El orden
estamental europeo se basaba principalmente en el dualismo reconocido que había
entre el orden estamental eclesiástico y el orden estamental nobiliario, ambos ubicados por encima del tercer estamento (mayoritariamente población rural y pocas
ciudades).
Continuando la lógica, se justificó el sistema dado que la cabeza del estamento eclesiástico
había recibido del hijo del dios cristiano la orden directa de valer por las
almas otorgando la lleva del cielo. Es decir: se veían los obispos,
los patriarcas y, tras la caída de los patriarcados en manos del Islam (el
patriarcado de Alejandría y Antioquia, quedando solo el de Constantinopla y de
Roma), el obispo de Roma como representante de San Pedro. Los eclesiásticos
gozaban de la legitimación divina.
¿Qué ocurrió
con la nobleza? Si la cabeza nobiliaria tiene una legitimación similar, se
pueden igualar al estamento eclesiástico, además de beneficiarse de un cierto orden jerárquico
que permitía juntar fuerzas, realizar grandes proyectos y acumular - ¡como no!
– poder.
Cuadro de 1500: San Remigius bautiza Clodoveo. |
Por esa razón
se interesó el primer rey franco, Clodoveo (466 - 511), en adquirir dicha justificación. Era un rey franco, eso es germánico,
que tenían sus propios rituales de legitimación. Sin embargo, una vez
conquistado el norte de la entonces Galia romana, la mayor parte de la
población era cristiano – católica. Si Clodoveo se bautizaba como cristiano
católico (a diferencia de los visigodos y ostrogodos que se decidían por el
arrianismo, considerado por muchos católicos como una herejía), podía ganar en
autoridad y prestigio.
Probablemente influido por
su mujer Chrodechilde (475 - 545), una princesa borgoñesa católica, se bautizó al primer
hijo. Como murió rápido, se podía decir que su alma llegó al cielo. Y se
bautizó al segundo también. Claro, Clodoveo veía que lo que había hecho ese
dios cristiano era NO salvar su primer hijo. Necesitaba una prueba más, que lo
pedía en forma de apoyo divino ante la batalla de Zülpich o Tolbiac cuando le esperaba
una batalla difícil (no desequilibrada) contra los alemanes. Y ganó. Pienso que
es evidente que esta batalla (que casualmente se asemeja a la historia deConstantino y el puente Milviano) es un cuento piadoso para justificar la conversión de
Clodoveo.
De todos modos
aseguró el poder de Clodoveo, y le dio una fuerte justificación para sus
guerras contra los visigodos herejes en el sur de la entonces Galia romana,
expulsándolos con éxito.
Así con los
merovingios se mezclaron los rituales paganos – germánicos con los cristiano –
católicos para legitimar al rey vigente. Con el paso de los siglos el peso
pagano se reducía cada vez más, dejando paso a la cultura y religión cristiano
– católica, que se manifiesta muy bien con Pipino (714 - 768).
Desde Clodoveo
los reyes francos de la dinastía merovingia han ido perdiendo cada vez más
poder a sus mariscales y consejeros principales, especialmente en la figura
administrativa del Hausmeier. Este cargo estaba desde hace décadas en manos de
una dinastía, los carolingios. Llegó a tal extremo que el Hausmeier más famoso,
quien derrotó al ejército del califa omeya en Poitiers, Carlos Martell (688 - 741), se
olvidó nombrar un nuevo rey una vez muerto el anterior. Pipino y su hermano
Carlmann (706 - 754), hijos de Carlos Martell, nombraron al Childerich III (717 - 754). Se ve, era una monarquía
marioneta, pero aún gozaba de la justificación germano – católica de Clodoveo.
Pipino se
atrevió hacer los primeros pasos para justificar un golpe de estado,
preguntando al obispad de Roma Zacharias (679 - 752) en 749, quien debería ser el rey. Su
respuesta fue clara: el quien tenga el poder. Después de esta legitimación
cristiano – católica pedía el apoyo de la asamblea de los nobles, quienes lo
aceptaban igualmente. Childerich III era tan insignificante que ni se tenía que
ejecutarlo, se le cortó el pelo (un pelo largo era según los ritos francos
signos de la bendición divina) y se le envió a un monasterio.
A partir de
entonces se empeñaron los reyes carolingios en mejorar su legitimación para
gobernar, con numerosos ritos que les acercaban a la bendición divina. El
instrumento más importante era la unción.
La unción del rey David según una imagen medieval. |
El rey
visigodo Wamba (rey 672 - 680) había comenzado con la unción inspirándose en el primer libro de
Samuel, cuando Samuel hace la unción a Saúl. Lo mismo ocurre después con David
y Salomón. El poder viene de dios, y los que reciben la unción se convierten en
la representación divina. La unción lo hacían hasta entonces solo el papa al
obispo, para pasar al nuevo candidato el poder religioso con el fin de ejercer
como representante (menor) de dios (o a su vez del representantes divino).
Este rito lo comenzaron
copiar los reyes para tener una justificación semejante. Un obispo (o mejor el
papa) hacen la unción al rey y suben de esta forma su categoría.
Pipino se dejó
hacer incluso dos unciones: primero 451, y después repitió (junto con sus
hijos) en 454.
Ahora uno se
pregunta ¿Por qué tenía para Pipino tanta importancia la legitimación cristo –
católica, que tenía que imitar a los reyes Visigodos y teniendo el poder real
en el reino Franco? ¡Porque los merovingios gobernaron antes de la llegada del
cristianismo a los francos! Y fueron ellos quienes introducían al cristianismo.
Por esas dos razones era importante que Pipino encuentre una legitimación mayor
que la pertenencia a una dinastía antigua y el de pertenecer a la religión
correcta, y lo encontró convirtiéndose en ser miembro de la dinastía
directamente bendecida por dios, igualándose a los otros representantes del
estamento eclesiástico.
En este
momento comienza lentamente el conflicto del futuro: ¿son los estamentos – el eclesiástico
y el nobiliario – iguales o diferentes? ¿Quién justifica a quien, quién dio la
primera unción a quién? Lo que en el siglo VIII y IX no interesó, a partir del
XII y XIII causó graves problemas y conflictos.
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