28 oct 2016

El Barrio el Aserradero: Irati S.A. y la segunda revolución industrial en Navarra

Edificio principal: La fábrica de Irati S.A.
Introducción

A unos 30 kilómetros al este de Pamplona, cerca de los pueblos Ecay de Lónguida y Zuaste de Lónguida, se encuentran hoy en día unas ruinas de una fábrica abandonada, conocida como el „Barrio el Aserradero“.

La primera y la segunda industrialización

Se trata de un aserradero y una destilería, que a su vez formó parte de la empresa Irati S.A., que fue una importante protagonista de la segunda industrialización, al menos en Navarra.
La primera industrialización comenzó en el siglo XVIII en Inglaterra, y se extendió a lo largo del siglo XIX en el continente Europeo, llegando con retraso a Alemania (reunificada 1871) y España (cuyas guerras civiles como las carlistas finalización, para una temporada, a finales del XIX). Mientras la primera se caracterizó por el uso de las máquinas de vapor, del carbón y las vías ferroviarias, la segunda revolución tenía sus bases en la electricidad y el petróleo.
Comenzó finales del siglo XIX en EE.UU., y llegó a Europa durante la primera parte del siglo XX, en Navarra por ejemplo como muy tarde en 1907. Domingo Elizondo y Cajén, un navarro que se fue joven para trabajar en América, trajo consigo ideas e inspiraciones de la segunda revolución industrial cuando volvió enriquecido a su hogar. En vez de construirse una mansión y disfrutar de su fortuna como lo hicieron muchos „indianos“, lo invirtió en la fundación de su empresa Irati S.A. en 1907.

La fundación y el auge de Irati S.A.

Edificio adosado de la fábrica y
un edificio administrativo
de tres pisos (A).
Dicha empresa se convirtió  en una importante empresa maderera, química, eléctrica y ferroviaria, que se concentró en el este de Navarra a lo largo del rio Irati. Se transportó por el rio la madera de la selva de Irati hasta el aserradero, donde se convirtió en carbón vegetal. Dicho carbón y la madera elaborada que no se transformó se se transportaba mediante un tren que construyó Domingo Elizondo y Cajén primero desde Aoiz hasta Pamplona, y después hasta Sangüesa. Solo que este tren tenía una novedad: ¡Era eléctrico!
Poco después invirtió en la energía hidroeléctrica, teniendo más de seis centrales hidroeléctricas en torno al rio Irati. En sus mejores tiempos trabajaron en el aserradero más de 400 personas, 200 en el ferrocarril, y en monte y rio otras 200. Más el personal dedicado en las centrales hidroeléctricas.

El fin de Irati S.A.

Sin embargo, tras la muerte de Domingo Elizondo y Cajén en 1928 (¡justo un año antes de la crisis económica!) comenzó el lento declive de Irati S.A. Primero se desestabilizó la situación económica con la guerra civil (1936 – 1939) y el posterior estancamiento tecnológico por la autarquía franquista.
Cuando el franquismo comenzó con la reconstrucción del país, como con la construcción de nuevas carreteras, y se abrió bajo la tecnocracia del Opus Dei al comercio internacional, permitiendo por ejemplo la importación de maderas tropicales, perdió Irati S.A. dos de sus importantes pilares. Tanto el Tren de Irarti S.A. como la madera de Irati perdieron la competición. La nueva empresa eléctrica Iberduero, tecnológicamente más avanzado y con mayor capital, terminó quedándose con el mercado hidroeléctrico.
En 1961 se cerró el ferrocarril, y los centros hidroeléctricos fueron absorbidos por Iberduero. Solo el aserradero y la destilería seguían en funcionamiento, con el nuevo nombre Irati Forestal (alrededor en los años 70), hasta que dejaron de ser rentables y se cerraron en 1990.
La fábrica, donde un día habían vivido y trabajado más de 600 personas, se abandonó poco después, dejando atrás los edificios vacíos.
Hoy en día aún se puede visitar dicha fábrica, pero tras casi dos décadas y medio de abandono solo permanecen bien en pie las estructuras de ladrillo, piedra y cemento. En muchos edificios, como las oficinas, que tenían suelos y techos de madera, se han derrumbado, permitiendo al agua que destruya lo que permanecía en sus interiores. Otros visitantes humanos destruyeron lo que la naturaleza dejó en paz.

Conclusión

Sin embargo, es fascinante visitar este lugar, que en su día había sido una empresa pionera de la segunda revolución industrial en Navarra, con destilería novedosa y un tren eléctrico innovador. Toda su arquitectura es característica de este periodo: Los edificios se construyeron destacando su funcionalidad, pero con pequeños elementos decorativos de los ladrillos haciendo pequeñas formas geométricas en las fachadas.

Los edificios identificables que permanecen en pie son, al parecer, unas oficinas, la fábrica en sí con sus salas de destilación químicas, y sus almacenes.

Interior del edificio administrativo de tres pisos (A).
En el primer piso se encuentran aún restos de archivos.

Interior del edificio administrativo de tres pisos (A),
vista de la segunda planta con chimenea.

Vista de una sala de la fabrica, hoy quemada, y
de la chimenea de la fabrica. La chimenea estaba conectada
con la fabrica mediante tubos subterráneos.

Único horno conservado donde se transformaba la madera
en carbón vegetal. ¡Aún mancha!

Interior de otro edificio administrativo (B).

Exterior del otro edificio administrativo (B).

Interior de una enorme sala con vías en su centro,
justo al lado de la chimenea de la fabrica,
pero ubicada por detrás de la misma.

Interior de uno de los almacenes, con vías en su centro.
Dichas vías se extienden por la fabrica, y
conectan este almacén con la sala al lado de la chimenea y
la misma fabrica.
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