25 feb 2011

Realpolitik de Bismarck: la búsqueda del Equilibrio

¡Oh! ¡Oh! ¡Cochinchina! Eso es una parte muy buena para nosotros; pero aun no somos bastantemente ricos, para poder pagar el lujo de tener colonias” – palabras significantes, expresadas por un político que marcó el vocablo de la “Realpolitik”. La misma persona que en su juventud “bebía tanto vino como podía y conseguía todas las mujeres posibles (…) hasta el punto de ganarse el bien merecido epíteto de “el salvaje Bismarck…””

El 1. de Abril 1815 nació en Schönhausen, el Sachsen-Anhalt actual, Otto Eduard Leopold Von Bismarck-Schönhausen, hijo de una moderna burguesa ambiciosa y de un padre Junker (= Propietario de tierra). Hasta los treinta años vivía Bismarck de manera libre, “movida”, con poco interés hacia la política. 1832 comenzó a estudiar Jura en Göttingen, y fue el primer (y durante mucho tiempo último) contacto con la política: hubo una demostración notable, con 20.000 personas, el llamado Hambacher Fest. Cuando no estaba estudiando fue un estudiante bastante llamativo: retó al duelo a seis estudiantes “Por haber insultado a nuestro rey”, bebía, ligó, era un apasionado cazador y proclamó “Seré el mayor sinvergüenza o el primer hombre de Prusia” (“Ich werde entweder der grösste Lump oder der erste Mann in Preussen sein”).Cuando alcanzó los treinta años su vida cambio: Se enamoró de Marie von Thadden, hija de un Junker, muy religioso y prometido. Pero no le respondía. No obstante provocó un cambio en Bismarck: dejo de ser un hombre de fiestas; y tres años después de la muerte sorpréndete de Marie se casa con Johanna von Puttkamer (1824 - 1984). Se cambió y comenzó interesarse por la política.

Otto fue 1845 elegido como delegado prusiano en el parlamento provincial de Sajonia, recibiendo en continuación más y más cargos políticos. Representaba Prusia en el Bundestag de Frankfurt entre 1851 y 1859; a continuación era embajador en Rusia hasta 1862, y con después de obtener la confianza del zar Alejandro II (1818 - 1881) fue nombrado como embajador prusiano en la Paris de Napoleón III (1808 - 1873). Su carrera como diplomático no hizo nada más que empezar. Durante esos años ha formado una imagen de político “duro”, estricto, leal a la monarquía, conservador y buen diplomático. Por eso no sorprende que los consejeros del rey prusiano Guillermo I (1797 - 1888) le llamarón con vistas a conseguir la aprobación de la reforma del ejército contra la opinión del parlamento y con el objeto de que el rey, que estaba a punto de renunciar su trono, cambie de opinión.

Caricatura del jóven Bismarck, donde se le critica su gobierno ignorando la constitución (Kladderadatsch, 1862)

Bismarck volvió, fue nombrado por el monarca como primer ministro y ministro para exterior. Consiguió realizar la reforma ignorando al parlamento. El periodo entre 1830 y 1862 fue un periodo de formación para el futuro canciller de hierro. Durante esos años desarrolló su teoría de la Realpolitik. Consistía conseguir las metas propias, siempre analizando las circunstancias, sin provocar grandes tensiones o conflictos innecesarios. La Realpolitik es el equilibro difícil entre Machtpolitik (política de poder, las metas del estado) y las circunstancias reales (¿se puede luchar contra ese enemigo o mejor que no? – “Un buen general no sabe solo ganar, sino también, cuando una victoria es imposible”). Se podría ver la Realpolitk de Bismarck como una modificación del sistema de Metternich. Durante toda su vida política nunca abandonó ese principio: las guerras de unificación lo demuestran. Militarmente Prusia podría haber conquistado Dinamarca, podría haber saqueado Viena y podría haber anexionado varias regiones francesas. No ocurrió por la “Realpolitik”: de Dinamarca se anexionó los ducados de Schlewsig y Holstein, de las cuales solo la primera había pertenecido al reino das; Austria no perdió territorialmente ninguna región (pero si sus aliados, como el reino de Hannover, el ducado elector de Hessen, el ducado (no el condado) de Nassau). Y Francia perdió Elsass – Lothringen; quizás el único error conociendo las consecuencias. Desde el punto de vista de Bismarck fue un acto muy racional – no ha de olvidarse que las tropas habían conquistado Paris, fue una victoria asombrosa.

