17 may 2013

Nuevos Enigmas Históricos y citarse de forma exagerada

En un momento anterior mencioné que hay diferentes tipos delibros de historia, entre ellos las colecciones anecdóticas. En esa tupologia encaja el siguiente ejemplar: los Nuevos Enigmas Históricos al descubierto – de Nostradamus a Saddam Hussein por César Vidal.

VIDAL, César, Nuevos Enigmas Históricos al Descubierto
 – de Nostradamus a Saddam Hussein
edit. Planeta, [1. edit.], 2003, Barcelona.
Se trata, como el mismo autor afirma en su introducción, de una obra de divulgación que tan sólo pretende acercar al gran público a ese mundo apasionante de la Historia.
Aún así no creo que era necesario decidirse por el titulo Nuevos enigmas históricos, ya que ningún enigma se ha descubierto hace poco ni se tratan de enigmas reales sino de hechos históricos poco míticos.

La estructura es simple y claro (en sentido positivo): cada uno de los 27 capítulos responde a una pregunta que suele ser el titulo del mismo, iniciando con una breve introducción, siguiendo con la explicación del enigma (mejor: el hecho histórico) y concluyendo con un breve comentario bibliográfico. El autor da (casi siempre) respuestas completas a las preguntas. Es como si se estaría leyendo una enciclopedia escrita de forma fluida (como, siendo sincero, ocurre con la Wikipedia).
Su colección arbitraria de hechos históricos provenientes de todas las épocas se caracteriza por su gran variedad temática: desde las leyendas populares (¿Existió Drácula? ¿Acertó Nostradamus en sus profecías?), por anécdotas morbosas (¿Cuál fue la verdadera dolencia de Enrique IV elImpotente?), y secretos de conspiración (¿Por qué y como tuvo lugar elasesinato de John F. Kennedy?) hasta ámbitos discutidos por los historiadores que el autor sintetiza algo forzado (¿Por qué fracasó la Armada invencible? ¿Por qué fracasó el lanzamiento de julio de 1936 en Barcelona y Madrid?).
Algunos capítulos me parecen muy interesantes (¿Cuál es el origen ideológico de la Constitución de Estados Unidos? ¿Quién escribió los Protocolos de los sabios de Sión?), en primera linea porque los desconocía.

Todos los capítulos terminan con una breve lista (comentada) de las fuentes empleadas y recomendadas (excepto las preguntas 24 ¿Cuál fue la causa del escándalo Matesa? y 25 ¿Quién planeó el atentado contra Juan PabloII?).
Aquí lo que me disgustó: la forma como se cita César Vidal a si mismo. El hecho que numerosos autores se citen (comenzando por mis propios profesores universitarios) es normal y adecuado. César Vidal, opino, se pasa.
Su libro tiene 27 secciones, y cita 15, ¡quince!, veces a distintos libros suyos, en numerosas ocasiones incluso antes que monografías serías y mejores (reconozco, lo último sería discutible). En el comentario bibliográfico del capitulo 18 repite una obra que ya mencionó en el capitulo anterior, sino serían 16 veces. Y en el capitulo 12 tiene el orgullo de citar un capitulo de un libro suyo.
Es posible que hubiera ignorado eso, con todo las siguientes frases me obligaron señalar ese aspecto. En el comentario del cuarto capitulo escribe Titulo (no lo mencionaré, que ya se publica por su cuenta) que, dicho sea de paso, es mi última novela publicada….es una obra mágica y, precisamente por ello, el lector sacará sus propias conclusiones de maneras diametralmente opuestas. O del doceavo capitulo una obra que fue premiada con el premio de bibliografía de Las Luces del Año (Que si, no es necesario repetir dos veces que es premiado, ¡ya lo hemos entendido a la primera!). O en el quinceavo capitulo, tras primero citarse a si mismo, dice con todo, los mejores estudios han sido… y nombra en continuación las monografías serias. Considero superfluo e incluso algo arrogante el con todo empleado.

Aparte de la auto citación me parece discutible los juicios personales que presenta como la verdad única en algunos capítulos. El autor se empeña de dar una imagen objetiva, con todo se le escapan de vez en cuando comentarios y adjetivos subjetivos. Por ejemplo cuando trata la cuestión del problema sexual de Enrique IV: Al fin y a la postre, el reino fue heredado por su hermanastra, la futura Isabel la Católica. Difícilmente habría podido concebirse mejor destino para Castilla y para España.
Otro juicio personal que simplifica un hecho histórico es que el principal responsable de semejante calamidad (se refiere al fracaso de la armada de 1588) fue un monarca (Felipe II) imbuido de un peculiar sentimiento religioso que (…) acabaría provocando el colapso del Imperio español.
Incluso presenta su visión (que es una de varias teorías de conspiracion) acerca del asesinato de John F. Kennedy. Según su tesis la mafia, incluso el servicio secreto, contrató a dos asesinos (ninguno de ellos Oswald) quienes dispararon Kennedy. Es más, César Vidal se inclina por la idea que los Kennedy planearon crear una especia de dinastía de presidentes (como lo hacían Bush I y Bush II).

A pesar de toda la critica me parece una obra recomendable por el estilo fluido y la selección de anécdotas curiosas (¿Quién fue Jack el Destripador? ¿Fue un fraude la victoria electoral de John F. Kennedy?). El libro me recuerda detalles que había olvidado o nunca me había tomado la molestía de investigarlos, y es un buen descanso la lectura de algo más ligero siendo divertido.
Siempre y cuando la y el lector/ -a tenga en cuenta la presencia subjetiva de César Vidal es recomendable la ojeada de su libro. La brevedad de los capítulos invita a la lectura puntual y descontinúa, como leer breve uno o dos antes de dormir.


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