16 jun 2011

Teoría de la educación para la asignatura de historia

1. Introducción

Para ese intento de una teoría didáctica que sea de mayor utilidad para la asignatura de historia, tanto para la E.S.O. como para el Bachillerato, se usó tres fuentes.
Primero los cuatro modelos didácticos establecidos por F.F. Garcia Pérez (1997) con su proyecto IRES. La segunda fuente fueron Ricardo Chrobak y Martin Leiva Benegas, ambos de la Universidad Nacional del Comahue, Argentina. Ellos hicieron 2006 una encuesta de cinco preguntas a varios profesores para conocer la extensión de los cuatro modelos didácticos: el modelo tradicional, el técnico, el espontaneísta y el alternativo.
Ambos estudios servían como base: del primer estudio se tomó los cuatro modelos, mientras que de la segunda encuesta se tomó las cinco preguntas cuales forman la estructura de ese trabajo.
La tercera fuente fueron mis dos primos: para algunas preguntas quisiera saber sus opiniones, ya que no se puede establecer un modelo didáctico únicamente desde el punto de la vista del profesor, sino del alumno.

2. Desarrollo del método didáctico

a. ¿Cuáles son las metas del estudio de la historia?

La historia es un campo muy complicado y difícil; sin embargo se tiene en varias ocasiones una gran dificultad de responder a la simple pregunta: ¿Qué sentido tiene la historia? ¿Por qué se tiene que enseñar entonces historia en los centros educativos?
La meta principal de la educación de la historia no debe ser la proporción del conocimiento de la cultura vigente (modelo tradicional) ni es fácil explicar que función práctica tiene el conocimiento de la historia (modelo tecnológico).
Los jóvenes han de pensar y no creér ciegamente como en la HJ.
La educación de la historia debe explicar la realidad (“educar al alumno imbuyéndolo de la realidad inmediata”) y hacerles comprender que deben usar su razón, ser críticos y no creerse ciegamente a supuestos verdades (“entender la importancia del factor ideológico”). Esas metas son las del modelo espontaneísta; y bien aplicables para los alumnos de la E.S.O. ya que tienen una edad fácil de influir y manipular. Deberían aprender a razonar, a luchar contra las simples “verdades” y los prejuicios. La historia, especialmente la historia contemporánea (1789 – 1945) y la actual (1945 – 20__), están llenas de ideologías ciegas y prejuicios, llenas de conflictos causadas por la ignorancia y descuido. Sirven como ejemplo y también aclaran al alumno porque el mundo en los que ellos viven – un mundo occidental, metropolitano, multicultural y al final global – es como lo conocen, porque hay un gran dominio de la cultura estadounidense, del modelo económico, etc.…
En el Bachillerato los alumnos ya están más maduros, se habrán acostumbrado a usar su mente y por eso es bien aplicar al modelo alternativo. Ese modelo tiene como fin hacer al alumno capaz de “entender el mundo y (poder) actuar en el”.
El mundo de hoy en día es un conglomerado de hechos históricos pasados complicados: el conflicto del próximo oriente (Israel y Palestina; inicio de la diáspora, antisemitismo, sionismo), las crisis económicas (dominio de Wallstreet; Revolución Industrial, inicio de la bolsa, el dominio económico tras 1918), el problema de África (imperialismo europeo), las causas del crecimiento del poder económico y político de India e China (mentalidad desarrollada durante siglos, etc.…), el estado civil europeo (movimientos de los obreros, marxismo, socialismo, leyes sociales de Bismarck) y el peligro del racismo (antisemitismo, enfrentación de culturas durante la historia, soluciones pacificas y agresivas de conflictos). Esos pequeños hechos son importantes hoy en día y no se debe olvidar la transición hacia al mundo global de Internet con Facebook etc.….Se entiende, se comprende gracias a la historia. Por eso se debe enseñarla, como al Imperio Romano, aunque esté tan lejano hoy en día: la ley romana, los valores democráticos del mundo griego, la dificultad de la convivencia de una gran diversidad de culturas y costumbres, las ventajas y desventajas de un estado centralista, las tácticas, los motivos de la política, y porque la conservación puede llevar al derrumbo de lo conservado.

b. ¿Qué se enseña en historia?