Muchas veces se habló de Bismarck como el “padre de la patria alemana”, especialmente cuando tras 1880 se inició un exagerado culto de su persona - ¿de todas formas que pensó el unificador alemán sobre la nación alemana? En realidad no se daba mucho por el nacionalismo. La unificación alemana fue debido por el principio de la “Realpolitik”: Prusia no podía expandirse luchando contra Rusia ni anexionar grandes partes de Alemania sin peligro de perderlas contra una alianza anti –prusiana debido al sistema Metternich. No era previsto que en el centro de Europa hubiera una potencia militar. Asimismo varios sectores de la población alemana deseaban una unificación política – deseo que instrumentalizó Bismarck. Nunca lo hacía por la idea romántica de “unir a todos” – lo hizo porque lo vio como necesario y único camino para expandir. 1862 dijo en su famoso discurso frente al parlamento “las fronteras de Prusia tras el congreso de Viena no son buenas para un estado sano: no con cuentos y dichos se soluciona las grandes preguntas del tiempo (…) sino con hierro y sangre”. Favorecía la solución de una “Alemania pequeña” sin Austria, porque de la otra manera hubiera sido difícil gobernar porque tendría que haber sido una federación dual. Cosa que ya durante el primer imperio no había funcionado.
El segundo imperio estaba claramente favoreciendo al reino de Prusia – el rey prusiano fue al mismo tiempo emperador; el primer ministro de Prusia se convirtió en el canciller alemán. Era un estado cuya administración se formó rápido, cuya industria creció por la caída de las aduanas, y con un ejército excelente. Ahora había dos graves problemas: la política exterior y la interior.


