20 ene 2017

La excavación de los fusilados en 1938 de Olave (Olaibar), finales de enero del 2016

 

El 22 de mayo de 1938, durante el último año de la guerra civil entre los militares franquistas sublevados y la republica fundada en 1931, se produjo en el Fuerte de San Cristóbal, que se empleaba como prisión militar entre 1934 y 1945, una fuga masiva.

Lugar de excavación. 
La prisión estaba en un estado lamentable: 2487 prisioneros, mayoritariamente de izquierdas, de sindicatos o políticos republicanos, estaban en el año 1938 encarcelados. Vivian en condiciones pésimas, sufriendo hambre, piojos y palizas de sus guardias franquistas.
Unos treinta prisioneros planearon e organizaron la fuga, y se les unieron otros, de tal manera que eran 795 presos quienes intentaron huyendo en la noche del 22 de mayo de 1938. Sin embargo, estaban mal nutridos, enfermos, y la gran mayoría de ellos desconocía por completo la zona geográfica del norte de Navarra. En solo dos días se detuvieron a 585 quienes habían intentado huir, y tras tres meses capturaron los falangistas al último, quien se había refugiado en los montes. Otros 207 se hallaron muertos, la mayoría de ellos fueron disparados durante la huida. Solo tres lograron huir a la frontera francesa.

Numero de detenidos y
de muertos durante la fuga en 1938.
¿Qué quiere decir que 207 murieron durante la huida? ¿Atacaron a sus persecutores, y ellos los mataban en autodefensa? Eso es muy dudable, si se tiene en cuenta el siguiente dato: Entre 1937 y 1945 murieron, documentado por la burocracia franquista, 305 presos por “desnutrición”, “paros cardíacos” o “traumatismo”, y también algunos oficialmente por “fusilamiento”. Teniendo en cuenta este detalle, no sorprendería que muchos de los 207 muertos fueron posiblemente fusilados durante los siguientes días tras su captura, y cuyas causas de muerte fueron oficialmente por “paros cardíacos” o “traumatismo”.

Eso es lo que probablemente habrá pasado al sureste del pueblo de Olave, en el valle de Olaibar (Navarra), a 11 kilómetros del fuerte en dirección norte, de camino a Francia. En el pueblo se rumoreaba que al noreste del cementerio, junto a un viejo camino ya desaparecido que conducía hacia el monte, se habían fusilado después de la famosa fuga del 1938 a unos prisioneros, traídos mediante un camión.
Excavación el 30 enero de 2016.
Finales de enero del 2016, hace un año, comenzó la Sociedad de Ciencias Aranzadi con la prospección del lugar, y gracias a la pista de un vecino, quién recordó la ubicación gracias a los cuentos de su padre difunto, hallaron con la excavadora los huesos de dos cadáveres. Pararon la maquina y comenzaron el 29 de enero con la excavación del lugar, hallando entre 12 y 14 esqueletos.
Muchos de esos esqueletos parecen colocados, los esqueletos más profundos en orden de fila y boca abajo, los más superiores ya de manera desordenada, incluso boca arriba. Algunos cráneos están intactos, otros destrozados (lo que indicaría que habrían recibido un disparo de gracia para asegurarse de su muerte).
Al parecer se usaba como fosa una pequeña cuenca con una presa, que una vez llenado de muertos se tapaba.

Equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi,
el 31 de enero de 2016.
Ya habían pasado 78 años desde su fusilamiento. Igual como Alemania tardó más de tres décadas para trabajar su pasado nacionalsocialista, y otra década para enfrentarse con el pasado de la República Democrática de oriente, España ha tardado su tiempo, casi cuatro décadas, en enfrentarse ya en serio con su pasado reciente.
Un elemento esencial de estudiar a este pasado es también aceptar y reconocer la existencia de las fosas de fusilamiento, que hasta hace pocos años eran un tema tabú, y el estudio de los mismos. La excavación de Olave es una de esas piezas esenciales para estudiar al pasado reciente de forma objetiva, y para contribuir a la nueva memorización subjetiva del pasado.



Botón encontrado.

Pequeña muralla de presa, que servía para bloquear al agua. 


Fosa excavada.

Fosa excavada.


Fosa el 3 de Febrero, vacia de los restos arqueológicos.

Ubicación exacta de la fosa (caja roja), al noreste del cementerio (cuadrado a la izquierda) y al sureste de la aldea de Olave (no en la foto, arriba a la izquierda).




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