Enseñar únicamente de los libros escolares tiene siempre dos gran desventajas: raras veces son actuales y muchas veces son mono – disciplinares. Los alumnos aprenden datos anticuados o inclusos falsos – así por ejemplo se sigue enseñado que en la edad medieval todo el mundo pensó que la tierra era plana (y que por eso tanto Nicolás Copérnico como Galileo Galilei fueron castigados por negarlo; cosa erronea). Y aparte de eso no aprenden mezclar la historia con otras asignaturas. No se suele enseñar al alumno que la geografía (calidad de la tierra, montañas, pocos lugares buenos para la agricultura) de Grecia explica la expansión de la cultura griega mediante colonias en todo el mediterráneo o en la literatura no se da cuenta de la ironía del mundo de Don Quijote sobre los caballeros.
Por eso se puede usar para la E.S.O. el modelo tecnológico, en la cual se enseña a “saberes actualizados y conceptos” – pero adecuado a la destreza de los alumnos.
Para el Bachillerato es mejor aplicar el modelo alternativo en vez del espontáneo, porque los alumnos ya tienen una base y unos métodos, con los cuales se puede fomentar el aspecto multidisciplinar (geografía, literatura, biología, informática), mas aun que con la teoría espontaneísta.
En resumen: Se debe enseñar al alumno elementos que notablemente son “actuales”, complejos, aplicables. En la asignatura de matemáticas por ejemplo tenia personalmente el problema que nunca tenia consciencia del uso en el mundo practico de una gran cantidad de formulas – o no sabia como podía usarlas en otras asignaturas. No hubo un intercambio entre química, física y matemáticas. Tampoco lo hubo entre historia, geografía, literatura, arte, música o lenguas – aunque se debería haber hecho. La historia es al fin y al cabo lo que crea a la personalidad del alumno. Su orgullo individualista, sus pantalones tan módicos (que al fin y al cabo ya eran de moda en los años 70), su multiculturalidad, su costumbre y cercanía a la tecnológica – todo eso son resultados de procesos históricos, cuales pueden ser más de 2300 años de antiguos (como la democracia) o apenas 5 años (cuando comenzó el dominio de Facebook, Twitter y el MP3).

c. ¿Importan el interés y las ideas de los alumnos?

El alumno rápidamente se aburre si algo no le interesa – y personalmente pregunte a dos familiares míos, a mi prima de 15 y a mi primo de 11 años; la una que comienza el Bachiller y el otro la E.S.O. Ambos coincidían con mi propia idea: que se debe tener en cuenta tanto los intereses como las ideas de los alumnos. El modelo alternativo es el elegido, porque si se enseña la historia de una manera aburrida no se aprende nada.
El dialogo es necesario.
Obviamente es difícil desperar el interés en el alumno y no pocos son los temas cuales no le interesan. Tampoco es la cuestión de educar únicamente temas que le interesan al alumno. La cuestión es enseñar temas de la historia de una manera interesante – y si tienen los alumnos ideas, discutir, estudiar esas ideas, compararlas. Y no “corregir” como en el modelo tecnológico, ni ignorar las ideas como en el modelo espontaneísta. La historia no esta a servicio de una ideología que ignora ideas individuales.
¿Cómo se puede desperar en el alumno el interés por la historia de los cristianos desde 30 d.C. hasta la época de Lutero, si en la clase la mitad son de familias ateas, una cuarta parte musulmana y la otra cuarta parte cristiana? Se podría estudiar con los alumnos, cuales son sus ideas, sus pensamientos, del “porque” del desarrollo del cristianismo, porque se estableció en Europa y que se les ocurre cuando oyen “cristianos”. Se podría hacer una lista de ideas suyos, formar grupos de trabajo estudiando las preguntas y así intentar despertarles el interés.
Muchos temas – haga lo que se haga – pueden que no despiertan interés. Como por ejemplo el desarrollo del estado en la edad moderna; entonces se debe al menos evitar el aburrimiento usando esquemas visuales, claro y fácil de comprender. O preguntar al alumno, si opina que fue un proceso positivo o negativo, y que ventajas / desventajas ve en la construcción de un estado centralista y si ve paralelas con la European Unión.

d. ¿Cómo enseñar historia?

