19 feb 2015

La fortaleza Urgull de San Sebastían



1 Batería de las Damas, 2 Cierre del oeste, 3 Batería de Santiago, 4 Batería de Napoleón, 5 Castillo de la Mota, 6 Batería del Gobernador, 7 Baluarte el Mirador, 8 galería de Tiro, 9 Cementerio de los Ingleses, 10 Batería de Bardokas, 11 Muralla de Spannochi, 12 Muralla del Mar
San Sebastián, fundada en el siglo XI, era desde el siglo XV hasta el siglo XIX una plaza militar y el pilar de la marina española en el mar cantábrica.
Tenia una enorme importancia geoestratégica: controlaba tanto la costa del norte español como la entrada costera al lado de los Pirineos. Era una entrada esencial bien sellada.
A lo largo de esos cinco siglos se dedicó la escuadra cantábrica, ubicada en San Sebastián, luchar contra los naves franceses, holandeses e ingleses, y fue a su vez en varias ocasiones asediada. Solo dos veces fue conquistada y ocupada, ambas veces por tropas francesas. Primero de 1719 hasta 1721, cuando la relación del anterior y posterior aliado estaba peor, y la segunda de 1808 hasta 1813 por las tropas napoleónicas.
Después de la liberación en 1813 decidieron los ciudadanos de San Sebastián reconstruir su ciudad, con un nuevo enfoque hacia el comercio (y más tarde la cultura), abandonando el papel militar.

Durante esos siglos se amplió y modifico la defensa primitiva de San Sebastián. Por vía marítima se llega a la ciudad navegando hacia dos bahías, ambas pueden ser controladas desde un pequeño monte en el centro: el monte Urgull. Posiblemente el nombre Urgull proviene de Hercull o Hergull, palabra vasca que significa Hercúleo, posiblemente por la poderosa imagen del monte, pero no está seguro.
Por esa razón ya en el siglo XII manda construir el Rey de Navarra un castillo roquero en forma de torre cuadrada. Cuando en el siglo XV se transforma San Sebastián en plaza militar, se amplió al castillo de la Mota considerablemente, refortaleciendo sus defensas hasta el año 1552.
Después no se continuó hasta 1610, porque los ciudadanos de San Sebastián estaban descontentos: la misma ciudad tenia unas defensas pésimas, lo que significa que por tierra Urgull no les podía ayudar si hubiera una invasión francesa. Aparte que Felipe II iba cargar todos los gastos a su espalda.

Ese castillo no era suficiente. Las actividades navales del reino de Elizabeth I de Inglaterra y los continuos conflictos con los barcos de la Holanda rebelde y la Francia rival hacían necesario construir a partir de 1610 numerosas plataformas de artillería modernas, baluartes capaces de resistir disparos de cañones. Por esa razón se construyeron para controlar la bahía de la concha la Batería de las Damas, el Cierre del Oeste y la Batería de Santiago. Esta defensa de la mayor bahía tiene tres niveles, construidos por el Ingeniero Villaturiel. Muy transformado por intervenciones posteriores, supone la unión entre las defensas bajas (Batería de las Damas) y la plataforma superior (Batería de Santiago), y en su conjunto llegan a batir también la isla de Santa Clara y el monte de Igeldo, asegurando de esta forma al puerto de San Sebastián. En la primera mitad del siglo XVIII la Batería de Santiago se mejoró de tal forma que podía disparar sin problemas hasta el monte Igeldo, y a partir del siglo XIX incluso podía hacer frente de mar – lo que le convirtió como lugar perfecto de instrucción de los artilleros. En cambio la bahía de la Zurriola recibió solo el Baluarte del Mirador. Al mar se vigilaba con la Batería de Bardokas, y al castillo de la Mota se añadió la Batería del Gobernador.
Un rayo provocó en 1688 una gigantesca explosión en el polvorín situado al lado del castillo, causando numerosos destrozos en la ciudad y haciendo necesario una reforma general y aplicando las propuestas del ingeniero Hércules Torrelli, quien había planificado ya medio siglo antes una propuesta defensiva entonces rechazada por cuestiones de dinero.
Durante la segunda ocupación francesa se construyo la última batería: la Batería de Napoleón. Su posición no es necesaria para mejorar la ya excelente defensa marítima de Urgull, sino para controlar la ciudad de San Sebastián. Situada al pie del castillo, batería el frente de tierra desde el cerro de San Bartolomé hasta el monte Igeldo. Y efectivamente, las tropas anglo – portugueses necesitaron mucho esfuerzo para poder tomar el fuerte en 1813.

