17 feb 2017

La bombarda Rosita Wicke de San Sebastián (Urgull), 1502

La bombarda Rosita Wicke, 1502.
Con la llegada de la pólvora, tan sonora debido a los cañones osmanos empleados en la conquista de Constantinopla en 1453, cambiaron tanto los ataques como las defensas militares. Era necesario revisar y aplicar nuevas tácticas durante las batallas, y las antiguas fortificaciones – altas murallas, numerosas torres más elevadas – resultaron ser objetivos fáciles para los nuevos cañones.

Los fundíbulos medievales se sustituyeron por los primeros cañones de hierro, igual de pesadas y de difícil de transporte como las armas medievales. Esos primeros cañones fueron las bombardas.

Esas bombardas aún disparaban bolas de piedra en vez de hierro, y los había de diferentes tamaños. Dado que su alcance y su puntería aún eran poco precisas, por no decir malas, era necesario construirlas muy grandes para poder disparar grandes bolas (y al menos alcanzar algo durante el ataque). Por eso solían ser enormes, como los cañones Pumhart von Steyr de Suiza, el Mons Meg de Escocia o los cañones osmanos de 1453.

Conforme se iba mejorando su manejo, su peso se fue aligerando y su puntería mejorando, llegando a un punto medio, como ocurre con la Bombarda guardada en el fortín de San Sebastián, en el monte de Urgull.

Inscripción y escudo (de Oldemburgo).
Esta bombarda, hecha en el condado de Oldemburgo al norte del Sacro Imperio Romano y transportada a San Sebastián durante el gobierno de Isabela I. de Castilla, tiene escrita en su torso el siguiente mensaje, escrito en latín:Me llamo Rosita Wicke y siembro sangre y gemidos. Fue hecha por Juan Vastenova, eso es la verdad”, proveniente del año 1502. Por debajo está el escudo del condado de Oldemburgo. El cañón se solía transportar en carros y fijar mediante cuerdas, que se ataban a los anillos que salen del cañón.


Llama la atención como en un momento tan temprano, cuando la pólvora se estaba estableciendo como herramienta militar en Europa (y empleado por los conquistadores en América), se llega a tener en San Sebastián una herramienta que, por entonces, era muy innovadora y cara. Eso posiblemente podría demostrar la (creciente) importancia que comenzaba tener San Sebastián como puerto militar, y efectivamente lo fue durante toda la edad moderna hasta el final de los Habsburgo.


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1 Kommentare:

Unknown dijo...

buena informacion

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