Cuthbert Binns
Lo peor que se puede hacer para educar la historia es inspirarse en el profesor fantasmal de historia de “Harry Potter”: un profesor que únicamente da clase leyendo de un libro con voz monótona únicamente alarga la siesta de los alumnos.
Se tiene que diversificar, usar diferentes métodos de aprendizaje. Para la E.S.O., donde los alumnos comienzan a tener sus años con poca disciplina, rebeldía y fácil aburrimiento, se debe aplicar una mezcla del modelo espontaneísta y del modelo tecnológico. Debe haber una serie de “actividades que combinan la exposición y las practicas” y del “descubrimiento espontáneo” del alumno. Al alumno debe orientarse a través de una lista de “actividades programadas”, pero dentro de eso tiene un papel “central y diverso”. Mientras que el profesor se encarga más de la coordinación.
¿Qué quiere decir eso en concreto? Para historia se tiene una amplia lista de actividades:
  1. Excursiones a lugares secundarios: Visitas a Museos y Excavaciones (en vez del Museo de Pamplona, que es un autentico insulto (al menos lo fue antes de la nueva directora), se puede visitar el Museo de la Paz en Guernica, o el Museo de la Aljafería en Zaragoza, además el Museo de Numancia), y, recientemente, el Museo del Fortín de San Bartolomé en Pamplona).
  2. Excursiones a lugares primarios: Visitas a lugares históricos (Catedral de Pamplona, Castillo de Olite, la Ciudadela, o el impresionante museo de la Pamplona romana en el parking de la plaza del Castillo)
  3. Actividades magistrales: Ver documentales (del BBC, especialmente, pero no documentales anteriores de los años 90 del siglo XX), películas (no precisamente 300, pero si episodios de la serie Roma, Enrique VIII – Los Tudor, El Hundimiento), dar clases a través de PowerPoint enseñando imágenes (Obras Artísticas de épocas concretas, Mapas de todo tipo, Fotografías) y haciendo esquemas en la pizarra (mi primo y mi prima insistían que los esquemas ayudan en aprender).
  4. Actividades de los alumnos: hacer trabajos en grupos y presentar los resultados delante de la clase, interpretar brevemente una pequeña situación histórica (Rol en Vivo), leer unos trabajos de primera fuente y estudiarlos, comparar esquemas o estadísticas con los hechos reales que conocen, interpretar caricaturas, hacer ronda de debates.
Como se ve, hay una gran variedad de posibilidades y nunca debe monologar el profesor.

También se podría adaptar esa mezcla para el Bachillerato – pero ampliando el papel del alumno, que en parte construya su conocimiento por su propia cuenta, como esta previsto en el modelo alternativo. Pero no se debe aplicar únicamente ese modelo, sino solo como añadido, como pequeña parte de la mezcla ya establecida en la E.S.O.

e. ¿Cómo se debe evaluar?

La evaluación ya es un asunto mas complicado. Tanto mi primo como mi prima prefieren al modelo técnico – evaluar al alumno cada 2,3 semanas mediante un “test”. Los alumnos aprenden uno o dos temas, para olvidarlos después del test; sin embargo aprenden a aprender, a ser disciplinados, y si el profesor enseña bien aprenden los alumnos procesos, aunque olviden los datos. Y de esa manera – a diferencia al modelo tradicional – se reduce la presión sobre los alumnos quitando el peligro que un gran examen les obligue repetir el curso.
Pero prefiero combinarlo. En Alemania – mejor dicho, en la Educación Primaria de Flechtorf (6,7,8,9 años), en la Escuela de Alemán de Barcelona (10, 11 años), en la Orientierungsstufe Lehre (11 años) y en el Theodor-Heuss-Gymnasium Wolfsburg (12 – 18 años) tenia únicamente en dos asignaturas de Barcelona al modelo tecnológico. Aparte de eso tuve una mezcla de los modelos tradicional, alternativa y espotaneísta. Normalmente fue de la siguiente manera:
  • 5.50 % de la nota es un examen al final de la asignatura. La mitad eran preguntas de memoria, la otra mitad preguntas para desarrollar.
  • 6.50 % de la nota es oral: atención en clase (preguntar si hay dudas, hacer deberes, ser presente), presentación de trabajos individuales (presentar un libro leído o un trabajo que se tenia que hacer en casa) o colectivos y participación en debates.
Tanto para la E.S.O. como para el Bachillerato se puede aplicar a esa mezcla: los alumnos aprenden en trabajar en grupos y a organizar su tiempo libre para preparase; al mismo tiempo aprenden a aprender, pero no memorizándolo sino razonándolo. De esa manera prefiero hoy en día un trabajo escrito antes que un examen, prefiero explicar un tema delante de mi curso antes que aprender un mes para un examen, que con un “Black out” mental puede hacer suspender toda una asignatura.

3. Valoración

Con una mezcla variada de métodos – dependiendo si es para la E.S.O. o para el Bachillerato - aprende el alumno una serie de datos básicos memorizados; unas técnicas metodológicas (¿Cómo se interpreta una caricatura?); y finalmente el alumno aprendió usar su mente, debatir razonando y cooperar con otras personas.
El método tradicional es, como se muestra, el método menos apreciable, menos práctico, menos útil. El alumno debe aprender a pensar – pero de manera ordenada y no caótica, por eso tampoco se debe apoyarse únicamente en el método alternativo. Una mezcla de los métodos técnicos – que es una suavización del método tradicional – y espontaneistas – que es menos responsable que el alternativo – es la mejor manera para la educación de la historia.


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