A partir de entonces se seguía manteniendo la fortaleza de Urgull, pero sin mayores modificaciones ni mejoras, hasta que después de la guerra civil española (1936 – 1939) dejó de tener alguna función militar definitivamente.
Excepto la galería de tiro, construida en 1898 en un discreto lugar para la instrucción en el tiro de la tropa con motivo del conflicto armado con los EEUU por la defensa de cuba, que una vez perdido la guerra se dejó en desuso.

También es peculiar el cementerio de los soldados ingleses. Durante la primera guerra carlista  (1833 - 1840) lucharon unos 30.000 carlistas bajo el mando de Carlos María Isidoro de Borbón contra la legítima reina Isabel II, que contaba con 100.000 cristinos más el apoyo extranjero de 5.000 franceses y de 10.000 miembros de la Legión Auxiliar Británica.
Algunos de los 2.500 soldados ingleses fallecidos se enteró en ese cementerio, de especial honor, en la fortificación de Urgull. (Que de tanto honor quedó poco como se ve el actual estado del cementerio, es otro asunto).


Batería de las Damas.
Batería de las Damas.
Batería de las Damas.
Batería de las Damas.

Batería de las Damas.

Batería de las Damas.
Acceso al cierre del oeste, en la izquierda se ve el muro aspillerado construido en 1835, en la derecha la Batería de Santiago.
La batería de Santiago vista desde arriba, en la derecha se ve el tejado de piedra del polvorín.

Acceso al nivel elevado de la Batería de Santiago.

El muro aspillerado (1835).
Polvorín, Cierre del Oeste y la Batería de Santiago.
La batería de Santiago.
La Batería de Napoleón.

La Batería de Napoleón.

Cañones en el castillo de la mota, en la parte suroeste.
En el lado norte del castillo de la Mota, hacia el mar: un cañón corto sobre carricureña
La cureña o estructura de soporte del cañón, puede apoyarse sobre ruedas para su mejor transporte, recibiendo entonces el nombre de carricureña. Durante el siglo XVII, la culebrina evoluciona hacia cañones más cortos y precisos, haciéndose más pequeña y ligera, aunque se siguen utilizando proyectiles esféricos.

En el castillo de la Mota: una Bombarda. Las bombardas son las armas artilleras más antiguas y con un gran calibre. Este ejemplar es de bronce y fue construida en Oldenburgo (Alemania). Es único en su clase.

En el castillo de la Mota: un cañón Ordóñez, 1885
El principal adelanto de la artillería moderna estriba en desechar la avancarga como forma de trabajo: introduciendo el obús por la parte trasera del cañón, éste queda listo para el disparo.
El castillo de la Mota (vista desde la plataforma del suroeste)


Única entrada al castillo de la Mota.

Muralla del lado este del castillo de la Mota.

Acceso a la Batería del Mirador.

Cimenea en el cuartel de la Batería del Mirador.

El patio de armas de la Batería del Mirador, en la derecha estaban los asentamientos de cañones (dirigidas hacia la bahía, y una enorme en la izquierda hacia el mar).
La Batería del Mirador.
Galería de tiro, en el lugar del fotógrafo se colocaban las dianas.
Desde este lado de la galería del tiro se disparaba hacia unas dianas que aparecen al final del túnel.

Techo de la galería que demuestra la necesidad de entrenar para disparar.

El cementerio de los soldados ingleses,

Sacred to the memory of Whiliam I.M. Tupper, colonel of the 6º Scotch Batallon and late of the 25º RWE who at the head of his regiment at the taking of Ayete on the 5 of May 1836 fell mortally woundet at 52 years of age.
Al Mariscal de campo Don Manuel Gurrea, muerto en los campos de Andoain el 29 de Mayo de 1837, su esposa, sus hijos, su amigo el general Lacy Evans.
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