21 ago 2013

Segundo viaje por el Sur: Santa María de Ujue

Se desconoce el origen de Ujue, sin embargo se tiene la certeza que ya estaba habitada en época romana gracias a los descubrimientos arqueológicos de dos aras dedicadas al Dios padre Júpiter en las inmediaciones de Santa María la Blanca. Los cimientos de Santa María provienen desde la antigüedad (al parecer sus fundamentos se construyeron en el siglo IV d.C.). 

Posiblemente abandonado durante los siguientes siglos se mencionó de nuevo a principios del siglo IX cuando Iñigo Arista, el primer rey de Pamplona, mandó la construcción (¿o restauración?) de una torre defensiva. La inseguridad general de los primeros siglos de la edad media se refleja tanto en el aspecto de las iglesias románicas como en la construcción de numerosos castillos (habitualmente pequeños). 
Santa María de Ujue domina toda la colina y la zona alrededor.
Ujue no iba ser diferente, al contario:
debido a su ubicación en la frontera con el sur islámico su torre defensiva se convirtió en un pequeño castillo que atraía a numerosos campesinos y artesanos de alrededor, ya que ofrecía una protección segura. 
En 1076 recibió el poblado el rango jurídico de villa bajo directa custodia del rey. Ese mismo rey, Sancho Ramírez, construyó la iglesia de Santa María junto a la torre defensiva, que rápidamente se convirtió en una hibris de iglesia – fortaleza. 
El nombre del poblado se basa en una leyenda cristiana: un pastor encontró, guiado por una paloma, la imagen de la virgen María con el niño en una cueva. Paloma en vasco significa Uxua, de la cual se derivó el actual nombre Ujue y que dio legitimidad a la existencia del santuario. 
30 años más tarde, cuando Alfonso el Batallador conquistó los reinos Taifa de Tudela y Zaragoza, comenzó la decadencia de Ujue. Perdió su importancia como iglesia – castillo fronterizo y su ubicación, que era militarmente excelente, resultó ser económicamente desastrosa (estaba tanto lejos de las rutas comerciales como de campos benevolentes para la agricultura) y numerosos habitantes se mudan hacia la llanura. 

Tras diez siglos terminó la decadencia de Ujue gracias a los movimientos reformatorios de la iglesia y se podía construir una iglesia gótica. La importancia que dieron los reyes Carlos II y Carlos III al culto de la virgen María dieron un empuje adicional. Incluso Carlos II intentó construir una universidad, proyecto que se abandonó por falta de recursos financieros. Y tanto fue su interés por Ujue que su corazón se conserva en una arqueta en la cabecera de Santa María, mientras que el cadáver yace en Pamplona. 
A este rey se deben también el mirador ojival y el paso de ronda abovedado, que oculta al exterior los tres ábsides, que habían permanecido tras la demolición de las tres naves románicas, cuales se habían unificado en una sola nave gótica. Los siguientes reyes se acostumbraron a realizar de manera regular peregrinaciones desde Olite, costumbre que terminó con las guerras civiles del siglo XIV. 

Tras la conquista de Navarra se salvaron únicamente la iglesia con sus dos torres y el palacio de Carlos II de la orden destructiva de Cisneros (es más, fue uno de los primeros fuertes destruidos), el resto de la fortaleza fue derribada (dicha zona se conoce hoy día como Castillazo con su patio de armas y los cimientos de una torre enorme). 
Hoy en día se conservan dos torres: la mayor (de finales del siglo XII) y la menor (de 1375). Cuando se construyó la menor, se añadio a la mayor un almendo identico al menor. 
Lado exterior de Ujue. Alrededor del núcleo central románico construyó Carlos II la pasarela cubierta.

Dentro de la pasarela cubierta se encuentra la capilla de la cabecera de la antigua navel central del núcleo rómanico, con su ventana romanica de arco de mevio punto y las columnas adosadas.

Arco de apoyo del tejado de la pasarela.

Detalle de una escultura gótica de la pasarela.

Interior de la iglesia gótica, donde se eleminaron las tres naves creando una grande; el techo rómanico se cambió por uno nuevo con bóveda de crucería gótica, creando una cierta desproporción arquitectónica.
Imprimir artículo

0 Kommentare:

Publicar un comentario