25 jul 2015

La dignidad de dictadores

Franco ha muerto

Hace unas semanas preparé una unidad didáctica para la 4. ESO sobre el final del Franquismo. Entonces pensé que podría ser una buena idea poner una imagen sobre la muerte de Franco. Y hay muchas: El ministro Arias leyendo la noticia, la portada de un periódico que lo anuncia, una imagen del cadáver de Franco en misa, su cadáver en la tumba, o la imagen de Franco cuando murió en el hospital.
Amigos y compañeros de trabajo me recomendaron elegir cualquier otra imagen, menos la última. Y la razón principal que dieron era la dignidad de la persona.

La influencia de los docentes

Los profesores influyen sus alumnos. No solo transmiten conocimientos, sino valores, y más aún en asignaturas como Ciencias Sociales, Religión o Filosofía, pero incluso en las ciencias puras como las Matemáticas. Hay una diferencia si se calcula empleando como ejemplo el ángulo de vuelo de una granada (libros escolares alemanes, 1933 – 1945), o de una nave espacial (libro escolar estadounidense, años 80).
Por esa razón en las clases de la Unión Europea los alumnos aprenden ser individuales, tener un espíritu crítico, y defender los valores democráticos. Hasta los finales de los años 70 dominaban al menos en España otros valores, como el nacionalismo español, la admiración al régimen franquista y la importancia de la fe católica.
Según cambia el sistema político de un estado, se cambian los contenidos escolares y la ideología transmitida por los docentes.
Dependiendo de cómo preparo e imparto mis clases, influyo. Un ejemplo simple: Los conquistadores y la conquista de las culturas Aztecas e Incas. Puedo idealizar y glorificar los conquistadores, quienes llevaron la fe y civilización cristiana a unos pueblos indígenas paganos, incultos e sangrientos. O puedo presentarlos como crueles asesinos, ansiosos únicamente por enriquecerse, exterminando pueblos indígenas e instalando un sistema esclavista que duró hasta el siglo XIX.
Evidentemente, son dos extremos. Y lo que procuro es enseñar el punto medio, que considero como el más realista. Hubo tanto conquistadores que solo tenían intereses hacia el oro, como eclesiásticos que realmente se interesaban por el bienestar indio.

¿Cuándo hay dignidad en la historia?

Según el diccionario VOX la dignidad es Respeto que merece alguien, si se habla con dignidad se habla con gravedad y decoro. Y alguien quien sostiene un cargo honorífico y de autoridad también suele ser llamado dignatario. La RAE también lo equipara con excelencia, realce, o con un cargo o empleo honorífico y de autoridad.

La dignidad es el respeto que se asocia con un cargo o con la misma persona. La dignidad de la persona comenzó a tener importancia en la sociedad occidental con la filosofía griega, se clarificó con los derechos postulados durante la revolución francesa 1789 y se internacionalizó con los derechos humanos de 1948. La dignidad es intocable, por ejemplo lo especifica la constitución alemana de 1949.

Ahora: ¿Qué es la dignidad?

Es un concepto muy subjetivo y controvertido, las connotaciones culturales cambian continuamente, los adjetivos asociados nunca son fijos ni estables.
Por esa razón no se considera en nuestra sociedad actual un cargo político como de un dictador digno de respeto. Si visita un jefe de estado o de gobierno un país donde es considerado dictador, el protocolo especifica los ritos dignos para un dignatario, mientras la población protesta y le falta el respeto porque no es digno (como la visita del último Sha de Persia en Alemania). Por esa razón no se considera respetable ni digno el cargo de Caudillo español, Duce italiano ni Füher alemán.

¿Y que hay de las personas?

Eso me lleva a la cuestión de la muerte franquista: Según como presento su muerte, considero que puedo ser más objetivo o más subjetivo. Y si presento la imagen de Franco muerto, yaciendo en su cama en el hospital, aún conectado con los cables que le mantenían con vida, ¿se puede considerar una representación negativa, incluso indigna, de la persona de Franco?
Porque si continuo el pensamiento, ¿Sería indigno enseñar una imagen del cadáver de Mussolini muerto, colgando boca abajo? ¿O, si hubiera, la de Hitler suicidado?
Mi duda es: ¿Tengo que respetar la dignidad de las personas, a pesar de que ellos mismos no lo respetan?
Eso se observa en las mismas noticias: En unos canales se les ve las caras de asesinos, mientras que en otros sale la misma imagen pixelada y borrosa.
La respuesta políticamente correcta sería un claro SI: Hay que respetar la dignidad de todas las personas, dado que por lo contrario uno se rebajaría a su nivel.

