12 abr 2014

Viaje por el Oeste: la casa de Viana / el palacio consistorial

En el centro se observa el escudo de los orgullosos vinieses: un escudo de la monarquía española de 1688, con una corona real resaltada (mostrando la protección real), con tres leones. Es el único elemento que no fue reformado, de allí su estado de deterioro.
Aparte de las tierras reales, eclesiásticas y señoriales existía un cuarto tipo de propiedad durante la edad moderna: las villas autónomas protegidos por la monarquía, como Viana
Podían autogestionarse los precios del mercado y todos los asuntos de importancia, como la defensa de la ciudad y la organización interna. Solían tener una asamblea general que votaba a los consejos presididos por uno (o más) alcaldes.

Habitualmente esas villas autónomas conseguían beneficiarse gracias al comercio. Viana se enriquecía principalmente por el comercio del vino y podía comprar en 1630 el titulo jurídico de ciudad por solo 14.000 ducados. Orgullosos construyeron, como muchas ciudades medievales y modernas hacían, casas consistoriales. Viana comenzó en 1657, poco tiempo tras la compra del título, con la construcción. Pero por la mala calidad de los cimientos se tenía que comenzar de nuevo con la construcción en 1684, acabando por fin en 1692.

La casa consistorial, con la sala de consistorio, una audiencia, un oratorio, un archivo y una cárcel con vivienda para el alcaide (el policía), tenía una fachada barroca al estilo francés, la moda de la tardía edad moderna.


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