Mosaico del siglo XIII, donde el emperador Constantino se arrodilla para entregar el poder de occidente con la mitra al papa Silvestre I. |
Se trata de una
famosa falsificación de pésima calidad, pero políticamente muy
aprovechado. En teoría se trata de un documento falso que justifica
el poder territorial del papado. Según este documento recibió el
papa Silvestre I de Constantino I el control territorial sobre Roma,
Italia y todas (!) las provincias occidentales de Roma.
Era una
falsificación tan mala que ni 50 años después de su creación
engaño a los contemporáneos. Así en dicho documento se describe
detalladamente a Roma y el autor lo hace con una impresionante
ignorancia, empleando palabras que ni se usaban en esta época y
menos aún en Roma.
¿Cuál era su
origen? En 833 se destituyó al emperador Ludovico el Piadoso (778 - 840) durante
una (de las tres) guerra civil. Logró recuperar su trono y los obispos, quienes no
le habían apoyado, temían su venganza y la de su hijo Lotario, a pesar que este también había luchado contra su propio padre.
Así falsificó el abad deCorbie con otros eclesiásticos entre 842 y 852 una serie de
documentos. Eran alrededor de 100 cartas papales de los
siglos IV hasta VIII, cuales otorgaban a los obispos una especial
protección. Así según dichas cartas y dichos documentos, se
necesitaban 72 testigos en rango de obispo para juzgar un obispo (en
toda Europa apenas había tantos obispos en estos tiempos) y se
necesitaba siempre el permiso papal.
Al parecer servían
estas falsificaciones para proteger los eclesiásticos.
Y siglos más tarde
la iglesia católica no dudaba en emplearlos de nuevo, sea en su
lucha (ideológica) contra el emperador germánico, sea para poder
otorgar a Inglaterra la isla Irlanda, sea para otorgar a Castilla las
islas canarias, sea para dividir el mundo entre Portugal y España.
Como se observa: ¿Por qué no aprovecharse de una falsificación,
aunque malísima?
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