí salvaje.
Con la creación de la capa esmalte dental se tenía la posibilidad de uso para pulir, pero también se tenía limitaciones. El esmalte dental es creado por los “Schmelzprismen” (3), cuales normalmente están ordenado de manera vertical hacia la superficie del diente, apoyándose entre si. De esa manera se tiene una superficie muy resistente al desgaste, pero en el sentido longitudinal de los “Schmelzprismen” se los puede romper fácilmente. Si por el exceso uso se había quitado una capa de esmalte hasta la dentina, le faltaban a los “Schmelzprismen” laterales el apoyo y se rompían. Y como la dentina es menos dura – tiene 5 a 6 grados en la escala, similar a los huesos – se desgastaba muy rápido. En ese lugar, la frontera entre el esmalte y la dentina, se creyó un escalón que facilitó que los “Schmelzprismen” se partan, se rompan. Pero cuando eso ocurrió se arriesgó que se produzcan rayas o que se rompa al objeto que se estaba puliendo. Eso significa que se solía tirar a los dientes cuando estaban desgastados hasta la dentina.
Esas piezas se han descubierto entre los restos arqueológicos medievales y se les ha reconocido como instrumentos de pulir. Sin embargo siguen faltando los dientes de oso y castor entre las piezas descubiertas.
Se podría decir que el desgaste de los colmillos fue producido de manera natural. Pero no es probable, porque si hubiera sido un proceso meramente natural, solo se debería haber desgastado la parte del colmillo que aparecía en la cavidad bucal. Los desgastes de los colmillos descubiertos se encuentran en el lado lingual; que a su vez estaba en el alveolo dental del animal vivo. En conclusión: los dientes tienen que haber sido sacados de la mandíbula del jabalí y después ser modificados artificialmente por el humano. Y alrededor de la zona pulida se puede ver aun la zona superficial del diente, como se puede comprobar en las piezas de Helfta, Barrio de Eisleben, de la imagen 1.



Imagen 1: Helfta, barrio de Eisleben. 14 colmillos de jabalíes con partes pulidos en el lado lingual. Las zonas apuntados: la superficie estructurada natural de esmalte, blanco: el esmalte en parte pulido (pero no hasta la Dentina); alineado: Dentina liberada por pulir.

