Hace unos días dos de mis
alumnos hacían una presentación sobre la guerra soviética de Afganistán (1979 –1989). En esta guerra lucho principalmente la república popular de Afganistán
con apoyo de la URSS
contra los clanes tradicionales locales que no querían tener un estado laico.
Pronto esos grupos recibieron el apoyo de organizaciones islámicas, quienes a su vez recibían dinero y armas tanto de países
musulmanes como Pakistán y Arabía Saudita como de los enemigos ideológicos de la URSS , los EE.UU. Y también…de
la república popular de china.
Otro alumno interrumpo
reclamando que eso era imposible. ¿Un país comunista en lucha contra otro,
apoyando a sus enemigos ideológicos como el capitalismo norteamericano y la
religión del Islam?
ALO. |
Evidentemente, eso fue lo
que ocurrió. La república popular de china apoyó a grupos comunistas como la AMFFF, la LOPA y la ALO. Y realmente no era tan sorprendente, al contrario. Es lo que llamo Principio de la necesidad de eliminar al hereje ideológico, lo explicaré en
continuación.
La base de la republica
popular de china es su ideología comunista. Su dictadura del partido único con
el control total sobre ejército, medios de comunicación y la economía se
justifica gracias a su ideología. El estado, gobernado por la elite del
partido, protege a sus ciudadanos (obreros y campesinos), para llegar algún día
a lo que llaman el paraíso socialista. Una sociedad con total igualdad y paz
para todos los seres humanos de la tierra. Esa base ideológica necesita una
fuerte identificación del yo bueno contra el otro malo: la monarquía, el
conservadurismo religioso, el fascismo nacionalista / biológica y/o el
capitalismo.
Según esa interpretación
sobre la realidad, tanto la actual como del pasado, el mundo se puede dividir
relativamente fácil entre blanco y negro, con un muy ligero margen gris de por
medio. O eres comunista (bueno), o eres su enemigo (fascista / capitalista /
religioso) contra el que hay que luchar.
Trozki representado como enemigo de la URSS. |
Se dificulta
considerablemente cuando alguien de los tuyos modifica ligeramente el dogma
ideológico. En el fondo queda igual, y los enemigos ideológicos siguen siendo
los mismos. Solo se hace unos ligeros cambios.
Ejemplos magníficos son la
socialdemocracia, el anarquismo y el comunismo. En el fondo todas las tres ideologías
postulan las mismas ideas (se basan en el capital de Carlos Marx y Friedrich
Engels, quieren la eliminación de las clases socio-económicas, su meta es una
sociedad igualitaria sin reyes ni religión, profundamente democrática).
En lo
que difieren son el camino para conseguirlo. El comunismo (especialmente desde Lenin) quiere conseguirlo mediante una revolución, con una posterior
dictadura de la élite revolucionaria para reeducar al pueblo. La socio
democracia lo quiere conseguir mediante reformas, el dialogo y la democracia. Y
los anarquistas se inclinan por la revolución, saltándose el paso de crear un
orden estatal.
Ahora se puede complicar
aún más: los socios demócratas y leninistas inicialmente solo necesitaban el
apoyo de los obreros, los maoístas ya quieren también apoyar los campesinos, y
los comunistas de la URSS
tecnócrata desde los años 60 se apoyaron en obreros, campesinos y (¡nuevo!) la
inteligencia.
Esas modificaciones
ideológicas evidentemente tenían como consecuencia una fuerte tensión, incluso
una abierta guerra entre sus seguidores. Hasta aquí, nada del otro mundo.
La situación se complica
considerablemente, si se pacta con el enemigo ideológico para luchar contra un
hereje de la propia ideología, es decir: alguien que ha traicionado y
manchado tu ideología.
Eso es lo que corrió
entre China y la URSS. Desde
la muerte de Salín las tensiones (primero ideológicas y después militares)
entre ambos países no dejaron de cesar. Incluso hubo pequeñas confrontaciones
entre sus guardias fronterizos, o llegaron a luchar de forma (más o menos
indirecta) entre ellos mismos, como ocurrió en la guerra de Afganistán.
Así Vietnam, Laos y
Camboya tuvieron buenas relaciones diplomáticas entre ellos, y se apoyaron
mutuamente contra los EE.UU. durante la guerra del Vietnam. Vietnam y Laos
recibieron mucho apoyo de la URSS
(aviones, munición, tecnología, información, formación). En china hubo 1966 un
cambio en la ideología estatal. El “gran salto”, una reforma brutal de la economía
china, había resultado un fracaso total, y muchos de los poderosos en el
partido comunista querían orientarse más al modelo económico de la
URSS. Eso debilito la posición política de
Mao, quién inició en 1966 la “revolución cultural”, eliminando todos sus
enemigos políticos, implantando una ideología comunista de la “revolución
permanente”. Eso iba muy en contra de la ideología soviética de un comunismo
reformista estatal. ¿La consecuencia de todo eso?
Las relaciones entre
China y la URSS
se empeoraron, 1979 envió China incluso un ejercito para castigar el norte de
Vietnam por unas razones insignificantes – 4 años tras el fin de la guerra del
Vietnam. Mientras Mongolia mantenía relaciones amistosas con la URSS , el norte de corea
detestaba todo lo que tenía que ver con ello.