Los otros estados estaban preocupados, Francia había perdido la Lotaringia y quería revancha, los ingleses veían un fuerte desequilibro, los austriacos obviamente aun no sabían que pensar de ese gigante que era su vecino “nuevo” y no se olvide al gran vecino del este: Rusia. Bismarck ahora comenzó su obra maestra. Las guerras y expediciones, antes usado como instrumento deseado, se debían evitar ahora. En vez de ser un Napoleon militar se prefería el camino diplomático. Realmente fue una obra difícil: si una potencia militar había iniciado tres guerras victoriosas, dos de ellas contra las dos potencias conténtales, se esperaba que seguía expandiendo agresivamente. El canciller de hierro estaba consciente de ello – y comenzó enredar sus lazos diplomáticos. El único enemigo al que tenía que temer el nuevo estado, principalmente por la enorme humillación, fue Francia. Así que era necesario aislarla – y se logró. Se hacía un pacto de no-ataque con Rusia, se pactó con Inglaterra, se alió con Italia y Austria. También sabía el canciller de hierro, que aún el imperio no estaba preparado para una política colonial como los ingleses o franceses lo tenían – por eso “aun no somos (lo) bastante ricos, para poder pagar el lujo de colonias”.
¿Alemania necesitaba colonias? Políticamente no era muy recomendable, aun así permitía Bismarck que 1884/85 se consiga unos terrenos – los peores que aun quedaban. El imperialismo era algo que disgustó al anciano canciller, era demasiado Machtpolitik; para una Alemania demasiado desordenada y frágil. La economía Alemania, inicialmente muy liberal, se tenía que cerrar por su debilidad. Por esa razón formó Bismarck 1879 una aduana de protección, con el fin de que la industria se pueda desarrollar tranquilamente. Siendo conservador fue lo suficiente “Realpolitiker”. Lo aprueba 1878 en el congreso de Berlín (uno de varios congresos), donde le otorgaba el apodo del “ehrlicher Makler”, el corredor / agente honrado, ya que solucionaba el problema balcánico que había entre Turquía, Italia, Austria y Rusia con gran flexibilidad sin propios intereses. Un conservador posiblemente hubiera intentado apoyar al aliado austriaco.
El mapa político del sistema de Bismarck
 Sistema de Bismarck (Mapa):
  • Dreikaiserabkommen (1873) entre los emperadores de Alemania, Austria y Rusia.
  • Zweibund (1879) entre Alemania y Austria
  • Dreibund (1882) donde se amplia el Zweibund por Italia
  • Dreibund-Erweiterung (1883) cuando Rumania se alia con los miembros del Dreibund
  • Rückversicherungsvertrag (1887) fue un pacto secreto entre Alemania y Rusia
  • Mittelmeerabkommen (1887) donde Austria, Inglaterra, España e Italia acuerdan su politica mediterranea.
  • Las flechas indican los focos de tensión: Colonias; Elsass-Lothringen; el estrecho de Constantinopla; el paneslavismo)
El otro foco de tensión fue interna: con los socialistas y los católicos. Bismarck quería conseguir una “revolución de arriba”, sabía que tenía que modificar a causa del liberalismo, la industrialización y el aumento demográfico al estado. Vio a la iglesia católica como enemigo, ya que estaban en contra del liberalismo (una fuente de ingresos que tenía el imperio gracias al comercio). Por si fuera poco los católicos favorecían la solución de “Großdeutschland” con la Austria católica y apoyaron la población polaca en Alemania en su intento de conservar su lenguaje. Eso eran las principales causas del “Kulturkampf”, la lucha de la cultura. Con varios leyes intentó reducir la influencia del catolicismo (prohibición de los Jesuitas, todas las escuelas deben ser civiles, discriminación de la lengua polaca) – los católicos contestaron en no respetar las leyes o a través de las predigas papales. Al final Bismarck vio que era una batalla que no podía ganar – y dejó de presionar. A cambio comenzó con la lucha contra los socialistas, desde 1878. En ese caso temía las ideas anarquistas y comunistas. Quería que los obreros, el proletariado se identifiquen con el estado. Su prohibición de todas las organizaciones socialistas duro hasta 1890. Aparte hacía leyes a favor de los obreros, creyó rentas para los jubilados, seguridad, protección del obrero etc. Con vistas a atar al proletariado al estado, con el objeto de ganar sus votos. Con todo no lo conseguía, y cuando permitió 1890 al partido socialista, de nuevo se convirtió en el partido más grande de todos.

Bismarck intentando lograr el equilibrio de la paz, observado por Francia y Rusia (1888)

Bismarck era un realista, no le gustaban las grandes jugadas, sin embargo si se llevó bien con los generales y se vestía de uniforme –no porque era un guerrero, un militar ciego, sino por cuestiones más complejas, así respetaba al ejercitó prusiano y mostraba la fuerza del imperio. No era un hombre colérico como el nuevo tercer emperador Guillermo II, coronado 1888. El joven militarista quería “un sitio en el sol para Alemania” ("Einen Platz an der Sonne"). Al final, un militarismo ciego mezclado con una confusa idea del nacionalismo alemán hará que se rompa el complejo sistema de la Realpolitik de Bismarck. El mismo es apartado del poder 1890 y muere nueve años más tarde. Ese periodo difícil, el inicio del fin, el aumento de la Machtpolitik, fue uno de los factores más importantes que provocaron el estallido de la primera “gran guerra” mundial.

Fuentes recomendadas:



JAENECKE, Heinrich, “Der Lotse des neuen Deutschland”, en GeoEpoche – Deutschland um 1900, edit. Gruner + Jahr AG & Co, Hamburg, 2004, Numero 12, pag. 26 – 43. 

RADEMACHER, Cay, “Ein neues Reich aus Eisen und Blut”, en GeoEpoche – Preussen (1701 – 1871), edit. Gruner + Jahr AG & Co, Hamburg, 2006, Numero 23, pag. 130 – 150. 

WALLER, Bruce, Bismarck, edit. Ariel Historia, 2. edición, Barcelona, 1999.
 
Bismarck anciano en Friedrichsruh despúes de 1890

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