Durante las excavaciones de la residencia de la corte real de Helfta (Donat 1988) se encontraron tras la investigación osteológica entre el material de la temprana edad media (siglos IX – XI) a catorce colmillos de jabalí con partes pulidas en al lado lingual (Müller 1996), de las cuales diez piezas estaban en una región pequeña de 10 x 15 m. En esa zona de 10 x 15 m también se encontró el fragmento de una pequeña forma de fundición, en el cual se había fundido a oro y plata, como se podía ver por un microanálisis eléctrica. Es mencionadle que la forma de fundición era de barro blanco, como se puede ver en la parte lateral (véase Brephol 1987, pagina 197). Esos restos deducen hacia una artesanía que trabajaba con oro y plata. Para pulir cosas doradas – como en libros, piezas de muebles u otros restos – se habría usado a los colmillos de jabalí. De las catorce piezas entornadas demuestran ocho un desgaste notable que llego hasta la dentina. Seis piezas solo tenían una parte pulida del esmalte, pero se había rotos en dos partes. Las últimas piezas eran de animales jóvenes, donde los dientes tienen una capa dentina más fina y una pulpa dental voluminosa. Esos dientes tenían pequeñas grietas creadas por sequedad, y se convertían en instrumentos inútiles para pulir.
La cantidad de los dientes pulidos deduce hacia un largo uso del taller en ese lugar, la residencia de la corte real de Helfta. Para la alta y tardía edad media no se puede reconocer actividades artesanales (Donat 1988 a), tampoco se encontró entre los restos arqueológicos de esas épocas otros colmillos pulidos. En esa época solo seguía existiendo una unidad económica campesina.
Mientras que el taller de Helfta se encontró en el terreno del lugar de la corte real, se podía demostrar que en la ciudad Göttingen, en el lugar que anteriormente fue la parcela parroquial en la Johannisstrasse 21 – 25, había un taller que existía de ca. 1270 a 1340 y que estaba bajo jurisdicción eclesiástica (Schütte 1989/95, Pagina 126, Mirase 655).
En ese taller se hacían diferentes actividades y trabajos. Las mayores actividades fueron – tras el estudio de la “basura” y los restos tirados durante la edad media – los trabajos con huesos para crear peines, dados, figuras de ajedrez y perlas padrenuestro (4). También se usaba piezas de hueso para mangos (de cuchillo) o partes de muebles, cajitas o altares transportables. También se trabajaba con cuernos, cornamentas y marfil. Además se tenía otros materiales, como cuero, cristal y metal (se ha encontrado una hoguera para forjar). Se puede hablar de un taller multifuncional que se diferencio de los talleres especializados como se solía tener en la edad media desde el siglo XIV.
A cambio no se encontró pruebas que se haya pintado en ese taller, con lo cual se puede dudar que se haya trabajado también para pintar los libros, así que no se abra usado colmillos de jabalí para pulir las partes doradas de las paginas. Pero tal vez se ha producido en ese taller el pan de oro que se usaba para dorar los instrumentos eclesiásticos. También se tiene que tener en cuenta que se puede haber decorado las encuadernaciones de cuero con figuras doradas, ya que se tiene pruebas del trabajo con cuero. No siempre era oro o plata lo que se pulía. De Theophilus Presbyter sabemos del capitulo 24 que también se usaba a folios de estaño, cuales recibían un color amarillo siendo colorados con azafrán, y los colmillos pueden haber pulido esas piezas (Brepohl, 1999, pagina 69).
En la zona urbana de Magedburg debe haber habido varios talleres diferentes durante la edad media, en las cuales se usaba a colmillos de jabalí como instrumentos de pulir. Así se ha descubierto un ejemplar en el “Alten Markt” (Numero de catalogo de la excavación 37-38/E3-F/12) (Müller, 1996, pagina 198). Aparte de eso se tiene otros cinco colmillos con lado lingual desgastados que se han encontrado en “Zentralen Platz”. La mención de E. Nickel (1964, pagina 24, 38 y 40) de que se ha encontrado de ese lugar a varias formas de fundición tiene como paralela a Helfta una gran importancia.
De Niederdorla se tiene entre algunos conjuntos de materias (siglos VII – IX) a ocho colmillos. M. Teichert & R. Müller (1993, pagina 213) publicaron que había tres colmillos izquierdos y cuatro derechos; se tiene que añadir a un cuarto colmillo izquierdo. De esos ocho colmillos demuestran seis una parte más o menos grande, en la cual se puede ver la dentina ya que el esmalte dental de esa parte esta en gran parte pulida. Otro diente que se ha roto en el lado lateral también esta muy pulido / usado, pero no hasta la dentina. Como tenia esa grieta no se habrá usado más el diente por inutilidad. Al final se tiene un diente que fue poco usado, ya que casi no esta pulido.
Una mejor análisis de las piezas dentales aun no se podía realizar porque no se ha terminado el estudio de los restos arqueológicos. Pero se tiene que tener en cuenta que cerca de esa urbanización se encontraba una iglesia que había sido inaugurado por el arzobispo Williges de Maguncia en el año 987. Poco después se creyó en esa iglesia un capitulo de canónigo (5) (Opfermann 1959). Por eso se puede esperar que en la urbanización existiera un taller que hacia diferentes trabajos cuales necesitaban a colmillos para pulir, como había sido el caso con Göttingen. Las dataciones provisionales de esa urbanización, que la situaba en los siglos VII – IX, (Teichert & Müller, 1993) se van concretizando conforme se estudiara los restos.
En el material de “Burg” de Haina, Lkr Gotha, se encontró a un colmillo de jabalí izquierdo que tiene una parte extensa muy pulida en la mitad del lado lingual. La capa de esmalte no esta desgastado hasta la dentina. Esa urbanización se interpreto como lugar de vivienda de un noble, que además estaba protegido por una muralla, de los siglos X a XII (Donat 1991). Como resultado destacable de las excavaciones de Haina menciona el autor (1991, pagina 218 siguientes) el gran numero de instrumentos metálicos entre los restos encontrados. Esos instrumentos y la gran cantidad de piezas de escoria pueden dar la impresión que se tenía un taller cerca del castillo que trabajaba mucho con el metal. Además se tiene la información del siglo XI, que cerca del monasterio Fulda se encontró un taller de escudos. La creación de escudos fue estudiado por Theophilus Presbyter, que los menciono junto con puertas y pizarras en el capitulo 17. Ahora se puede pensar que dichos escudos de madera cuales estaban tapados con una piel animal podían estar pintados o decorados con folios de metal – como pan de oro. Y para pulir esos folios se necesitaba de nuevo colmillos. Como el, lugar de encuentro del diente estaba geográficamente cerca de donde terminó la zona de excavación, es probable que no se haya encontrado el verdadero lugar de taller (Müller, 1996 a). Si se hubiera hecho una extensa excavación probablemente se haya encontrado a más colmillos pulidos. Porque como se menciono con el monasterio de Fulda la existencia de un taller de escudos, se puede esperar una producción más amplia. Si los escudos tenían folios metálicos bien pulidos, podían usar los rayos de sol para dificultar al enemigo la vista.
Al final se encontró a un colmillo para pulir en los lugares Uhrsleben y Vitzke (Phrilloff, aun no publicado), que vienen de los siglos IX – X. Pero las excavaciones eran muy pequeñas – eran excavaciones de urgencia realizadas durante obras de construcción – así que no se puede decir claramente que uso habían tenido los colmillos. Como cerca del lugar de excavación no había instituciones religiosos ni monasterios, se puede deducir que se usaba a los colmillos para pulir cosas no sagradas en regiones rurales.

(1) Hausenblase = cola de pescado o “burbuja beluga”.
(2) Friedrich Mohs (1773 – 1839).
(3) Son las partes del diente cuales producen el esmalte.
(4) Paternosterperlen = piezas del rosario.
(5) Chorherrenstift: Chorherr = Canonigo; Stift = capitulo.

Todas las fuentes (literarias) se puede encontrar en la obra original.


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