Lo que me choca es la enorme falta de respeto que se hace a las victimas: ¿Es digno enseñar imágenes de los judíos muertos en campos de concentración? ¿Es digno ver a una niña desnuda, que huye tras un bombardeo a su pueblo? ¿Es digno contemplar las imágenes de personas muertas o muriéndose en campos de batallas, sea de antes o de ahora?
En esos casos se invierte la argumentación: Se dignifica la falta de dignidad que sufren esas personas, se les intenta devolverlo enseñando sus rostros, sus caras, sus penas.

Un dictador pierde dignidad

¿Un dictador merece dignidad, a pesar de que él se lo quita a sus victimas? Un dictador es opuesto a una democracia. En una democracia se procura respetar la dignidad de todos sus ciudadanos sin excepción, mientras un dictador suele quitar la dignidad a quienes se oponen a su régimen.
El dictador se apoya en un sistema que sistemáticamente rompe la dignidad de sus victimas, sean judíos, comunistas o religiosos. Los deshonran, los discriminan, los convierten en ciudadanos de segunda categoría o incluso en animales.
Opino que ni el cargo ni la persona que lo sostiene merecen dignidad. Un dictador no lo es por obligación, puede dejar de serlo como lo hizo Sulla. Si sigue siéndolo hasta su muerte, voluntariamente, no creo que la idea cristiana Si te da una bofetada, dale la cara sea buena idea.
Es más: Creo que si se desea respetar la dignidad por un dictador, se burla de todos quienes merecen ser dignificados. Los victimas en numerosas ocasiones nunca podían elegir, a diferencia del dictador.

Un dictador se crea su propia dignidad
  
La momia de Kim Jong-il.
La momia de Lenin.
El dictador mediante ritos y símbolos glorifica y ensalza su propia dignidad, y lo mezcla con su dignidad personal. ¡Viva Franco, Heil Hitler! Si el dictador separaría tan meticulosamente cargo de persona como lo dice la RAE, sería discutible.
¡Pero no es el caso! Quien insulta a la persona Stalin, insulta la URSS, quién mira mal a Pol Pot, mira mal a la causa comunista, quién escupe a Mao escupe la nación china. Los dictadores lo mezclan a posta, muy conscientes de ellos.
Por eso, una vez muertos, el estado dictatorial conserva a sus muertos, las personificaciones de la dignidad dictatorial. Hay momias de Lenin, Mao y Franco. Hussein, Al Ghadafi, Hitler y Mussolini no fueron dignificados: Fueron ejecutados o se suicidaron.
En la realidad historica fueron dignificados únicamente por sus propios régimenes.

¿Debo respetar su dignidad personal?

Muammar Gaddafi, muerto en 2011.
Si enseño en mi clase imágenes de cadáveres, no es por fascinación morbosa, sino por transmitir a los alumnos la idea de las consecuencias de un régimen totalitario. Recuerdo los alumnos que son victimas, que fueron despojados de su dignidad. El régimen dictatorial les despojó de todo lo que tenían.
 Si enseño en mi clase imágenes de un dictador muerto no momificado, le quito la dignidad a ese dictador. No me parece coherente respetar la dignidad personal de un dictador.
La ONU es la representación mundial de los derechos humanos, y como tal persigue y juzga sobre los dictadores, si una nación es incapaz de hacerlo. Hussein en teoría iba a ser juzgado por la ONU, pero un grupo de iraquíes le colgaron. Al Ghadafi tampoco llegó al tribunal, porque murió en un bombardeo. Lo mismo con Mussolini: La guerrilla izquierdista le ejecutó.
Saddam Hussein, a punto de ser ejecutado, 2003.
La ONU quiere evitar la venganza, y que no se competa la injusticia contra los in justicieros más temibles para no terminar ser como ellos. Estoy de acuerdo en ese aspecto: El castigo no debería ser un linchamiento, sino legal y justo.
Sobre la dignidad sin embargo, difiero. Un dictador juzgado por un tribunal ya se le respeta la dignidad personal.
Si el dictador es derrocado y juzgado, ya tiene su respeto. Si el dictador se suicida, o muerte por atentado, ataque o de forma natural, no quisiera respetar su dignidad personal.

Conclusión

Francisco Franco, muerto en 1975.
Opino que a un dictador, quien no fue juzgado (y por ende se respete su dignidad personal), no merece la pena de recibir el respeto a su persona.
Y con el fin de evitar tanto las glorificaciones positivas como las demonificaciones negativas, enseñaría la foto de un Franco muerto en el hospital: Una persona que ha muerto, siendo un dictador quién ha cometido atrocidades, sin nunca ser juzgado por ningún tribunal democrático.
Era un ensayo poco objetivo, espero que sea a pesar de ello de buen agradecer.


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