Jonathan Stock había creado unos criterios, en mi opinión muy concretos, en relación con los celtas con el fin de poder definir un “pueblo”. (4). Según Stock existen cinco criterios importantes con vistas a posibilitar la identificación de un pueblo:
- Conciencia propia. Con el objeto de que se pueda hablar realmente de un “pueblo” sería necesario que dicho pueblo se reconozca a si mismo como tal. Se tiene varios restos donde orgullosamente un romano escribió que perteneció al pueblo romano. (Aquí un ejemplo donde un "celta" recibió la ciudadanía romana) En cambio no hay fuentes similares en el caso de los celtas. Stock menciona una sola fuente: Caesar escribió que la mayoría de los galos se llamaron a si mismos “Celtae”. Al contrario de los “germanos”: no hay fuentes donde los ostrogodos, francos o sajones se reconocían como “germanos” o miembros de dicho pueblo . Lo que si era claro fue que se reconocía un grupo como por ejemplo “teutones”. Varios, diferentes pueblos fueron, de todos modos con una cultura con rasgos comunes.
- Imagen exterior. El segundo elemento es que un pueblo sea reconocido por otro pueblo – cosa que raramente es de gran utilidad. Para las civilizaciones mediterráneas los celtas fueron “bárbaros”, sin embargo se les reconocía como un pueblo que se encontraba en el centro europeo, norte y este de los Alpes, Francia, sur de Alemania, Suiza y Austria (Platón, 350 a.C., y Aristóteles). Desde el siglo VI a.C. usaban términos con el fin de describirlos como “Keltoi”; “Keltai” y “Celtae”; y si describían a los germanos (como Tacito con su famoso “Germania”) solo aplicaban unos conocimientos de dos, tres pueblos a numerosos grupos más amplios. La imagen exterior sería la que más favoreció la creación de estereotipos superficiales.
- Lengua. El tercer elemento es la lengua. El lenguaje es el elemento más fuerte con vistas a detectar a un pueblo ya que es un instrumento usado día a día. Cuando alguien llega a un lugar cuya lengua no comprende, ya está fuera de “su” ámbito, de la zona de “su” pueblo, es un extraño. Es la primera lengua que se aprende, después siguen las segundas y terceras. En el momento de la desaparición de una lengua se pierde un elemento troncal de un pueblo como rasgo de identificación. Esto ocurrió con los británicos. La lengua celta se extendió desde mitades del segundo milenio a.C., como una especie de lingua franca, el céltico desde los Alpes hasta España, Francia y las Islas británicas (al menos lo dicen los lingüistas, con fuentes arqueológicas, nombres de pueblos, etc.). Hoy permanecen los restos de la lengua celta en Escocia, Wales e Irlanda – a pesar de que nunca habían llegado grandes movimientos migratorios de celtas hacia esos lugares.
La lengua celta. En claro durante la antigüedad (siglo II a.C.), en oscuro la lengua celta existente hoy en día. (Fuente: Articulo "Der Untergang". (2011). En GeoEpoche: Die Kelten, 47, pag. 150.) |
- Cultura. El penúltimo elemento sería la cultura. Entendido en el sentido más amplio: ritos, costumbres, formas de vestir, religión, arquitectura, etc.…aun así, como lo desarrolle previamente, no ha de confundirse cultura con pueblo. Si en una excavación los arqueólogos descubren varios restos arqueológicos de una cultura determinada (como fíbulas célticas en las Islas británicas, en el norte de España y Italia, en la Polonia actual y en la antigua Dalmacia. Entre Rin, los Alpes y el sur de Francia.) no necesariamente habitaban los celtas esas regiones – podrían haber sido pueblos “celtificados”.
- Procedencia. Eso sería el último y, en la diferenciación de cultura – pueblo más importante, rasgo: la procedencia común. En vez de entenderla como procedencia común – ya que no se podía hablar de un “clan celta” primero – se debería ver en procedencia una especie de pasado común. Cuando diferentes grupos de personas se unieron en una región, procedentes de diferentes lugares y culturas, creando y formando un “nuevo” pueblo. Si queremos: lo mismo que ocurrió con Francia entre el fin de la “Völkerwanderung” y la tardía edad moderna. La creación de un “pueblo” o, si se prefiere, de una “nación” francesa que durante la edad contemporánea se constituyo.
Como los cinco criterios demuestran sigue siendo bastante difícil definir, o al menos limitar espacialmente, a un pueblo. Diferentes pueblos se han ido uniendo creando una cultura – la celtica. Algunos más, otros menos. Dicha cultura – principalmente por relaciones comerciales – llegó a inspirar a los Celtiberos en la península ibérica y los británicos. No hubo una migración desde el continente hacia las islas británicas – sino se han “celtificado” lentamente hasta identificarse durante las guerras de Caesar como miembros de sus primos continentales. Eso demuestra que es necesario diferenciar entre cultura (incluyendo la lengua) y pueblo, ya que los pueblos pueden adaptar elementos culturales de otros, incluso asimilarlos, creando así una nueva conciencia de si mismos y una impresión exterior diferente.
Presentando los cinco criterios de Stock quería destacar la importancia que tiene una mayor sensibilidad hacia el tema de los – ismos. Es necesario simplificar con el objeto de hablar de “celtas” o “germanos” – siempre y cuando se reflexiona previamente el porque de la simplificación, de porque se les llama así.
Un amigo mío eternamente me recuerda: los bizantinos no eran bizantinos, sino seguían siendo romanos…
Y veo, aún la definición pueblo – cultura sigue siendo demasiado ambigua….
(4) STOCK, Jonathan. (2011). Die Sicht der Forscher. En GeoEpoche: Die Kelten, 47, pag. 20 – 22.
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