8 feb 2014

Viaje por Estambul: la columna de la serpiente

Al lado de la mezquita azul de la actualidad (donde anteriormente había estado el palacio imperial bizantino) había ordenado Constantino construir un hipódromo, colocando en su centro la columna de la serpiente.

La historia de este objeto comenzó mucho más atrás, en las guerras persas de la antigüedad clásica. Cuando la alianza de las ciudades griegas (los polis) derrotaron al rey de reyes persa, Xerxes, primero en la batalla de los termopilas y después, en 479 a.C., la batalla de Plataiai, que expulsó definitivamente las tropas persas de Grecia, dedicaron numerosas ofrendas a los dioses. Entre esos había un regalo dedicado al dios de la verdad y patrón del oráculo de Delfos, quien era Apoló: la columna de la serpiente. Según Herodoto se fundaron las armas de los persas derrotados para crear esta columna con 8 metros de altura. Estaba formado por tres serpientes que se abrazan mutuamente, animales dedicados al dios Apolo, cuyas cabezas sostenían un cuenco dorado. Finalmente se inscribió sobre sus cuerpos los nombres de las 31 polis, entre ellos Lakedaimonios (Esparta) y Atenas, quienes habían participado en las campañas militares.

Después de casi seis siglos cambio la columna de sitio, ya que el emperador Constantino lo llevó consigo a la nueva capital romana, Byzantion, Roma Nova, o: Constantinopla, con el fin de reforzar el rol de la nueva capital, entre 324 y 331 d.C. Una vez colocada sufrió durante el siguiente milenio dos modificaciones: un emperador lo convirtió temporalmente en una fuente de agua, y posiblemente durante la cuarta cruzada se robó la cuenca dorada. Con la conquista de Estambul por los otomanos perdió, según la leyenda, una de sus cabezas porque lo decapitó el Sultan Mehmed II, cuando entró victorioso cabalgando. En el siglo XVII sufrió otros daños. Según nuevas leyendas, fue un noble polaco borracho que destruyó las otras dos cabezas, igual de poco probable cuenta otro según la cual las cabezas se cayeron simplemente en una noche del año 1700. 
 
Vista desde arriba de una de las tres cabezas, conservadas en el Museo Arqueologico de Estambul.
Vista frontal de la serpiente, se observa que a lo largo de los siglos se ha deteriorado considerablemente la parte superior.
Viendo desde el lado se ve que falta la mandibula.

Vista de la columna en el lugar del antiguo hipdoromo. Dado que a lo largo de los siglos se reconstruyó la avenida en numerosas ocasiones, se elevo cada vez el fundamento, haciendo casí desaparecer la columna.
Se desconoce la razón del agujero; y en la parte superior probablemente era el lugar de las tres cabezas colocadas.
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