El mundo comunista en 1980: Rojo: la URSS y sus aliados, Amarillo: China y sus aliados, Negro: No están en ningún bando, en el caso de Corea del Norte cambió después de 1991 a favor de China. |
Hay más ejemplos de
conflictos, como la guerra civil que hubo en Barcelona DURANTE la guerra civil
española entre anarquistas, republicanos de la socio democracia y comunistas.
Un conflicto que obligó a George Orwells, quien había ido a Barcelona para luchar
contra fascistas, esconderse con el fin de salvar su vida.
La razón detrás del
considerable aumento del mutuo odio y el deseo de exterminar al otro se
encuentra en la misma naturaleza de la ideología. La ideología justifica la
causa por la cual se inicia un conflicto, un enfrentamiento contra el malo,
con el fin de imponer lo bueno. Para eso es necesario identificarse con esa
ideología y creer en la misma, y cuanto más radical y fanático y su
identificación, más éxito podría tener el enfrentamiento y más rápido se llega
a la meta.
Sin embargo, si se
propone pequeños cambios, hay un gran riesgo de debilitar al propio bando y
dividirlo, lo que hace necesario el esfuerzo de coordinar y dialogar. Y raras
veces se logra a una conclusión, lo que lleva a la trágica conclusión: o se
coexiste, o se extermina al quien, dado su apariencia y naturaleza común,
debilita a la propia ideología declarándolo hereje y traidor.
La elección por la
segunda razón suele ser lo habitual. Algo que igualmente tiene una explicación:
la Realpolitik. Para
mantenerse en el poder es necesario ser frió y objetivo. Si resulta que la base
del poder es un fundamento ideológico que se esta fragmentando, mantenerse en
el poder resulta difícil. Porque si el gobernante es flexible, se arriesga a
traicionar a su vez su propia ideología, justificando a otros quitándole del
poder.
Entonces le interesa al
gobernador proteger su base ideológica a toda costa, dando más importancia
exterminar los herejes ideológicos que luchar contra el enemigo ideológico.
¿Tiene mucho sentido
pelear contra alguien, quien en el fondo quiere lo mismo que tú, en vez de unir
fuerzas para derrotar al quien lucha contra vuestra meta común?
La razón dice
que no, pero si eres el gobernante dice que si. La misma república española
estaba muy debilitada durante la guerra civil por esas continuas peleas
ideológicas, mientras que en el bando rebelde el ejército franquista silenciaba
o directamente ejecutaba cualquier falangista, nacionalista o religioso quien
comenzaba un debate semejante que podría poner en peligro la supremacía del
ejercito.
Mapa de la religión en Europa durante el siglo XVI. |
Esos conflictos no son
únicos del siglo XX ni de las ideologías modernas, sino los hubo a lo largo de
la historia. La religión nos lo enseña: la Francia católica lucho durante la guerra de los
30 años (una guerra entre católicos y protestantes) con la liga protestante del
norte en contra de los austriacos católicos.
Y al mismo tiempo esa misma
Francia mantenía buenas relaciones con el imperio otomano musulmán para luchar
de nuevo contra los austriacos católicos. Ah, pero el estado católico francés
perseguía sin dudar y brutalmente a sus propios protestantes.
De nuevo: protestantes y
católicos son cristianos. Los gobernantes católicos podían elegir a los obispos
que querían y controlaban la inquisición (nunca lo hizo el vaticano). Los
gobernantes protestantes también podían nombrar sus clérigos y silenciaban
quienes lo criticaban.
¿Para que entonces la contrarreforma y las guerras de la
religión cuando la edad media había acabado? Porque necesitaban justificar su
papel como reyes cristianos, puros.
A partir de 1648 la
situación había cambiado: se declaro cuios, regio, cuios religio – cada
gobernante podía elegir libremente su confesión cristiano. Y juntos comenzaron
luchar europeos cristianos contra el imperio otomano y colonizaron al mundo.
Los símbolos cristianos en los cuadros absolutistas han desaparecido. Federico II de Prusia. |
¿Qué cambió? Después de
las numerosas guerras religiosas, desastrosas tanto para la demografía como la
economía, se decidió separar el tema religioso del estado, que marcó el
comienzo del absolutismo europeo.
Ahora tanto Federico II
de Prusia como Catarina I de Rusia o Luís XIV de Francia eran reyes cristianos
– si protestante, ortodoxo o católico, ya no importaba más. La nueva base
ideológica de las monarquías europeas no dieron más tanta importancia a ese
aspecto, y así también carecía la Realpolitik de pelearse por ello.
Las diferencias entre
católicos y protestantes seguían vigentes, pero si en 1618 era razón para
luchar, 1718 ya no interesaba eso a nadie.
Eso lleva a la
conclusión, al principio de que cada gobierno, cuya base ideológica tiene
peligro de fragmentarse y poner el riesgo mantenerse en el poder, por razones
de la Realpolitik
comienza luchar enérgicamente contra el hereje, hasta eliminarlo o hasta que esa diferencia deja de ser importante.
Y si, el wahhabismo del
actual estado islámico y de la monarquía Arabia Saudita son muy similares, pero
con pequeñas diferencias, lo que obliga al uno apoyar a los enemigos del otro.
Así que, continúa siendo vigente el principio.
0 Kommentare:
Publicar un comentario